Era difícil saber qué hora era dentro de la habitación sin ventanas que ahora llamaba hogar, pero al despertar, supuso que eran alrededor de las siete y media, su reloj interno era más preciso que el de la mayoría.
Podía escuchar la respiración uniforme tanto a su derecha como arriba y sabía que sus compañeras de cuarto aún estaban profundamente dormidas. Eso no la sorprendió considerando que probablemente habían estado bailando hasta altas horas de la noche.
Se dio la vuelta y silenciosamente recordó lo que había visto y supo que el tiempo pasaba antes de que ella tuviera que hacer lo mismo. Sus compañeras habían hecho que pareciera muy fácil bailar con gracia ante una multitud mientras se quitaban la ropa, y si quería seguirles el ritmo, tendría que encontrar la manera de practicar. Ah
