Después de unos segundos de espera recibí dos mensajes, el primero eran una fila de emojis riendo, pero del tipo que tenía pequeñas lágrimas, como si representara que se moría de risa. Luego envió otra fila de emojis enfadados de color rojo para después añadir un mensaje:
"En primer lugar la belleza de una persona no la hace superior o mejor a otra, en segundo lugar no debes juzgar a una persona por su apariencia y por último. ¿Por qué no hablaría con una chica tan linda y agradable como tú? Por favor no me juzgues como un patán porque no lo soy"
Sus palabras sonaron muy crudas casi como un regaño, supongo que si lo había juzgado mal, pero yo no tenía la culpa de haber tenido malas experiencias con chicos guapos que solo buscaban algo de mí y no era precisamente una relación duradera. Esos chicos atractivos solo se fijaban en mi apariencia, porque mucho antes de no estar económicamente estable solía tener mi cabello castaño corto y algo ondulado, usaba ropa bonita que realzaba las curvas de mi cuerpo y muchos de esos chicos endulzaban mi oído diciendo que mi pequeña altura de 1.60 era ideal e incluso tierna.
Muchos de esos intentos de seducción terminaron mal porque no cedía o lo hacía muy rápido y al final de cuentas terminaban de hablarme, por lo que había aprendido a no fiarme de un hombre atractivo.
Supongo que tenía razón, pero antes de sermonearme tenía que entender qué para mí era difícil confiar en un hombre a estas alturas de mi vida:
"Puede que no seas un patán y tal vez elegí la pregunta equivocada, solo quería saber tus motivos para hablarme, eso es todo"
Envíe el mensaje y bloquee mi pantalla, para poder desayunar tranquilamente o al menos esa era mi intención. Decidí que para matar dos pájaros de un tiro también podía leer el periódico y comenzar con mi búsqueda de un empleo de medio tiempo, en el que no me esclavizaran aunque sabía que encontrar un trabajo donde no hicieran algo así era imposible, aspiraba a mucho, pero lo que realmente importaba era que la paga fuera más o menos buena.
Después de dar varias vueltas a las páginas encontré algunos avisos que eran realistas por lo que escribí sus números y direcciones para ir a investigar si el lugar donde estaban ubicados estaban en una zona agradable porque aunque la paga fuese buena, debía ser cuidadosa sobre todo si debía salir y caminar de noche hasta llegar a casa.
Al revisar la hora en mi teléfono me di cuenta de que había recibido un par de mensajes, quizás estaba tan concentrada leyendo las opciones a elegir de empleos que no escuche el tono del mensaje.
"Tal vez para ti, quizás sea tonto e incluso raro, pero yo atesoro mis recuerdos de la adolescencia y que mejor que hablar contigo sobre eso, no sé, quizás quedar para vernos algún día"
Si era tonto ¿Quién quiere conservar esos recuerdos y peor aún atesorarlos? Bueno quizás él, pero ¿Por qué o mejor dicho para qué?
En lo particular mis días de secundaria no eran del todo agradables, de lo poco que recordaba estaba el acné, los cambios hormonales, el comienzo de mi regla y por supuesto los prejuicios y los círculos sociales, además de eso se le sumaba la ansiedad y la depresión. ¿Qué había de especial de ese entonces que él deseara recordar?
"No creo que sea posible hacer algo así, pero a pesar de eso es agradable platicar contigo, al menos por mensaje"
Si él se encontraba en otro país, debía ser realista. Quizás no era un patán y además de eso era guapo, pero no todo podía ser perfecto, ahora el obstáculo era la distancia. Luego de unos segundo un nuevo mensaje apareció en la pantalla:
"¿Por qué no? ¿Acaso tu novio se pondrá celoso si sales conmigo?"
Sonreí al ver su respuesta, quizás no me había entendido.
"No tengo novio, yo me refiero a la distancia, tú estas en New York y yo en la ciudad de México"
Enseguida envió un emoji avergonzado ¿Qué significaba eso? Pocos segundos más tarde envió un nuevo mensaje:
"Si la distancia no fuera un problema ¿Saldrías conmigo?"
No había forma de que él lograra viajar de un día para otro solo para verme por lo que hice lo que cualquiera en mi lugar hubiera hecho:
"Por supuesto"
Después de terminar mi desayuno, pague y salí del lugar para después dirigirme a la parada de metro más cercana donde vendían mapas de la línea del metro y la ciudad, algunas otras veces ya había comprado ese mismo mapa, pero la calidad del papel no era del todo buena y además yo era torpe y descuidada, la primera vez que lo compre cuando recién había llegado a la ciudad y nada conocía de las calles lo perdí en un taxi y la segunda vez le regué café encima por lo que por el momento no disponía de ningún mapa que me ayudara a ubicar los empleos, tal vez usar el gps de mi teléfono era más fácil, pero debido a la escasez de mis datos de internet debía usarlo responsablemente, así que comprar un mapa era más barato.
Al volver a la calle me senté sobre el borde de un local donde aproveche para verificar que mis cosas seguían en su lugar y por supuesto para revisar si un nuevo mensaje había llegado:
"¿Qué te parece el miércoles? ¿Qué te gustaría hacer?"
Me sorprendió su respuesta ¿De verdad pensaba viajar solo para verme o quizás tendría otros motivos y le quedaba de paso el verme?
"¿Vendrás a México?"
Tal vez había entendido mal por lo que deslice la conversación para releer lo que había puesto o quizás él no se había dado a entender, tal vez lo que decía era en sentido figurado ¿No? ¿Por qué viajaría desde tan lejos solo por una cita?
"Si, claro."
Aunque ya había quedado claro que no era un patán o al menos eso era lo que él aseguraba, había cosas que no me agradaba del todo, como si completa disposición para verme tan pronto.
¿Por qué tan de repente? Me imagino que viajar no es para nada barato ¿No?"
Me quede inmóvil esperando un nuevo mensaje, Julio me intrigaba demasiado, no solo por su aspecto físico, también se debía a su condición económica y por lo que me había enseñado en las fotografías quizás no estaba del todo mal
"Quizás para la gente común no lo es, pero no te preocupes por mí. Haré cualquier cosa con tal de verte"