Kyanna`s POV
—Buen día, padre —canturreo, entrando a la gran casa en la que vive mi protegenitor solo.
—En el patio —exclama.
Camino por el largo y angosto pasillo viendo los cuadros de honor y medallas de combate. Sonrío. Gracias al cielo esa época ya ha acabado.
Al pasar por las puertas lo veo sentado disfrutando de una taza de te y de la vista de su patio bien cuidado.
—Hola papá —susurro.
Me acerco lentamente y me inclino a besar su mejilla suavemente.
Sonríe.
—Hola nena —saluda, acariciando mi cabello.
Tomo asiento frente a él y observo como prepara tranquilamente una taza de te para mi.
—¿Cómo has amanecido hoy? —cuestiono aceptando la taza.
Se encoje de hombros haciendo una mueca desinteresada.
—Mejor que ayer —dice riendo, pero no me le uno.
No es chistoso y él lo sabe bien. Suspiro, decidiendo cambiar de tema.
—Traje tu comida favorita, gruñón —informo, incorporándome para caminar a la cocina.
Lo escucho imitarme.
—Mi hija me mima, que dulce —dice en un tono irónico, detrás de mi, intentando averiguar que es.
Volteo a verlo con una sonrisa irónica.
—Oh vamos, ya eres viejo —respondo riendo.
Él me guiña un ojo, coqueto.
—Sí, eso dicen.
Ahogo un grito y hago una mueca de asco.
—Dios, papá —exclamo.
Mi padre es un hombre apuesto que obtiene buena atención de las mujeres, eso no lo pongo en duda. Sin embargo, eso no evita que yo siga viéndolo como un enano rechoncho y gruñón.
—A comer, hija mía —dice riendo a carcajadas.
Ambos nos sentamos en la mesa. Aunque no haya mucho de qué hablar, con el simple hecho de preguntar como fue el día, me reconforta. Mi padre no es una persona de muchas palabras, pero cuando comienza a hacer chistes, no hay quien lo detenga.
—Eres tan malo como comediante —digo juntando los platos y dejándolos en la cocina.
Me detengo a ver la hora en el reloj de mi teléfono y me alarmo.
—.Se me hace tarde, debo irme —tomo mis cosas apresuradamente y me acerco a él—. Tengo doble turno hoy en el club.
Papá deja de acomodar los platos en el lavavajilla y me observa seriamente.
—Nena, no me gusta que trabajes a altas horas. Eres una mujer muy bonita, te puede pasar algo —dice preocupado.
Sonrío con los labios apretados. A mi tampoco me gusta trabajar en este horario.
—Puedo cuidarme sola, no te preocupes —trato de tranquilizarlo.
Él suspira intranquilo.
—No me pasará nada, lo prometo —insisto.
Me acerco a besar su frente en despedida y camino hacia la puerta.
—Nena, mañana almorzaremos con la familia de Kate —grita desde la cocina.
No es sorpresa. Nuestras familiares son muy amigas desde siempre. Un domingo sin la familia de Kate es normal, pero más de eso no.
—Bien, pasaré a buscarte antes de medio día. Que duermas bien, papá —exclamo, cerrando la puerta tras de mi.
Suspiro y entro a mi auto.
Minutos después me encontraba en la puerta de mi departamento. Voy directo a ducharme, dando la atención necesaria a mi cuerpo con cremas de vainilla, mi fragancia favorita. Lavo cuidadosamente mi cabello castaño y salgo, envolviéndome en un toalla.
Me decido con un short de cuero n***o, un top blanco dejando a la vista mi estómago y sneakers negros.
Seco mi cabello dejando en las puntas ondas que llegan a tapar mi espalda descubierta.
Veo mi figura una vez más al espejo y respiro hondo, mentalizándome para otra noche ruidosa en el club.
Como quisiera tener una vida llena de comodidades, una vida prácticamente hecha.
Suspiro.
Si, como si esas cosas sucedieran de un día para el otro.
(...)
—Buenos días —digo en un bostezo, entrando al gimnasio.
Escucho unos pasos detrás de mi, volteo y veo a Kate.
—¿No dormiste bien anoche? —pregunta con una sonrisa divertida.
Frunzo el ceño, confundida.
—¿Por qué preguntas? —cuestiono en otro bostezo.
—Tus ojos te delatan.
Ruedo los ojos.
—Oh —respondo simplemente.
Camino hacia la primer maquina que mis ojos cansados pueden visualizar.
—Debo presentarte a alguien —dice emocionada.
Niego con la cabeza rápidamente.
—Nada de citas a ciegas, ya no más —respondo aumentando la velocidad de la caminadora.
Kate camina hasta posicionarse a mi lado y verme las expresiones de pánico.
—Oh. vamos, la última vez no fue tan malo —dice convencida.
