Miro a la mujer que está sentada a mi lado con sus ojos cerrados descansando después de haber llorado al confesarme el infierno por el cual ha pasado. Si bien, sigo creyendo que es insoportable y muy arrogante; ahora la comprendo un poco más. Lo que sí es innegable es que su rostro parece el de un ángel, aunque de eso no tiene absolutamente nada ¿o quizás sí?
Sus ojos se abren sorprendiéndome infraganti y por un momento siento la necesidad de disimular que estoy mirando por la ventanilla, pero creo que es muy tarde.
— ¿Qué tanto me miras? Me pregunta seria.
—Nada...
— ¿Me miras y ves nada? Me pregunta de manera sarcástica.
—Vale, si... si veo algo claro que sí, pero solo pensaba...
—Pablo, no pienses. No te preocupes por mí. Me dice interrumpiéndome.
— ¿Por qué dices eso? Pregunto muy confundido.
—Tienes que prometerme algo. Dice acomodándose en el asiento.
— ¿Qué cosa?
—Que no te enamoraras de mí. Me dice muy seria.
—Entiendo que has sufrido Jackie, pero la arrogancia... ¿No la piensas dejar a un lado? Le pregunto en modo de sarcasmo.
—No soy arrogante por decirte eso. Simplemente te estoy pidiendo que no te enamores de mí.
— ¿Qué te hace creer que lo hare? Tú no eres mi tipo.
—Mejor, porque tú el mío tampoco. Me dice y luego fija su vista a la ventanilla.
—Creí que nos llevaríamos mejor... Pero, veo que no es así.
—Las cosas no empezaron bien entre tú y yo... No pretendas que un vuelo de más de 14 horas solucione las cosas. Dice lanzándome una sonrisa.
— ¿Ves porque no podría enamorarme de ti? Le pregunto entre risas.
— ¿Por mi dulce carácter? Dice en broma.
—Sí, es que no te lo he dicho, pero eres más dulce que la miel eh...
— I know. Dice cruzándose de brazos como niña pequeña haciéndome reír.
—Y a ver mujer dulce como la miel, ¿le puedo hacer una pregunta o sacara la fiera que lleva dentro?
—Intentare ser amable, pero depende de tu pregunta...
—Solo quería saber la edad de mi "esposa." Digo haciendo la seña de las comillas con mis dedos mientras digo la palabra esposa.
—No me llames así por favor. Me pide de una manera ¿amable? ¿Ella amable conmigo? Eso si es extraño.
—28...
Así que es mayor que yo...
— ¿Puedo preguntar cuando cumples años?
—30 de noviembre... ¿Te pregunto lo mismo?
— ¿Por qué preguntas si debes preguntar lo mismo?
—Porque no sé si quiero saber tanto de ti...
—Deberías; recuerda estamos casados y debemos fingir que somos una pareja normal. Le digo para intentar convencerla.
— ¿Ósea que debo saber tus secretos y tú los míos? ¿Eso dices?
—No estaría mal, pero tampoco te comportes como un agente del FBI por favor... Le pido.
—No te preocupes, eso no es lo mío...
— ¿Y qué es lo tuyo? Pregunto con mucha curiosidad.
—Otras cosas que a ti no te contare... pero, vamos responde mi pregunta...
—27 y cumplo años el 31 de mayo.
— ¡¿Eres menor que yo?! Me pregunta casi como si fuese un delito.
—Vamos, no es que me lleves 20 años...
—No, claro... pero nunca estuve con alguien menor que yo...
Vaya al fin me cuenta algo de ella.
—Yo en cambio sí he estado con mujeres mayores que yo. Le digo con una media sonrisa.
—Sabes, no me interesan mucho los detalles de tu vida s****l ni amorosa....
—Debería...
— ¿Por qué?
—Ni siquiera sabes si tengo novia o no... Le digo intentado incomodarla, pero creo que es inútil.
—Mira, si tienes novia o no es problema tuyo... igual imagino que no...
— ¿Por qué crees que no?
—No estarías tan tranquilo en traerme a España si estuvieras con alguien.
—Vaya... prestas atenciones a todo. ¿Trabajas de detective?
—No, pero aprendí a prestar mucha atención para que no vuelvan a lastimarme.
—Yo no lo hare...
—Así quieras hacerlo no te dejare. Dice de manera borde.
—Vi que tienes un tatuaje... ¿Qué significa? Le pregunto cambiando de tema completamente.
