Bailarina Exótica

¿Cuál es tu misión?

Kono no era de ninguna manera una ciudad grande, aunque sí era un poco grande en lo que respecta a las aldeas. Desafortunadamente para Sasha, ese hecho funcionó en su contra y la noticia de su próxima partida con Arlet se extendió rápidamente. Afortunadamente, nadie parecía saber qué implicaba su misión con él y cada vez que alguien preguntaba, ella respondía secamente que era un secreto.

Eso solo funcionó por corto tiempo, porque cuando Bott escuchó que ella se iría, la localizó en poco tiempo, corriendo a su encuentro mientras ella caminaba cansada a casa.

- ¡Sasha!- gritó feliz, sonriendo de oreja a oreja como de costumbre.

- Hola Bott- respondió ella con mucho menos entusiasmo. Todo lo que quería hacer era irse a la cama anormalmente temprano y disfrutar de su última noche en su propia habitación durante bastante tiempo, pero el no quería nada de eso.

- Escuché que te irás en una misión bastante larga con el capitán ¿eh?

- Sí, esta noche es la última aquí.

Bott pareció pensar por un momento y casi podía ver las ruedas girar detrás de esos ojos azules.

- No has estado en una misión en mucho tiempo. Siempre estás atrapada en ese hospital todo el día

Su temperamento era más corto de lo habitual gracias al gran peso que acababa de cargar sobre sus hombros, por lo que ya estaba a punto de apagarle las luces. Solo tenía que señalar que ella pasó la mayor parte de su vida detrás de las paredes del hospital, ¿no? Junto con la falta de misiones, ¿por qué no agregó una vida social y un novio a la lista de cosas que ella no tenía?

- Debes estar emocionada de poder finalmente salir de la ciudad- continuó Bott alegremente, ajeno a la vena que estaba empezando a palpitar en su frente- Y dado que es con Arlet probablemente también sea de alto rango.

Seguro que era de alto rango, pero no le estaban pagando lo suficiente por lo que esperaban que hiciera.

- Entonces... ¿Qué tienes que hacer? ¿Escoltar a alguien? ¿Rescatar a un prisionero? ¿Robar algo valioso?

Los ojos del rubio brillaron de emoción y Sasha descubrió que su ira se disipaba ante su entusiasmo infantil.

- Lo siento Bott. Es clasificado- dijo simplemente, volviéndose para reanudar su camino a casa, pero él la tomó de la mano, negándose a dejarla ir.

- Aw, vamos... sabes que no lo diré a nadie.

Esos grandes ojos azules se parecían muchísimo a los de un cachorro, todos grandes y suplicantes, pero no dejaría que sus pucheros la afectaran.

- Bott, no te lo voy a decir- dijo con una finalidad que le advirtió que era mejor dejar el tema.

Incluso a medida que pasaban los años, muchas cosas de Bott seguían siendo las mismas. Su cuerpo había madurado, haciéndose más alto y más musculoso a medida que aumentaba su fuerza y de hecho era un luchador formidable, pero en lo que respecta a la madurez, había momentos en los que ella imaginaba que él no había envejecido ni un día. La idea fue refrescante e increíblemente molesta.

- Bien, pero por lo menos ve a Ichira conmigo. El equipo estará cenando allí y tienes que ir teniendo en cuenta que vas a estar ausente por un tiempo.

Al oír la palabra "equipo", Sasha se tensó de inmediato. Sin duda se refería al Equipo Siete, que originalmente incluía a Arlet. Después de lo que había sucedido en la oficina de Grisha, no creía que estuviera lista para enfrentarlo todavía.

- ¿Va a estar Arlet allí?- preguntó, tratando de no sonar nerviosa, pero por suerte para ella, Bott no era la persona más perceptiva.

- No, dijo que tenía algunas cosas que hacer- respondió, cruzando los brazos sobre el pecho y luciendo un poco molesto porque su antiguo maestro posiblemente podría tener algo más importante en su agenda que reunirse con sus estudiantes adultos para el ramen.

Ella dejó escapar un suspiro que no sabía que había estado conteniendo. Al menos algo iba bien hoy.

- Está bien, iré... pero estás pagando mi plato.

XXX

Resulta que el Equipo Siete no solo incluía a Marcos, sino también a Danny, ya que los encontraron a los dos ocupando taburetes adyacentes en un incómodo silencio a su llegada.

