—No, lo que quieres es una disculpa —dije seguro de ello. —No, lo que quiero es que me dejes trabajar en paz, compórtate como mi nuevo socio y ya. —Su actitud me hace pensar que la fastidio, pero lastimosamente así no lo siento, de hecho, para ella es un honor tener una conversación conmigo. —¡Mierda, Dahiana! Entonces has lo que quieras conmigo, pero ya perdóname, golpéame si quieres. —Ella colma mi paciencia en segundos, pero me encanta. —Ya te castigue lo suficiente, no seas masoquista, ya no hay nada de que disculparse, ya pagaste lo que tenías que pagar. —Me pone los ojos en blanco. ¿Acaso estoy exagerando? Por supuesto que no, tengo derecho a… ¿Qué ella me trate bien? Claro que sí, todos merecemos un mejor trato, sobretodo si nos portamos bien. —No porque aún me tratas con indif