Capitulo 5

1212 Words
Felices 18 Moly Han pasado 2 años. Hoy cumple 18 años, el año pasado no fui a visitarla para sus 17. Solamente le dejé una pluma en la cama como todos los años mientras estaba en la escuela. La razón por la que no estuve con ella es porque durante todo el año estuvo metida en mis pensamientos. Se ha convertido en una joven hermosa, inteligente y capaz de hacer por ella misma todo lo que se propone. No es necesario ir a verla cuando donde sea que yo esté puedo ver que hace y que no. Se sintió frustrada al no sentirme cerca, pero por el bien de ambos es mejor tomar distancia. Hoy iré por unos minutos, por más que quiera no puedo evitar ese “ALGO” que me exige su cercanía... Soy el chiste entre mis hermanos, se burlan de mí y por cuidar de una humana. Por más que cierren la boca por unos instantes al ver mi cara de fastidio vuelven a lo mismo. No es fácil tener a raya a 6 hermanos ¡Si sabía que iban a ser así no les hubiera pedido que me acompañen! Son insoportables. La casa de Moly estaba iluminada, decorada con Globos de color n***o y plata. Luces blancas en todos lados. Este año su fiesta es más elaborada. No me molesté en ocultarme, hoy quiero que me vea y espero poder charlar con ella. Tengo un regalo, hoy se merece algo más que una pluma. Muchas chicas de su edad estaban curiosas por saber quién soy, me miraban descaradamente mientras ingresaba a la fiesta con el paquete en mis manos. Las risitas y cuchicheos se escuchaban claramente. "¡Quien es ese Adonis!" "¡Lo quiero en mi cama!" "¿Por qué no lo conocemos?" Y muchas otras cosas más que preferí no prestarle atención. Solo mostré mi sonrisa al encontrarla, justo cuando me vio acercarme a ella. —Feliz cumpleaños Moly, hoy cumples 18. Espero te guste mi presente. Ella simplemente se quedó mirándome, no dijo una palabra ni tampoco se movió por unos segundos. Yo seguía de pie frente a ella, tomé su mano y le entregué mi regalo. Estaba decidido a irme, estaba seguro de que mi presencia era extraña. Me di vuelta para marcharme de la misma forma que había llegado. Subí a mi auto para darle arranque y partir, pero ella ya estaba abriendo la puerta del copiloto. Tenía lágrimas en los ojos, estaba triste. —¿Por qué te marchas? ¡Esperé dos años para volver a verte y lo único que haces es dejarme un presente y marcharte! ¿Quién eres? Te recuerdo. Recuerdo haberte visto muchas veces cuando nadie más lo hizo. Por favor no te vayas, dime… Quiero respuestas. Me quedé viendo sus hermosos ojos Azules. —Está bien, pero tus invitados están saliendo y mirándonos en este momento. ¿Por qué mejor no disfrutas de tu fiesta y nos vemos después? —¿Lo juras? —Estaré ahí cuando todo termine. Nosotros no juramos, no prometemos nada. No podía decirle que lo juraba. —Espérame en mi cuarto. —¿En tu cuarto? — Sonreí. —No actúes como si nunca hubieras estado allí. Antes de bajar dejo un beso en mi mejilla y me dio un breve pero cálido abrazo. Salí del auto, era un clásico, sabía que le gustaría. Un Ford Torino n***o. El que ella quería, pero parece que al venir detrás de mí no le puso atención al vehículo. Salí de los terrenos de Moly a pie y luego volví a mi infierno, cada vez que la veo siento algo nuevo, por ejemplo ahora estoy conociendo lo que son los nervios. ¿Por qué andaba en un coche? Porque era para ella. Ahora me queda esperar a que termine la fiesta —Pensé en voz alta. —¿Hablando solo Lucy? Mi hermano Remy estaba sentado a mi lado. —¿Ahora tú? ¿Qué diablos quieres?. —Ya estaba comenzando a molestarme. —¿Que diablo quiero? A ti hermanito... deberías esperar un poco más y hacerle un hijo. Todos tenemos un pequeño Nephilim, menos tú. Debemos dejar descendencia y ella es un hermoso ejemplar. Solo debes cuidar de ella para que sobreviva al parto. No creas que no me di cuenta que te gusta esa humanita. —Solo sonrió cruzado. —Eso a ti no te interesa. ¿Por qué estás aquí? No creo que te aparezcas solo para hacerme compañía. —Tienes razón, no me interesa. Tenemos asuntos que resolver. Todos estamos reunidos en la sala y te están esperando. —Ahora no puedo. Deberían ponerse a trabajar y cumplir con sus deberes. El infierno es un desorden y ustedes se la pasan vagando y divirtiéndose con humanos. Tengo cosas que hacer en un rato. —¿Cómo hablarle a la humanita?. Está bien, pero cuando termines te esperamos en casa, podemos vivir un poco más como hermanos en tu ausencia. Se había ido y yo volví a la tierra y veía como la gente salía de la casa de Moly. Era hora de volver a verla y tener una conversación con ella. Lleve el auto a la puerta de su casa y esperé a que se vaya el ultimo invitado. Cuando las luces al fin se apagaron ya estaba en su habitación. Estaba parada en el centro luchando por quitarse el vestido. —¿Puedo ayudarte? — Dio un saltito y un grito ahogado. Sus mejillas tomaron un delicado color rosa. Creo que la asusté. —Las personas normales golpean la puerta antes de entrar— Sonrío levemente y se dio vuelta para que la ayude con el cierre. Su espalda blanca era hermosa, sentí con los nudillos la suavidad de su piel y un escalofrío recorrió mi espalda. Tiene una mancha con forma de estrella en su espalda baja. —Gracias. Puedes ponerte cómodo mientras vuelvo" Había tomado un pijama de su cama y entro al baño. Sonreí al verla moverse en dirección al baño. No hay puertas ni paredes que me impidan verla. Tenía una pluma en mis manos y me senté en una silla cercana a su cama. —Bien, ya estoy lista. Quiero respuestas pero primero quiero saber tu nombre— A paso decidido salió del baño y se sentó en la cama mirándome de frente. —Primero que nada, debes saber que no puedo darte todas las respuestas que quieres. Solo algunas ¿De acuerdo? — Le entregué la nueva pluma y le sonreí. —¿Siempre fuiste tú? Asentí. —Siempre fui yo. —No me gusta, pero supongo que es la única forma de que me digas algunas cosas. ¿Cómo te llamas? Y por cierto, no te ves 18 años mayor que yo. —Lucy Morgenstern, y tengo muchos más que esa cantidad de años pequeña Moly. —¿Y quién eres?. Sus ojos se afilaron aún más cuando le dije mi nombre. —Tu guardián. Desde tus primeros meses de vida. —¿Eres un Ángel entonces, no? —Algo así, no exactamente un ángel. Me puse un poco más serio. Debía ser más inteligente en sus preguntas. Solo que no tome en cuenta que es una pequeña niña.
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