XVI

1629 Words
¡Hoy por fin es el festival...! Y su cumpleaños. Tsuna se limpio las manos en el delantal, tiene dos horas más antes de que le llamen para prepararse. El primer día del festival, por eso mismo solo se hará la obra de cenicienta. Primer día: Cenicienta. Segundo día: Bochan. Tercer día: kyūbi no kitsune. Cuarto día y ultimo: Todas las obras juntas. Sumándole que están a cargo de un café, él cual se volvió misteriosamente famoso gracias a Giotto, Alaude y Daemon, como se esperaba de la gente famosa. Tsuna esta ahora mismo en proceso de ponerse su traje para la cafetería, ya que se sortearon unos numero para ver cual disfraz le toco a cada uno. No se queja del que le toco, pero, podía ser mejor. El atuendo es de su talla, claramente, y no es como si los colores no le gustaran, el punto es que se le va hacer difícil moverse. Tiene el presentimiento de que su maestra y Jessica lo planearon, las dos lo miraban con una sonrisa satisfecha cuando se estaba yendo a cambiar. Antes le toco el turno en la cocina, al igual que su hermano, Alaude y Daemon. Y ahora es turno de que ayuden atendiendo a los clientes. Aunque se preguntaran ¿Por que tiene tanta clientela cuando los chicos están ayudando en la cocina? Se expandió el rumor de "Giotto-sama, Daemon-sama y Alaude-sama están ayudando en la cocina ¡Podemos comer lo que cocinan ellos!" y un monto de gritos, chillidos y desmayos se escucharon. *Toc Toc* El castaño miro la puerta tratando de ponerse el traje. -Adelante. -¿Tsuna? ¿Ya estas listo? -La voz de su hermano se escucho mientras entra. En momento como este es cuando Tsuna tiene lastima de su gemelo menor. Giotto ya de por si es muy guapo, ahora, vestido de policía lo es aun más. Probablemente muchos chillidos, grito y más desmayos se producirán. El rubio quedo en silencio mirándole fijamente, parecía que buscaba las palabras, sin lograr encontrarlas. -Nu fufu ¿Por que se tardan tanto? -Daemon apareció detrás de Giotto, sacando del trance a este.-...Rodaran cabezas por culpa de Reborn. -¡Te ves increíble! -Grito Giotto sonriendo a lo grande.- ¡Jessica y sensei si que lo pensaron bien! Su hermano le dijo quien fueron las culpables, bueno, confirmo quienes son las culpables. Una sonrisa suave se formo en sus labios, puede vengarse después. Ahora tiene que encargarse de la cocina. -¡Giotto! ¡Traidor! -Grito Jessica desde la cocina. -Upps.- Dijo encogiéndose de hombros con una sonrisa nerviosa. -Nu fufu, me gustaría verte con esto puesto al final de día. -Daemon sonrió de costado. -Este Hanfu* claramente es de mujer.- Dijo Tsuna suspirando mientras mueve se prende de largas mangas. - ¿Como voy a ayudar en la cocina con esto puesto? -Pregunto alzando una ceja. -Te toca ayudar con la clientela.- Dijo Giotto recordandole, tan centrado en lo que lleva puesto que se olvido. -¡Chicos! ¡Necesitamos ayuda con los clientes! -Jessica apareció con la respiración agitada, estuvo por hablar pero paro su mirada en Tsuna. -¡Te queda hermoso! Sabia que luciría mejor en ti que en una chica.- Chillo como un fan girl, totalmente emocionada y casi sin poder controlarse. - Oh, mnm...Err... ¿Que estaba diciendo? -Algo sobre los clientes.- Hizo recordar otra vez el rubio. -¡Cierto! -Grito.- Lo siento Giotto-kun, Daemon-kun, van a tener que seguir ayudando con los clientes.- Suspiro.- Estamos hasta el tope con los clientes. -¿No es mejor que ayudemos en la cocina? -Pregunto saliendo del salón, los tres caminaron a paso rápido. -No, en la cocina estamos mejor.- Dijo sonriendo.- Tenemos todo preparado,la gente es un problema. Shito esta haciendo muy buen trabajo como mayordomo y Alaude-san esta perdiendo la paciencia con las fans. Tanto Tsuna como Giotto pensaron que eso no es nada bueno, para nada bueno. Un Alaude enojado no es algo que las chicas quieran enfrentar. Jessica se paro frente a un mueble, saco tres libretas y se las entrego. -Vallan, antes de que se descontrole todo. -Y con eso se fue corriendo a la cocina. Se miraron entre ellos un momento, Tsuna fue el primero en salir. Lineo una sonrisa suave en sus labios y salio, las personas paraban a mirarlo. Deteniéndose frente a un grupo de chica, sentadas y esperando, saco la libreta. -¿Puedo tomar sus ordenes My ladies? -Pregunto haciendo una reverencia suave y elegante, sus dotes de actuación salieron a flote. -¿E-Eh? -Pregunto una parpadeando, la única en reaccionar.- ¡A-Ah! S-Si. -Se aclaro la garganta para disimular su gran sonrojo mientras que sus amigas trataban de no chillar. - Queremos tres cafes, una limonada y cuatro Mousse de chocolate por favor. -Sera un honor servirles.- Sin dejar se sonreír escribió los pedidos.