Capitulo 2. Planes oscuros

2923 Words
¿Y cómo Rosa María conoció a los Wallas?... Los Wallas, tenían unas joyerías muy famosas las cuales estaban por todo el Reino Unido quienes los hacían una de las familias más poderosas en ese país, a parte de sus raíces monárquicas gracias a su bisabuelo el conde George quien murió ya hace cinco años y su bisabuela Agnes quien tenía ya unos 97 años de edad. La señora Agnes a pesar de que era muy anciana, todavía estaba muy vivaz y se encargaba de las joyerías junto con su nieto el padre de Henry y también todos sus bisnietos quienes eran encargados de todas esas joyerías por toda esa ciudad de millonarios y aristócratas reales de Windsor. Los padres de Henry conocieron a Rosa, el 20 de julio del 2017, en uno de sus viajes para ver como estaban una de sus minas de piedras preciosas en este caso diamantes y esmeralda. La joven costarricense, venía de una familia de artesanos de piedras preciosas, los cuales habían trabajado incrustando joyas por muchas generaciones. Rosa y su familia eran de la clase media trabajadora de Costa Rica, los cuales les trabajaban a distintas joyerías en su región. Ellos trabajaban como artesanos de joyas y sabían de una técnica de incrustación la cual era muy difícil de conseguir con artesanos de joyas actuales. Los Wallas conocieron a Rosa maría por medio de un proveedor de joyas el cual le mostro un anillo de compromiso diseñado y hecho por ella, quien era una experta en el área de diseño e incrustación, pero viviendo en su país, su talento estaba desperdiciado. Costa rica año 2017… —¡Vaya, que hermoso anillo y miren como está tallado! ¿Lo hizo usted? —comentó Pippa la madre de Henry. El proveedor de las joyas le respondió: —Eh… no, eso lo hizo una muchacha, su familia trabaja para nosotros. Enseguida, el padre de Henry, Phillipe le contesta: —Me encantaría conocerla, si usted quiere le puede traducir lo que nosotros le digamos. —No se preocupe le diré que venga ahora mismo y que unas personas importantes de Europa quieren verla. Aquella vez, el proveedor de joyas llamó a Rosa maría por telefono y al decirle que unas personas importantes la querían conocer, fue de inmediato a esa joyería. Luego, pasados unos minutos, la morena fue hasta allá y se pudo dar cuenta, que una pareja la cual se veía muy aristócrata la esperaban. Era obvio que Rosa maría al verlos se sintió muy intimidada, no solo por como estaban vestidos si no por su aura de grandeza y de personas importantes. Entonces, Pippa la madre de Henry con una sonrisa fingida le pregunta con un mal español: —¿Houla, como estas chique mi llamou Pippa y tú? Aquel día, Rosa quien sabía ingles porque le gustaba mucho todo lo relacionado al exterior, por muchos años desde pequeña había aprendido el idioma, así que para ella el inglés era pan comido, por lo que sin mucho esfuerzo le responde en inglés: —No se preocupe señora, yo se inglés. Hábleme y la entiendo. Los aristócratas británicos se quedaron sorprendidos por su soltura con el idioma, por lo que, empezaron a hablarle con mucha tranquilidad. —¡Ay, qué bueno que sabes inglés que inteligente eres! —comentó Pippa con hipocresía. —¡Muchas gracias señora, me llamo Rosa María, dígame que se les ofrece! La mujer quien era una aristócrata la cual consideraba a las demás culturas de baja categoría y más la latina, le dice en un tono muy satírico: —¡Oh, que nombre más exótico y lindo, Rosa! Pues… a mi esposo y a mi nos encantó el diseño y la incrustación de este anillo de compromiso, Miguel nos dijo que tu fuiste la que lo hiciste, esta técnica de verdad nunca la habíamos visto en años con nuestros artesanos ingleses. ¿Quién te la enseñó linda? —Oh, esa es una técnica que solo mi familia y yo sabemos, nos las enseñó mi abuelo que en paz descanse. —¡Ay me parece super excelente! ¿oye y nos podrías enseñar como es que lo haces? Rosa sintiéndose un tanto incomoda porque eso era un secreto familiar, le