[ZAED]
Al entrar a mi habitación, veo la hora en mi móvil y este marca las tres de la madrugada. Nos hemos quedado dormidos con la televisión encendida hasta que el ruido de una notificación entrante en su móvil nos despertó y fue solo en ese momento que regresé a mi casa. Me quito la ropa rápidamente, y me acuesto en mi enorme y cómoda cama. Volver a dormirme será una tarea bastante difícil y mucho más después de verla colocándose su camisón enfrente de mi antes de irme.
Honestamente la hubiera hecho mía nuevamente, pero quiero, aunque sea comenzar de a pasos muy lentos a controlar lo que me pasa con ella todavía me pregunto ¿Cómo rayos hemos llegado a este punto? Es incontrolable lo que nos pasa, está tan mal, pero se siente tan bien… Sé que ninguno de los dos es un santo, pero esto sería mucho más fácil con una completa desconocida y no con una mujer a la que mi familia adora como una hija…
Doy vueltas en la cama pensando en todo esto hasta que finalmente el cansancio me gana y mis ojos se cierran perdiendo la batalla.
[...]
Al día siguiente
Este ha sido un sábado bastante ocupado, los preparativos para la inauguración de la nueva cadena de hoteles ha hecho que incluso mi día libre este lleno de reuniones en línea coordinando los detalles para que todo este listo para el gran día en algunos meses. Pero es que mi familia me ha puesto a cargo de este gran proyecto y todo es mucho más complicado de lo que creía, pero al fin ya he terminado con mis compromisos laborales y soy libre para disfrutar de lo que queda del día . Estoy cenando con mi familia y escuchando lo que cada uno ha hecho durante el día como solemos hacerlo siempre, cuando mi móvil suena y al ver la pantalla me disculpo con ellos para levantarme de la mesa e ir a contestar esta llamada.
—¡Hasta que me llamas!— Le reclamó incluso antes de que uno de mis mejores amigos , Miguel me diga hola.
—¡Amigo, eres peor que mi novia!— Se queja y lo escucho reírse. —He llegado ayer de Ibiza.— Me explica.
—¡Tú si que la pasas mal eh! Y yo trabajando todo el sábado— Le digo burlándome de él, pero sabe perfectamente que solo lo hago para molestarlo.
—Así parece, y quiero seguir pasándola mal. En tres horas nos juntamos todos en el bar Evolution, ¿vienes?— Me propone y realmente no puedo negarme, necesito distraerme.
—De acuerdo, allí estaré.— Respondo de inmediato y acordamos los detalles de la hora de encuentro, y terminamos la llamada.
Regreso a la mesa para terminar de cenar con mi familia y una vez que lo hago, luego me disculpo y subo a mi habitación para alistarme para salir. Me ducho, me coloco un pantalón color n***o, una camisa color gris, zapatos negros, y ya estoy listo. Como de costumbre reviso mi correo electrónico para asegurarme de que no haya ningún asunto de negocios urgente que deba atender y una vez que me aseguro de que todo esta en orden, guardo el móvil en mi bolsillo, tomo las llaves de mi auto, y bajo la escalera para encontrarme con mis padres en el salón quienes están conversando de quien sabe que. Me despido de ellos, y salgo de casa para luego subirme a mi auto, el cual el chofer de la casa ha dejado en la entrada de coches principal.
Conduzco rumbo al bar y sé que estaremos todo el grupo de siempre, pero «¿ella también estará?» me pregunto y es que tenemos demasiados amigos en común y no sería extraño verla allí.
[…]
Al llegar cerca de donde esta el bar, estaciono el auto en el primer sitio que encuentro libre, y luego de caminar un poco más de media calle, entro al bar y comienzo a buscarlos. Veo a Miguel al final del recinto con un grupo grade de gente; muchos de ellos nuestros amigos de siempre. Me acerco a ellos y los saludo uno por uno. Comienzo por Miguel, luego Alejandro, Santiago, Carina, Samantha, y Nicolás. Me llama la atención que Nayra no esté aquí, hasta que de pronto la mirada de Alejandro se clava en la entrada del bar y al voltearme para ver que tanto mira, me doy cuenta porque tiene la cara de idiota que tiene. Es Nayra, se ve deslumbrante con un vestido increíblemente corto color rojo, sandalias en color n***o y su largo cabello castaño con ondas cayendo por encima de sus hombros pasando sus pechos «esos que tan bien conozco» pienso de inmediato. Al acercarse me percato que ese maquillaje le sienta de maravilla con sus ojos color miel.
—¡Hola!— Saluda con mucho entusiasmo mientras los saluda uno a uno.
—¡Te ves preciosa!— Le dice Alejandro cuando es su momento de saludarla.
—Gracias Ale.— Le responde sonriente y luego me saluda a mí. —Hola Zaed— Me dice sonriente y se acerca a mi para darme un leve golpe con sus caderas que hace que todos se rían ya que saben que es la única a la que le permitiría hacer algo como esto.
—Hola.— Me limito a decir y la saludo dándole dos besos en su mejilla tratando de mostrar algo de seriedad —Te ves increíble.— Le confieso al oído antes que se aleje de mí y ella tan solo me sonríe.
Los tragos por esta mesa comienzan a pasar mientras que cada uno cuenta anécdotas de lo que ha sucedido en nuestras vidas últimamente. Es increíble que todos nos conocemos de hace tanto tiempo, y no casi nunca tenemos la oportunidad de juntarnos debido a nuestras ocupadas agendas, pero cuando lo hacemos la pasamos increíble y eso es lo bueno de nuestra amistad.
El DJ del bar pone música que hace que la gente comience a abandonar sus mesas para bailar y nosotros no somos la excepción. Estoy bailando con Sam, cuando veo que Ale ha sacado a bailar a Nayra. Me es inevitable no mirarlos de reojo, sé muy bien lo que él siente por ella y sé que en algún momento él le hablará, que hará el intento por decirle lo que le pasa.
La observo moverse al ritmo de la música y noto como su vestido se sube cuando sus movimientos retan a la tela a mantenerse en su lugar. Por otra parte, Alejandro se la está comiendo con la mirada y ella sigue bailando como si nada «¿Acaso no se da cuenta de lo que provoca?» Se le acerca sin dejar de bailarle y él no pierde oportunidad para pegar su cuerpo al suyo. Se supone que debería de estar disfrutando mientras bailo con Sam, pero es imposible porque en este momento estoy presenciando como mi mejor amigo besa a mi mejor amiga con unas ganas que eran todas las que él tenía contenidas.
Me quedo perplejo al ver que ella también responde a su beso, «¿acaso le gusta?» Estoy tan confundido que ni siquiera sé que es lo que me está sucediendo ¿Qué es lo que se supone que debo de hacer en estos momentos? Después de todo ella y yo no somos nada…