Capítulo 3

1125 Words
La fotografía me había impresionado, pero no podía creer que él estaba desayunando, un pan tostado con aguacate y un huevo estrellado encima con algunas hierbas sobre su superficie. Café con una figura de una flor dibujada sobre la espuma, un plato repleto de fruta y un par de panecillos con crema con varios trozos de fresa alrededor. Suponiendo que realmente estuviera desayunando todo lo que había en la fotografía, lo que me hacía dudar en realidad era el paisaje que se podía ver detrás de aquel desayuno. Se observaba parte de la mesa y un gran ventanal que ofrecía el panorama de la ciudad, pero los edificios alrededor se notaban elegantes y muy diferentes de lo que era la ciudad de México, su arquitectura me recordaba a New york, nunca lo había visto realmente, pero recordaba haber hojeado una revista de turismo.  Si pretendía verme la cara de estúpida le sería muy difícil lograrlo porque creí ver inconsistencia por lo que decidí que era necesario comenzar hacerle preguntas sutiles que me ayudaran a encontrar la verdad detrás de esa fotografía. "Se ve delicioso, ¿Cuál es el nombre del restaurante?" Metí el teléfono en mi bolso y continué con mi camino hasta salir del edificio. Afuera, los rayos tenues rayos del sol apenas calentaban un poco la fría mañana, pero la gente ya caminaba por las calles e incluso terminaban jornadas de trabajo nocturno. Camine hasta llegar a la parada del transporte público donde un puesto de periódico estaba situado, al acercarme lo primero que note fueron los periódicos amarillistas que colocaban en sus portadas fotografías sangrientas y títulos sensacionalistas que te obligaban a querer hojear la noticia solo para verificar si lo que decía era cierto.  Tome el periódico más grueso, el que estaba lleno de publicidad y secciones de empleo de toda la ciudad, le extendí el dinero al hombre y me aleje de ahí para ir a buscar mi desayuno. Las opciones una comida corrida, tacos de guisado o un pan con café, opte por la comida, quizás no era lo más saludable, pero era lo que más llenaba y su precio estaba dentro del presupuesto que podía permitirme pagar, además de que podía pedir permiso para cargar mi teléfono.  Camine tres cuadras hasta la fonda más cercana, el lugar siempre estaba repleto de gente porque era económico desayunar ahí y porque el lugar quedaba de paso a un taller textil, entre y me senté hasta el fondo donde se encontraba un refrigerador pegado a la pared donde se podía ver un sin número de refresco de todos los sabores y colores. Una empleada noto mi presencia así que se acercó a tomar mi orden, después de pedir lo más barato del menú para no gastar más de lo necesario, le pedí permiso a la chica para conectar mi teléfono, ella asintió y después de se fue para preparar mi orden.  Era curioso, como es que de todas las habitaciones, la mía era la que tenía fallas eléctricas, era intermitente, a veces había y a veces no, para mi mala suerte, precisamente el día de mi cumpleaños, no había electricidad, pero no solía quejarme porque nunca estaba en casa a excepción de cuando debía descansar. Comenzaba a acostumbrarme al sonido de los mensajes. Tome mi teléfono y abrí el chat: "Si no mal recuerdo se llama Steakhouse" Sin duda se traba de una mentira, eso creí, por lo que me anime hacerle una petición: "Oye. ¿Podrías enviarme una fotografía  de ti? Es que hace mucho que no te veo así que ni siquiera sé como es tu aspecto hoy en día" Inmediatamente envió un emoji de una carita avergonzada, finalmente tendría pruebas de que él estaba mintiendo, eso creí, pero unos segundo más tarde envió un mensaje y adjunto una fotografía:  "De acuerdo, pero espero tener una devuelta" La fotografía que había enviado mostraba al mismo chico que tenía en su foto de perfil, pero en esta ocasión tenía puesto un traje, un saco azul y una camisa blanca, quizás más blanca de mis propios dientes, además de una corbata rayada que le combinaba. Trague saliva al ver que delante de él estaba el mismo plato con comida que había visto en la fotografía anterior, solo que ya le había dado un par de mordidas. Debía ser un chiste, seguí sin poder que el mismo chico que había sido mi compañero de clases, al que todos molestaban y a mí me daba lástima eran la misma persona. "¿En dónde estas?" Deje escapar un suspiro y luego una risa nerviosa. ¿Cómo podía ser mentira lo que estaba viendo? Las pruebas eran claras, pero aún necesitaba algo más que me ayudara a confirmar lo que veía. "Ya te dije" Escribió sin comprender a que me refería, por lo que tuve que ser más directa. "No me refiero al restaurante, sino en que localidad te encuentras" En el chat se podía ver como escribía gracias a un pequeño globo con tres pequeños puntos en su interior, luego de unos segundo el mensaje entró: "New York" Escribí lo más rápido que pude y conforme a lo que mi imaginación visualizo en ese momento. Si, quizás él estaba en ese lugar, pero tal vez se debía a que se había ido al otro lado para encontrar una mejor vida y vaya que la encontró. "Oh vaya, que bien ¿Por trabajo?" La empleada colocó delante de mí un plato de sopa, una jarra de agua y un guisado que olía delicioso, aunque nada en comparación de lo que desayunaba mi antiguo compañero de secundaria. "Así es, la oficina central de mi empresa está aquí" Trabajaba para una empresa, eso quería decir que tal vez no era ilegal, eso era bueno, pero después de toda esa plática no logre entender que era lo que buscaba, ¿Solo recodar los viejos tiempos?  "Puedo preguntarte algo" Escribí para después comenzar a comer, un minuto más tarde, muchos segundos más de lo usual, me contesto. "Dime" ¿Era imprudente de mi parte decirle que quería saber por qué me había hablado y seguía hablando conmigo un dios griego como él? "¿Por qué quieres platicar conmigo? No te ofendas, pero creo que habrá otras chicas que seguro estarían encantadas de platicar contigo" Tal vez era una tonta, al ver y releer mi mensaje, eso parecía ser una petición para que razonara y me dejara en paz, espere impaciente su respuesta y después de un largo minuto un nuevo mensaje se visualizó en mi pantalla: "Te molesta hablar conmigo" No, mi respuesta un rotundo no, pero es que era algo insólito y difícil de creer. "No, solo que eres muy guapo como para querer hablar conmigo"
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