responde: —Eh, lo siento no puedo. Esa es una técnica que está solo en nuestra familia de artesanos y no lo podemos revelar. El padre de Henry, sacó su chequera y mirando a la chica un tanto presumido le respondió: —Te daré 50 mil euros para que nos des el secreto. Total eso aquí en tu país es mucho. ¿Qué dices? Rosa quien se sentía un tanto intimidada con ellos no dio su brazo a torcer en ese momento y con una sonrisa incomoda le contestó: —No señor, lo siento mucho. Es una herencia familiar y no la podemos revelar. Esa actitud de la chica de no querer revelar ese secreto les pareció super absurda. Lo que ellos no sabían era que la joven se estaba guardando para algún día ella tener una tienda de joyas y luego montar su propio negocio. Sin embargo, aquel día, la conversación con la chica es interrumpida por un apuesto pelinegro muy alto, usando lentes oscuros, vestido con una camisa azul claro, manga corta de botones, pantalón de mezclilla, y zapatos marrones entró a aquel lugar comiéndose un helado local. —Padres, hace mucho calor, les venía a decir que los esperaré en el auto. Rosa maría al ver a aquel guapo galán aristócrata quedó totalmente flechada y boquiabierta, tanto que ella cargaba un pequeño monedero en sus manos y del asombro al ver al apuesto Henry Wallas se le cayó de las manos. «¡Dios mío que hombre tan hermoso!» De inmediato, Pippa la madre de Henry, pudo observar el asombro de la morena al ver a su hijo. Así pues, ella con mucha malicia pensó: «Já, parece que le gusta Henry bueno quien no le gustaría mi hijo, tal vez si lo uno a ella, nos dirá el secreto de la incrustación de diamantes y gratis jajajaja» Así que, la mujer viendo esto, sonriendo de forma maliciosa le comentó: —Rosa, te presento a mi hijo Henry, tiene 27 años y es el encargado de varias joyerías en Inglaterra. —miró a Henry —hijo mío, te presento a Rosa, es una linda chica muy inteligente la cual diseña muy hermoso. —Le enseña el anillo que hizo la joven —mira, este anillo lo hizo ella. Henry en aquel momento, le hace una sonrisa amable a Rosa, tomó el anillo y mientras lo miraba, la morena quien había sido flechada por cupido por aquel hombre tan apuesto y elegante veía cada movimiento que hacía Henry en aquel instante. «¡Que piel tan hermosa tiene y que manos tan lindas, que rostro! nunca en mi vida he visto a un hombre así como él» En aquel instante, Henry, haciéndole una sonrisa amable a la muchacha le entrega el anillo y le dice en español: —Está muy bonito. ¿Lo diseñaste tu? Henry Wallas era un hombre que sabía tres idiomas a la perfección ya que, desde muy pequeño fue criado en las escuelas más influyentes de Reino Unido y le encantaba aprender nuevas lenguas. El apuesto aristócrata sabía español, francés y alemán los cuales hablaba con mucha fluidez y en los viajes a sur america o centro america, ayudaba a sus padres cuando iban a las minas de diamantes o de oro. Entonces, en aquella mañana, la mujer se quedó sorprendida de que aquel hombre inglés supiera español con mucha fluidez. —¡Guao, habla muy bien español para ser de Inglaterra! —Si, me gustan los idiomas, además lo necesito mucho cuando vengo aquí por piedras preciosas. La señora Pippa, al ver que la muchacha estaba algo nerviosa y admirada con su hijo, no dudó en dejarlos conversar. —Henry, tu padre y yo vamos a ir por algo de comer con el señor Miguel, espéranos aquí, si quieres sigue conversando con Rosa. El pelinegro quien no tenía nada más que hablar con esa extraña, le dice a su madre en inglés: —¿Mamá y que tengo yo que hablar con ella, no la conozco y para qué? Pippa le sonríe de manera incomoda entre dientes a su hijo y le responde: —¡Henry, Rosa sabe inglés! —¿Qué, tú sabes inglés? Rosa muy intimidada por aquel apuesto caballero británico le responde: —Si señor, pero no se preocupe no tiene que hablar conmigo si no es necesario. Pippa, quien quería que Rosa se enamorara de su hijo para que le