HUYAMOS

2059 Words
De vuelta al bosque -Tranquila Brena, tienes tu capa de invisibilidad- le susurré inmóvil a mi amiga. -S…s…..s….i….i…..i- ella susurró con voz temblorosa. -A la cuenta de tres te la pondrás y correrás tras de ese gran árbol a tu derecha- le ordené- 1……2……3! Brena se tapó con su manto y se volvió invisible, yo procedí a hacer lo mismo, pero algo no funcionó. Jalé lo que más pude el pedazo de género pero estaba atascado en..……¡Sus dientes!. Vi como el lobo lo capturó de un mordisco sin darme la posibilidad de taparme. Sentí como el nerviosismo me invadió y no atiné a hacer nada más que enfrentarlo. Si iba morir lo haría dignamente y a mi manera. -Suéltame bola de pelos- le grité y el ni se inmutó- Suéltame te dije, soy una bruja muy poderosa- aunque fuera una mentira y yo tan solo fuese una bruja aprendiz, me convencí de mis propias palabras. -jajajaja- lo sentí burlarse de mí entre dientes, mientras aún sujetaba mi capa – puedo ver el temor en tus ojos, estás aterrorizada por mí. -No, no es cierto. Ahora deja mi capa y vete- le volví a dar una orden como si el realmente me fuese a obedecer. -No antes de devorarte- se acercó y puso sus ojos rojos en frente de los míos. Es real hoy moriré. Gracias vida por tanto y por tan poco. El dramatismo siempre fue lo mío. -Pero antes quiero que me digas que haces aquí por la noche, en mis dominios- vi una posibilidad en esa pregunta, quizás hoy no me tocaría dormir para siempre. - Si te respondo, ¿prometes no comerme? - estaba negociando. -Muy astuta niña, quizás podría pensarlo ¡Ahora responde a mi pregunta! - Esta bien, primero no soy una niña- no se bien porque le estaba explicando eso, pero no quería que me viera como una mocosa indefensa. Yo ya era adulta. Noté como lo estaba haciendo perder su paciencia, así que me apresuré a decir otra frase. -Segundo, y en respuesta a tu pregunta- por favor no te des tantas vueltas y dile ¡ya!- Salimos con mi amiga a conocer el mundo. Así de simple. -Jajaja, ¿A caso eres tonta o se te zafó un tornillo? – En otra circunstancia me habría retirado indignada ante tan burla, pero considerando que me tenía atrapada por mi capa decidí dejar pasar su ofensa. - De ninguna manera, me cansé de vivir escondida, es hora de ver que hay más allá- le respondí muy segura. Y llamé su atención. - Está bien suponiendo que puedas salir, sin antes morir, del bosque ¿Qué más harás, ¿dónde irás? - Era una muy buena pregunta, de hecho, la mejor. Pero no tenía respuesta, ya que mi plan sólo llegaba hasta subirnos a la barcaza que dejé atada junto al puente. ¿Dónde diablos iríamos? Dije lo primero que se me vino a la mente- Pues el destino decidirá- crucé mis brazos sobre mi pecho y levanté la mirada hacia el cielo. -Niña definitivamente quieres morir hoy- ¡No soy una niña!. Le lancé una mirada matadora que le hizo entender de inmediato que no era una mocosa- Esta bien, está bien- movía su cabeza de un lado a otro. - Creo que se me ocurre algo- se sentó sobre sus patas traseras y aún mordiendo parte de mi capa- Yo podría acompañarlas en su viaje- alguna doble intención me pareció captar en sus palabras, pero dada la circunstancia y siendo yo su presa, no me dejó otra opción. -Puede ser, pero debes prometer no comernos. Ni siquiera cuando falte el alimento- traté de asegurar el bien más preciado: nuestras vidas; también se me ocurrió agregar algo más- Y nos debes proteger. -Me parece justo Niñ….- Le volví a dar una mirada clavante y antes que terminara la frase- ¿Cuál es tu nombre?- - Me llamo Elda y ella es mi amiga Brena- apuntando a la oscuridad detrás de un gran árbol – Esta bien Brena puedes salir- de a poco la vimos aparecer detrás del grueso tronco y un poco tímida se acercó. Al verme entera y viva se abalanzó a mis brazos – Elda por la santa bruja, estás viva. Creí que morirías. Quiero volver a casa esto ya no me está gustando, no quiero conocer el mundo, no quiero…..- no paraba de hablar y hablar. Tanto reclamó que se le olvido por completo la presencia del imponente animal a nuestras espaldas. -Yo soy Nerok- interrumpió abruptamente el monólogo de mi amiga. Al voltearse Brena dio el grito más sonoro que le escuché jamás y saltó inmediatamente a mis brazos. Sacó su varita de su bolsa y comenzó a vociferar un serie de hechizos mal dichos contra el lobo - Wolfus Securitus, praesidium…..Digo, praesidium Wolfus. Agh….¡Maldita sea! TUENDAM WOLFII- esbosó finalmente. El lobo inmediatamente fue cubierto en una cápsula hecha a su medida. Había protegido al lobo de nosotras. Verlo tan enrollado en su cúpula transparente hizo que me diera risa -jajajaj Brena te equivocaste jajaja. -No te rías Elda estoy muy nerviosa, deja de burlarte y ayúdame. - EXPONENTIA PERISTI- apunte con mi varita al lobo y a la nueva casa y deshice el hechizo. El lobo se liberó lentamente de su jaula de cristal la cual se esfumo en una suave brisa. -Muy graciosas, especialmente tu- mirando fijamente a mi amiga- debes reforzar tu hechicería, mantén tu varita lejos de mí- le ordenó seriamente. -S…i…si señor- pobre Brena temblaba como si la hubiésemos rescatado recién de las aguas del frío río. -Esta bien- puse un poco de orden al alboroto- Estas serán las reglas y miré directamente al lobo y luego a mi amiga: ·         No nos comeremos ni atacaremos entre nosotros. ·         No usaremos hechizos entre nosotros, a menos que sea para salvarnos la vida. ·         Yo seré la que guíe el plan. (esa regla pareció no gustarle a ninguno de los dos, pero era mi plan y yo lo resolvería) ·         Nos cuidaremos y protegeremos, seremos desde ahora una familia (por lo que dure el viaje por supuesto) -¿Están de acuerdo? -Creo que sí- dijo Nerok- aunque no estoy muy seguro sobre que tu seas la líder- refunfuñó -¿Tienes alguna idea mejor? Te recuerdo que soy yo la que inventó este plan- lo miré por sobre mi hombre dándome importancia. -Ahora ¿puedes soltar mi capa? – jalé un pedazo para zafarlo de sus dientes. Parecía que había olvidado que aún la mantenía captiva porque lo tomé con bastante sorpresa. -Por mi está bien- interrumpió Brena- pero quiero recalcar la parte de No comernos entre nosotros- parecía muy preocupada por esa cláusula. -Si esta bien, no nos haremos daño entre nosotros- le reafirmé para dejarla tranquila. Saqué mi varita de mi bolsa- Ahora haremos un pequeño hechizo de unión, junten sus manos en el centro- Brena me hizo caso de inmediato, pero Nerok parecía dudoso- No te pasará nada bola de pelos, es un hechizo para volver a encontrarnos si nos perdemos, un tipo de hilo invisible- traté de convencerlo. -Vuelve a tu forma humana así será más fácil- sentía curiosidad por saber cómo lucía el chico-lobo. -No puedo- se excusó. -Anda ¿Cómo que no puedes?, no me hagas perder más tiempo ya casi amanece y nos encontrarán aquí- lo apresuré. -Te digo que no puedo NIÑA- ¿otra vez niña? Este si que es tonto. Iba corregirlo, pero el otro asunto me apreció más importante. Lo miré incrédula, algo me decía que era verdad lo queme decía. -¿Por qué?- necesitaba averiguar más sobre lo que acababa de decir. -Debe ser por la maldición- apareció Brena entre medio de los dos. Sabia que era ingenua y se equivocaba fácilmente en los hechizos, pero si alguien sabía de historia y cultura era ella. Se había leído todos los libros de la biblioteca. - Veo que tu amiga está más enterada del mundo exterior que tu- me dijo en tono desafiante. No sabe que en las competencias nadie me gana ni siquiera una bola de pelos apestosa. -Bueno y que dice esa estúpida maldición- miré a Brena. Le acababa de dar el pase para que nos contará otra aburrida historia sobre nuestras razas y sus inicios. Narrar historias era su pasión, casi logre ver el brillo en sus ojos aún en medio de la noche. Tomó aire y empezó. Yo de inmediato tomé asiento en una gran roca por que sabía que lo que se venía iba a ser muy aburrido. -Desde hace 3 siglos atrás nuestras razas comenzaron una gran guerra: brujas, lobos y vampiros tratando de dominar el reino. La guerra se extendió por 120 años, miles de hechiceros y magos fueron asesinados a manos de lobos y vampiros, y supongo, que de ellos también murieron bastantes- le hice un gesto a Brena para que se saltará algunas partes y fuera a lo importante. Nerok la miraba con curiosidad seguramente esperando la parte dónde hablaran de los hombres lobos, ensalzando sus victorias y quién sabe que mentiras más. Eran conocidos por ser muy engreídos. -La gran guerra debía terminar y si no, al menos conseguir una tregua. La última opción fue la más accesible para ellos puesto que ningún bando se quería declarar perdedor y consigo atraer la deshonra de ser los menos fuertes y poderosos de nuestro mundo. Los tres líderes se juntaron para firmar la tregua. Para esto le pidieron a la Gran Hechicera que les hiciera un hechizo, en dónde cada tribu debía obtener un castigo o maldición para seguir viviendo. Si no, todos se matarían unos a otros, trayendo consigo el fin del mundo- Levanté mi mano y le mostré mi reloj a Brena. Vamos chica más rápido. - La Gran Hechicera usó sus poderes, y derramó en ellos las maldiciones; Brujas y hechiceros no podrían salir de sus cuevas, ni vivir en el exterior. Vampiros quedarían atrapados en las montañas para siempre. Y hombres lobos, jamás volverían a su forma humana y se deberían refugiar en los bosques. -Entonces los grandiosos hombres lobos, dada su gran fuerza, astucia y valor debieron buscaron refugio…..- interrumpió Nerok a Brena cambiando la historia a su favor. -Ya, ya basta. Ahora que ya sabemos sobre la maldición tenemos otro motivo para realizar nuestro viaje. Debemos romper el hechizo así, sólo así seremos libres en este mundo- la idea parecía una locura, pero dentro de mí era la única llave para ser feliz. No me plantee en ese momento como desharíamos el gran hechizo. Sólo me limité a seguir mi intuición. Mis ganas de salir de ahí fueron más grandes que mi razón. Ahora cada uno tendría un propósito. Nerok podría volver a ser humano, yo podría liberarme de las ataduras y vivir mi vida y Brena, bueno Brena no lo sé. Estaba ansiosa por emprender la campaña, tenía pasta de líder y era el momento de hacerlo notar. -Bien ahora tenemos que terminar el hechizo, junten sus manos y ….¿patas?. Cómo sea, todos al centro- volví a sacar mi varita la cuál la había guardado en mi bolsilla mientras Brena nos deleitaba con un poco de aburrida historia. - ¡simul unitum! – di un suave toqué al centro de nuestra unión. E inmediatamente apareció un delgado hilo transparente, el cual ululó entre nuestras muñecas haciendo pequeños nudos, que no se sentían, atándonos para siempre en nuestra aventura. Y además, por si acaso lo sellé con un hechizo de protección - ¡presidium!- finalmente terminé. -¡Ahora somos una familia!- chilló Brena mientras nos unía en un abrazo, me sentí incómoda porque mi cara quedó pegada al hocico del lobo y pude sentir su aliento fétido- siempre soñé con tener un club secreto, o una hermandad oculta o …. -¡Ya! ¿Ahora como sigue el plan?- interrumpió de manera oportuna Nerok. -Bueno iba como…de..…mm….- pensé un momento- ¡Ah si! Debemos tomar la barcaza que está debajo del puente, yo misma la atraje con un hechizo- conté orgullosa. Por el momento decidí que no preguntaría más sobre la vida de Nerok, no me parecía del todo confiable. Pero podría ser de buena ayuda tener un amigo con dientes filosos cuidando nuestras espaldas.
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