- Ahora, si me disculpan, sus pedidos estarán en un momento. -Las chicas asintieron casi desmayándose.- Pueden llamarse si necesitan algo más. -¡G-Gracias! Su gemelos menor y otros alumnos de la clase se aguantaban la risa, el castaño sabe actuar muy bien. Puede hacer sentir a una chica la reina del mundo aun cuando tiene puesto el traje de una mujer. Pasaron dos horas entre pedidos y más pedidos, cansados y todo siguieron trabajando. Recaudador mucho dinero, tanto que les sorprendió. Tsuna suspiro con una sonrisa, a pesar de que pasaron dos horas los clientes fueron incrementando. Tienen muy buena reputación, se expande por todo el edificio. -¿Oka-san? -Una voz suave pregunto, el castaño se dio vuelta para ver a Lambo. -¿Lambo? -Pregunto caminando hasta poder arrodillarse a su altura. -¿Tsuna-san? -Pregunto otra voz, Fuuta. -¡Oh! Fuuta.- Exclamo sonriendo con cariño. -¿Que hacen ustedes dos solo acá? -Giotto, Alaude y Daemon les miran, pero siguen trabajando. -Vienen conmigo.- Dijo Reborn entrando, todas las miradas se instalaron en él. - Estuvieron molestando todo el rato con venir. -Su mirada paso de arriba abajo en el cuerpo de Tsuna, quien se abrazo frunciendo el ceño con las mejillas sonrojadas. -¡Deja de mirarme así! -Se quejo entre dientes. -¿Así como? -Pregunto sonriendo bajo su sombrero. -Hmp.- Dij mirando a otro lado, acaricio la cabeza de Fuuta que le abraza por el estomago mientras que subió a Lambo a sus brazos. -Esperamos no molestar Tsuna-san.- Uni, Byakuran y Enma entraron detrás de Reborn, su voz es suave, no quiere llamar la atención. -Chicos.- Los saludo sonriendo con suavidad y cariño.- No, esta bien. Cuanta más gente mejor, las cosas se disfrutan mejor en compañía. -¡Tsu! -Llamo Jessica saliendo de la cocina.- Puedes tomarte un descanso, vuelve dentro de una hora. -Bien.- Respondió sonriendo. -¿Quieren algo para comer chicos? -Pregunto mirando a los dos niños. -¡Lambo-san quiere una tarta de uva! -Dijo sonriendo. -U-Un jugo de naranja y tarta de chocolate por favor.- Susurro inquieto por todas las miradas, Tsuna le siguió acariciando la cabeza, gesto que le tranquilizo. -¿Ustedes? -Miro a los otros tres. -Yo estoy bien.- Dijo Byakuran sacando una bolsa de malvaviscos. -Una tarta de frutilla.- Dijo Uni insegura, aun así lo dijo. -Chocolate caliente y una torta de vainilla.- Susurro Enma sin mirar a nadie. -¡A la orden! -Dijo Giotto terminando de escribir en la libreta, les sonrió a los recién llegados y se paro al lado de Tsuna. - Ahora se los traigo. -Siguió, coloco la lapicera arriba en su oreja y se dio media vuelta. -¿Cuando tocaran los mocosos? -Pregunto de la nada Reborn bebiendo de un Expresso que solo dios sabe de donde lo saco. -No les digas así.- Regaño Tsuna.- Tocaran a las 5, el festival cerrara a las 9. Tienen muchos evento que presenta y en la noche es donde tenemos más visitantes. -¿A que ahora actuaras Oka-san? -Pregunto Lambo. -Cerca de las 7.- Dijo sonriendo.- Con suerte antes, el escenario es todo nuestro y mientras que terminemos con el café temprano esta bien. -Este lugar tiene todo.- Menciono Reborn mirando a Tsuna, el castaño sabe que Reborn se esta aguantando las ganas de matar a todos. No quieren hacer publica su relación todavía, el mundo del entretenimientos es bastante escandaloso y con suerte La primera generación zafa de los absurdo rumores de los famosos. Solo quieren que los cercanos a ellos sepan que están saliendo. -Fuiste tu quien me inscribió acá.- Resoplo de manera linda, causando algunos derrames nasales en el fondo. -Acá tienen los pedidos.- Giotto regreso con todo los pedidos en bandeja de plata, se sentaron en una mesa libre cerca de la ventana, el rubio dejo los pedidos sobre la mesa mientras hablaba con Uni, Enma y Byakuran. -Tengo que ir a buscar mis cosas al salón.- Aviso Tsuna bajando a Lambo, acomodo a los niños.- Regreso enseguida. -Esta bien. El castaño se fue a paso rápido, esquivando a las personas e ignorando insinuaciones. Llego rápido al salón, busco su celular, billetera y una campera fina, sonrió satisfecho. Una vez se dio vuelta para irse se encontró con Reborn sobre la puerta cerrada. Le causo un susto muy grande pero no grito. -¡Reborn! -Se quejo frunciendo el ceño. Más el cazador de talentos no dijo nada, solo camino hasta quedar frente suyo y besarle. Tsuna quiso negare, pero el pelinegro sabe que hacer para que se rinda. Deslizo sus manos a la espalda baja del castaño, besándolo con delicadeza al principio y subiendo el tono solo un poco. Se separaron por falta de aire. -¿Porque fue eso...? -Pregunto respirando agitado. -Por no mandarme una foto y ser yo el primero en verte así.- Gruño.       
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