Maeve Las respuestas de Kane, cada una cargada de sinceridad y peligro, dejaban claro que había capas en él que aún no había explorado completamente. Sin embargo, por el momento, había decidido no indagar más. No ahora, no cuando me encontraba en una posición un poco comprometedora. Me había manejado con una facilidad exquisita, dejándome apoyada en mis rodillas y manos sobre la cama mientras él se acomodado detrás de mí, tomándome con una intensidad abrumadora. Levantó la mano y la golpeó contra la parte posterior de mi muslo, haciéndome jadear. Apenas tuve tiempo de recuperarme antes de que lo hiciera de nuevo, más fuerte esta vez mientras me penetraba con movimientos constantes. El calor ardía entre mis muslos y se me escapó un gemido de placer. Su palma golpeó mi trasero y gemí