— ¿Cuándo lo viste? Me pregunta sorprendida.
—Eh... la otra mañana... ya sabes cuándo...
—Sí, se dé que hablas... No me lo recuerdes. Dice levantado su mano para que pare de hablar.
— ¿Entonces? ¿Qué significa? Es que no lo he visto muy bien. Le aclaro.
Sorpresivamente ella se quita su americana de cuero, baja la manga de su blusa y se voltea para que pueda ver su espalda.
—Free yourself. Ósea libera tu ser o libérate... como quieras llamarlo.
—Sí, se inglés. Le digo serio, pero solo puedo colocar mi dedo índice sobre su piel y acariciar el tatuaje de la pluma con los pájaros volando conectados con la frase. Es hermoso... —Me encanta... Le digo acariciándolo, pero al sentir mi caricia ella se aleja.
—Por favor no lo hagas... Me pide mientras acomoda su blusa.
—Lo siento, no quise molestarte. Le digo algo preocupado por su reacción.
—No eres tú... soy yo... no soporto las caricias en mi cuerpo...no si no son de...
Ella se caya y sé que habla de él.
— ¿De Damián?
—Aha...
—Vale, no fue mi intención...
—No es tu culpa...
— ¿Tanto daño te hizo? Pregunto refiriéndome a lo que ella me ha contado.
—No quiero hablar de eso ahora...
—Entiendo... pero ¿ese tatuaje que significa para ti?
No es que quiera presionarla, pero de verdad tengo mucha curiosidad.
—Ese tatuaje me lo hice el día que recuperé mi vida. Es demasiado importante para mí.
— ¿Por qué?
—Es que con lo que me sucedió a mi he logrado ayudar a...
Ella se queda callada, es como si no quisiera que sepa de algo y tengo una leve sospecha de que puede ser.
— ¿Tiene algo que ver con tus fundaciones? Le pregunto y claramente la he sorprendido. Sus ojos están abiertos de par en par.
— ¿Quién te lo ha dicho? ¡¿Acaso me investigaste?! Pregunta casi como si estuviese indignada.
¿Por qué no quiere que lo sepa?
—Tus amigas...
—No debieron...
— ¿Por qué?
—Porque no es necesario que tú lo sepas.
—Pero ya lo sé... ¿me dirás que haces?
—Es que no hablo de esas cosas...
—Jackie, mira... sé que no soy tu esposo de verdad... ya sabes a que me refiero, pero cuéntame... quizás me interese el proyecto y quiera ayudarte.
—Está bien... si, ayudo a otros a través de las fundaciones.
¿Ha dicho las? ¿Plural?
— ¿A quienes ayudas? Le pregunto con mucha más curiosidad que antes.
—Me concentro mucho en mujeres maltratadas, es en esa a la que más tiempo dedico. Esa lleva el nombre y el logo de mi tatuaje.
Eso sí que no me lo esperaba...
—Eso es muy bonito ¿Y las otras? ¿Cuántas son?
Creo que me estoy empezando a preocupar... esta mujer no es la que yo conocí en Las Vegas... No es la que me grito durante todo el día... ¿Sufrirá de doble personalidad? ¿O como me han dicho sus amigas usa su carácter como un escudo contra mí?
—Niños enfermos, educación, gente con discapacidades, y madres solteras. No sé muy bien ya cuantas son; no las cuento.
—Es que te escucho y no lo creo... eres la persona más arrogante que he conocido; ¿Cómo puedes también ser la persona más caritativa y humanitaria? Juro que me volverás loco... ¿con quién me case? ¿Con la arrogante o con la humanitaria? Le pregunto demasiado confundido.
—Con ninguna, te casaste con una mujer que se pasó de copas en Las Vegas...mejor dicho que tomo algo que aún no sé lo que es... con esa te casaste.
—Entonces si no me case con ninguna de esas, al menos dime ¿a quién estoy llevando a mi casa?
—Quizás un poco de las dos... quizás a ninguna...
— ¿Por qué eres así? No entiendo ¿no quieres que te vea como una buena persona? Le pregunto frustrado.
—No tienes que entender nada... solo tenemos que convivir tres meses. No entiendo por qué quieres comprenderme.
Tiene razón... ¿Por qué quiero comprenderla? Es como lo ha dicho... son solo tres meses.
—Llevas razón. Le digo y luego guardo silencio para escuchar al piloto que nos dice que estamos por aterrizar en Madrid, donde debemos tomar nuestro vuelo de conexión.