dijera el secreto le dice: —Vamos, Rosa, si quieres puedes enseñarles tu trabajos de artesanías a mi hijo. Él es el encargado del área de producción. A Henry no le gustaba estar con extraños, pero su madre era muy insistente así que no le quedó más remedio que ir con la inocente trabajadora hasta el taller donde trabajaba con sus padres para que él viera su trabajo. La morena en aquel momento se sentía como en un sueño, porque aquel hombre aristócrata estaba con ella. Su olor a hombre rico el encantaba y su cara sería muy interesante también. Henry en el camino no hablaba si no que se preguntaba en pensamientos porque su madre quería que hablara con esta humilde chica. Entonces, Rosa algo nerviosa mientras caminaba le trató de sacar conversación en inglés diciéndole: —Señor y… ¿de que parte de Inglaterra son ustedes? —Mmm, somos de Windsor, me imagino que no conoces ¿o sí? Rosa aquella vez bajando su mirada estando muy nerviosa caminando con él hacía el taller le responde: —Si, he escuchado pero es obvio que nunca he ido, debe ser un lugar hermoso como todos los de Gran Bretaña. Henry en realidad quería estar dentro del auto con aire acondicionado. Él no le gustaba ir mucho a sur america por el clima, así que aquel día estaban a unos 35 grados con mucha humedad cosa que a Henry lo estaba haciendo sentir muy incómodo. Entonces, caminando con algo de disgusto con Rosa le dice: —Oye, ¿en el taller donde estás hay aire acondicionado? Rosa mirándolo con preocupación exclamó: —¡No señor, lo que hay es ventiladores! Enseguida, el hombre aristócrata se detiene y le dice terminándose de comer un helado que tenía en sus manos para refrescarse un poco. —Entonces lo siento, no puedo ir allá. La humedad y el calor me está matando. Rosa preocupada por su estado porque se estaba poniendo muy rojo le dice: —Oiga, si quiere puede entrar en mi casa, en mi sala hay aire acondicionado. Henry echándose aire le contesta muy ansioso: —¿Es muy lejos? —Mire, es aquella de la puerta verde. Si quiere dígale a sus padres que está aquí por cuestiones de seguridad, soy una extraña y ahora va a entrar a mi casa. Henry desesperado por el calor, le llama a su madre y le dice que estará en la casa de Rosa por un tiempo para refrescarse. Pippa le da el visto bueno y le pide la dirección para irlo a buscar luego. El vecindario donde vivía Rosa era muy bonito, era de la clase media trabajadora costarricense y estaba muy limpio. Entonces, caminando con Rosa le comentó: —Las calles son muy limpias por aquí, me sorprende mucho. —Si señor, todos los vecinos limpiamos de noche. —Llegaron a la casa. Los padres de Rosa no estaban en el taller, por lo tanto ella iba a estar sola con Henry en aquella mañana. Sus vecinos chismosos se quedaron asombrados, al ver a Rosa llegar con ese hombre tan alto de piel muy blanca y tan gallardo, vestido de ropa sencilla pero que se veía muy fina. Rosa se sentía como un cuento de hadas porque aquel caballero tan apuesto, iba a entrar a su casa. Luego, al abrir la puerta, la chica algo nerviosa, lo invitó a pasar y le dijo: —¡Pase señor, esta es mi humilde casa! Henry quien estaba acostumbrado a su gran mansión de mil millones de euros, la casa de Rosa le pareció casi que una casa de juguetes. Entonces, como era muy alto de inmediato se sentó en el sofá de la sala. Rosa encendió el aire acondicionado y le ofreció algo de agua fría al hombre para que se refrescara. —Tome señor, le eché bastante hielo para que se le quite el calor. Henry tomando el vaso un tanto incomodo por estar en esa casa la cual él consideraba pobre le dijo: —Gracias. Rosa quien aquella vez no se le podía quitar la sonrisa de su rostro, mirando al hombre le dijo: —Bueno, ya le busco mi portafolio para que lo vea. De inmediato, Rosa interesada en el hombre, fue hasta su habitación y le dio su portafolio. Henry se quedó muy asombrado por los diseños y las incrustaciones de la chica, porque no las