Estaba caminando por la acera para llegar a casa porque ahora era mejor seguir tomando el transporte público, abusar de los taxis me iba a dejar pobre, más de lo que ya era, así que sería un lujo que solo podré toma el día de paga. Estaba entrando al edificio a tomar el ascensor cuando ví a mi madre muy sonriente y a su lado venía Sebastián, me confundí un instante antes de darme cuenta que realmente era él. Dí unos pasos frente a ellos confusa y molesta, ¿qué estaba haciendo Sebastián con mi madre? ¿Por qué venian entrando al edificio? ¿Acaso habían salido juntos? Esa idea me desagradaba en todos los sentidos, al final fue ella quien me saludó primero porque yo seguía pasmada. –Della, ya regresaste –expresó mamá al verme, yo la abracé confundida. –Mamá, ¿qué haces afuera del departa