Kane Me desperté temprano, justo cuando los primeros rayos del sol empezaban a entrar por la ventana. Maeve seguía dormida, acurrucada entre las sábanas, y la verdad es que me costó decidirme a salir de la cama. Suspiré antes de levantarme, y le dejé un beso en la mejilla, su piel estaba suave y fresca. Me quedé un momento parado al pie de la cama, observándola. Se veía tan tranquila y hermosa que me hubiera gustado quedarme ahí mirándola todo el día, pero sabía que tenía cosas que hacer. Con un poco de desgana, me vestí rápido con lo primero que encontré y me fui directo a la cocina. Encontré mi teléfono y vi que Ada había mandado un mensaje diciendo que ya había arreglado lo de anoche, le respondí con un simple "ok". Dejé el teléfono a un lado y me puse a hacer café. Quería hacer