había visto anteriormente, en ninguna parte del mundo o cualquier joyero que él conocía. —¡Guao eres bien talentosa! Rosa sonrojada le respondió: —¡Muchas gracias señor! Aquel día la pelinegra le enseñó sus diseños al hombre muy encantada de estar con semejante caballero tan apuesto. Luego, pasados unos minutos, el hombre quien se sentía un tanto incomodo de estar ahí en ese lugar con aquella chica latina desconocida no duda en llamar a sus padres para que lo vengan a buscar. Los señores van hacía aquel lugar y luego Henry se despide de ella en español de una manera muy política. —Bueno, espero que estes bien Rosa. La pelinegra con ojos brillantes de la atracción que sentía hacía él le responde: —¡Usted también señor, que le vaya bien! Aquella vez, el hombre se va, y camina directo hacia la camioneta donde estaban sus padres. Luego, al estar adentro con ellos, el hombre suelta un suspiro y les dice: —¡Ah, me sentía muy incomodo con esa chica, ¿Por qué se fueron y me dejaron con ella?! Pippa, quien era la que mandaba en todo en su casa mirándolo con malicia le dice: —Es una chica muy talentosa, ¿viste como maneja las piedras? ¿te enseñó algo? —Si, es muy buena, pero no entiendo porque me dejaste con ella madre. Recuerda que solo venimos a este país a buscar diamantes y oro no a socializar con los locales. Pippa, se acerca a él y tomando una de sus manos le dice: —Hijo, esa chica es un diamante en bruto, le dijimos que nos enseñara como incrusta los diamantes a los anillos de esa forma tan peculiar y dijo que no me quiso decir porque era un secreto familiar. Nuestros artesanos no saben de esas técnicas y si esa chica nos llega a decir ese método reventaremos el mercado. De inmediato su padre Philippe mirándolo con mucha prepotencia le contestó: —Hasta le ofrecimos dinero a la muy tonta y nos lo despreció. —Bueno, padres no nos moriremos por no tener esa técnica, estamos bien así. Pippa muy enojada le dice alzando la voz: —¡Henry por Dios, que cosas dices! recuerda que siempre debemos estar a la vanguardia así que necesitamos que esa pobretona nos diga ese secreto sí o sí. Creo que con tu ayuda lo obtendremos. Henry alzó una de sus cejas y le respondió: —¿Con mi ayuda? —¡Si, necesito que la conquistes, se nota que con unas palabritas caerá ante tus pies para que en un futuro muy cercano te cases con ella! Henry mira a sus padres con asombro y exclama: —¿Qué? ¿Casarme con esa chica? ¡pero como si yo estoy con Amanda! —¡Ay, hablaré con Amanda y ella entenderá. Puedes quedarte con ella mientras estés con esa tierruda! Aquella familia, en esa mañana estaban jugando con la suerte y el futuro de Rosa sin ella saber nada. Henry no se quería casar con ella porque amaba a otra mujer, su novia de la adolescencia con la cual había decidido casarse hace poco. —¡Lo siento madre no me voy a casar con esa chica! ¡están locos ustedes! —¡Si lo harás Henry quieras o no! Solo necesitamos que ella nos revele el secreto, tu seguirás viviendo tu vida normal y ya, no le veo cual es el problema. —comentó Pippa. —Sí pero… ¿y si se embaraza y tengo hijos con ella? porque es obvio que me tengo que acostar con ella, o si no se vería raro. —Pues… protégete siempre, no me gustaría tener nietos mestizos y a tu padre tampoco, ¿Verdad Philippe? —Exactamente, nada de nietos mestizos, así que, obedece y cásate con ella, de todas maneras puedes seguir viviendo como siempre y estar con Amanda. Solo necesitamos la técnica, y luego te puedes divorciar. Henry con sus padres no tenía escapatoria, así que, pensó que si estando con ella podía estar con Amanda, todo estaría igual. Por lo tanto, los miró con fastidio y revoloteando sus ojos le comentó: —Está bien, la conquistaré y me casaré con ella. Le informaré a Amanda de todo esto. Pippa muy alegre porque logró su cometido le respondió: —¡No te preocupes que nosotros también hablaremos con ella!
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD