Comenzamos a caminar sin un rumbo fijo. Al menos eso es lo que a mí me parece, al no conocer el lugar todo para mí es nuevo.
Me doy cuenta que el Guark nos está tratando de mostrar el bosque, algo así como un guía turístico. Camina y mueve ambas manos mientras cuenta historias y leyendas. Ya saben cuan tediosas me parecen estas conversaciones; con Brena ya tengo suficiente.
Yo lo sigo en forma desganada y a paso lento.
Sin embargo, Brena lo mira boquiabierta, captando cada palabra que el gigante dice. Además de esto, lo apunta todo en su grimorio. Yo no intervengo puesto que me parece que esa información nos podría servir en algún momento. Y Brena es una buena secretaria. De las mejores.
Por otro lado, veo caminar a Nerok mirando de lado a lado, como si tratase de memorizar la ruta qu
