Arlet agarró los bordes del fregadero hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
¿Qué demonios estaba mal con él? ¿Estaba realmente tan triste y depravado que una chica catorce años menor que él, moviéndose torpemente en su regazo, fuera suficiente para excitarlo?
Incluso mientras pensaba las palabras, sabía que no eran ciertas, porque Sasha ya no era una niña en cuerpo o mente y la curva de sus pechos y caderas lo demostraba… bueno, al menos la parte del cuerpo.
Aun así, estaba un poco disgustado consigo mismo por dejar que su cuerpo se apoderara de él. Lo que había estado haciendo era mejor de lo que esperaba, pero todavía no era una experta. Ella todavía estaba cohibida e insegura y eso tendría que cambiar antes de que llegaran al club, lo que significa que tendrían que hacer esto n
