En aquel momento, el hombre tomó bruscamente a Rosa del brazo y se encerró con ella en esas caballerizas desesperado por convencerla de nuevo. Entonces, con sus ojos abiertos de par en par el pelinegro sujetando el brazo de la morena exclamó: —¡No te puedes divorciar de mí, eso no pasa en mi familia! —¡Suéltame, no quiero que me toques más en la vida! ¡me arrepiento de haberme acostado contigo esta mañana y de haber caído en tus sucias redes nuevamente! Y si me voy a divorciar de ti, ya mi corazón no soporta más engaños de tu parte Henry —Sus lágrimas caían como grandes gotas sobre sus mejillas —¡Lo siento pero ya no puedo más, no puedo seguir llevando este matrimonio yo sola! » Fui la mujer más estúpida del planeta tierra al enamorarme y creerle a un hombre egoísta como tu que en tres