10 Iliana No podía creerlo, mi peor pesadilla había acabado de consumarse justo en frente de mis ojos. Me sentía en trance mientras cerraba la puerta de mi casa, mi pequeña me miraba confundida. —¿Estás bien, mamá? —me pregunta Dalilah. —Estoy… sí, bien —le afirmé no tan segura de eso como trataba de aparentar y que aparentemente fracasaba. —Madre, no te ves para nada bien —se cruzó de brazos hundiendo el ceño— ese señor… ¿te hizo algo? —¿Jazziel? No, no —entré en negación. Sentía que había hecho algo terrible, pero su rostro confundido me había dejado demasiadas preguntas que no sabía cómo contestar. —Madre, no me mientas —me acusa mi niña molesta, tenía mi temperamento— te ves pálida, ese hombre… ¿Quién es? —Es… es tu padre —confesé. Se me quedó mirando fijamente durante mucho r