Por fin me encontraba en mi habitación, completamente encerrada bajo llave y además, empezando a abrir mi computadora. —Examinemos mi preciada prueba —me dije a mi misma triunfantemente, mientras metía la memoria en el aparato. Deje que se cargara… definitivamente tenía que checar que mis valiosas fotos en donde salíamos Damian y yo estuvieran en buen estado, además… mi video a la felicidad estaba también en juego, ya que hacía menos de un par de horas que mis ojos habían presenciado algo totalmente inimaginable y tenebroso. No pude gritar de alegría al observar que el video aún se encontraba en mis posesiones, ya que era realmente tarde. Le di play nuevamente y comencé a observar otra vez lo que mis ojos trataban de olvidar. Me enfoqué en la pantalla. Realmente era cierto, no lo habí