Volteo a verla, entre indignada y enojada.
—Me llevó al McDonals y me hizo pagar la cuenta, luego me obligó a que le pagué un helado —me defiendo.
Hace una mueca.
—De acuerdo, pero no todos son iguales —dice encogiéndose de hombros.
Ruedo los ojos. Claro, a ella les toca los mejores.
—Como sea —respondo, comenzando a trotar como clara invitación a que se largue de mi lado.
Ella carraspea, llamando mi atención.
—De todas formas, esa no era la razón por la que quería presentarte a alguien, verás...
—Espera —interrumpo deteniéndome de repente.
Se sobresalta y se aleja por instinto.
—¿Qué ocurre? —dice confundida.
Volteo a ver alrededor, minuciosamente.
—Siento nuevamente esa mirada —susurro, incómoda.
Mi amiga me imita pero lo hace con menos efusividad que yo.
— ¿De qué hablas, Kya?
Luego de repasar con la mirada cada rincón del lugar y no encontrar nada sospechoso, volteo a verla.
—Anoche sentía una mirada, no fue como explicarlo —explico retomando la caminata—. Fue extraño.
—Eres muy bonita, muchas personas te miran —dice encogiéndose de hombros.
Niego con la cabeza. No va a entenderme.
—La vuelvo a sentir de nuevo, eso no es coincidencia —digo aumentando de nuevo la velocidad, pero mirando todo el lugar.
Ella le quita peso al asunto, negando con una sonrisa.
—No seas paranoica. Como te decía, me encantaría presentarte a...
—¿Hola Kate! Estoy lista para nuestro entrenamiento de hoy —interrumpe una alumna suya.
Por dentro estoy gritando de felicidad. Logré evadir una vez más el tema.
—Tu no te salvas de esta —me susurra al pasar por mi lado.
Sonrío divertida.
Las horas de entrenamiento se hicieron largas hasta que al fin llegó el descanso de la semana. Únicamente tenía libre los domingos y los apreciaba mucho.
Mientras camino a mi viejo y destartalado auto voy girando mi cabeza de lado a lado, tratando de relajar los músculos.
—¡Kya, dejaste tu bolso en el mostrador! —exclama mi amiga.
Volteo y la veo corriendo en mi dirección.
—Lo siento, iba distraída —digo con una sonrisa de disculpas.
Ella se cruza de brazos, en clara señal de enfado.
—Esta noche debes dormir.
—No puedo, esta noche también trabajo —digo encogiéndome de hombros.
—Kyanna —me regaña.
Respiro hondo
—Sabes que debo hacerlo —me excuso, entrando al auto y cerrando la puerta.
La veo caminar hacia mi lado e inclinarse hasta verme por la ventana.
—Sabes que si dejaras tu orgu... —comienza a decir pero la detengo.
—Ya me sé el discurso Kate, déjalo —le sonrío en señal de disculpas—. Nos vemos en tu casa en un rato.
Ella abre los ojos, sorprendida.
—Oh, casi lo olvidaba. Nos vemos en un rato —dice caminando hacía un auto n***o de ventanas blindadas que me resulta sospechosamente conocido.
Decido no darle más vuelta al asunto y encender el auto.
Luego de pasar a buscar a mi padre, fuimos directo a la casa de Kate, y al llegar nos atendió su madre.
—¡Hola familia! Pasen, están en su casa —saluda sonriente y luego exclama—. ¡Richard, Jonh ya llegó!
Mi padre la saluda y pasa por su lado.
— Con su permiso, señoritas —dijo mi padre pasando por su lado con su típico andar.
A mi padre le falta una pierna, la izquierda; la cual fue reemplazada por una prótesis. Realiza los mismos movimientos, un poco toscos pero logra hacerlos. Es como si estuviera todo en orden cuándo en realidad no es así.
Saludo a la madre de mi amiga al entrar.
—Hola preciosa Kya—dijo dando un beso en mi mejilla—. Harry está en la habitación con Kate, pasa.
Sonrío, emocionada, y corro subiendo las escaleras a trompicones. Iba tan concentrada en no caer que no me di cuenta que en medio del pasillo se encontraba alguien, solo caigo en eso cuando choco contra un algo fuerte y duro. De no ser por sus brazos, mi cuerpo ya estaba en el suelo.
— ¡Cuanto lo siento! —exclamo intentando encontrar de nuevo el equilibrio.
Estaba a punto de agradecer cuando levanto la vista y lo veo.
Esa mirada.
—Tú —susurro.
_______________________________________________
¡Hola a todos! Espero que hayan pasado un lindo domingo
¡Domingo de actualización!
Estén atentos a mis r************* porque ahí informo que día de esta semana voy a volver a publicar.
Saluditos