No era ningún secreto que los dos no se llevaban bien. Su relación era aún más difícil de lo que había sido entre Bott y Danny cuando se presentaron. A Marcos no le gustó la idea de que Danny esencialmente lo hubiera reemplazado y Danny pensó que Marcos no era mejor que basura por abandonar su aldea. Sin embargo, los dos habían acordado al menos actuar cortésmente en presencia del otro cuando Sasha y Bott estaban cerca.

- Dios, ¿por qué tardaste tanto?- Marcos resopló, disgustado que lo hubieran hecho esperar.

Danny por otro lado, saludó a la pareja con una habitual sonrisa falsa.

Después de ordenar, Bott volvió a probar suerte con Sasha.

- Entonces Sasha, ¿Qué vas a hacer en tu misión con Arlet?

La oficial puso los ojos en blanco y tomó un sorbo de su té.

- Ya te dije que es clasificado.

- ¿De verdad?- Danny intervino- Estuve en la oficina de Grisha antes y la carpeta para esa misión en particular estaba en la pila de no clasificados.

Si ella no hubiera tenido dos cuerpos sentados entre ella y el artista en el otro extremo, Danny habría sentido toda la fuerza de su puño contra su rostro.

Escuchó a Marcos reír en voz baja cuando su mentira fue revelada y sintió que sus mejillas se sonrojaban. Cuando regresara de esta estúpida misión, se aseguraría de que Danny pagara por avergonzarla frente a él.

Justo en ese momento, llegó su ramen y ella rezó en silencio para que los cuencos humeantes fueran suficientes para desviar su atención de ella, pero cuando tomó un par de palillos del recipiente en el mostrador y los separo, Bott intentó interrogarla nuevamente a través de un bocado de fideos.

- Vamos Sasha ¿de qué se trata la misión? Es extraño que estés siendo tan reservada sobre algo no clasificado.

- Probablemente sea algo tan vergonzoso, que no quiere decirle a nadie- se burló Marcos mientras sacaba un trozo de cerdo de su tazón y se lo comía con mucha más delicadeza que Bott, quien devoraba su comida como si fuera a desaparecer en cualquier momento.

- ¿Embarazoso? ¿Cómo rescatar cachorros o algo así?

- No idiota. ¿Por qué Grisha enviaría dos oficiales de élite por eso ?- Marcos se burló, poniendo los ojos en blanco y sin darse cuenta de que Sasha se sentó un poco más erguida, su corazón latía más rápido por el hecho de que él la había llamado élite.

- Bueno, entonces, ¿Cuál crees que es la misión?

Marcos se quedó en silencio por un momento, una sonrisa de suficiencia se extendió por sus rasgos mientras hacía una pausa para lograr un efecto dramático. Sasha se comió su ramen y trató de actuar como si los estuviera ignorando, pero Marcos habló lo suficientemente alto como para que ella también lo escuchara.

- Tal vez, tienen que actuar como marido y mujer, y no quieren que nadie lo sepa

Ella prácticamente se atragantó con un fideo y cuando lo miró con los ojos muy abiertos, sus propios orbes de carbón estaban enfocados en ella, sus labios se torcieron en una sonrisa mientras medía el efecto que su comentario había tenido en ella.

- ¡¿Qué ?! ¿Arlet y Sasha actuando como casados ? ¡Eso es asqueroso!- Bott exclamó mientras Danny comía su ramen en silencio, insensible a todo.

- Piénsalo- continuó Marcos, sus ojos nunca dejaron su cara de sorpresa- Tendrían que tomarse de la mano en público y actuar de manera cariñosa. Dormirían en la misma cama, y si realmente quisieran mantener las apariencias, tal vez incluso…

- ¡Cállate! No estaremos actuando como casados- Sasha exclamó, finalmente perdiendo la calma.

- Entonces, ¿Cuál es tu misión exactamente?- Preguntó Marcos con aire de suficiencia- ¿O te gustaría que siguiera adivinando?

La oficial suspiró derrotada. Ella no quería saber qué otros escenarios humillantes podría conjurar él, así que bien podría simplemente soltarlo. Eran lo suficientemente dignos de confianza como para no hablar de todos modos.

- Está bien, te lo diré- dijo, dejando los palillos y se inclinó para no tener que hablar tan alto.

Los chicos se inclinaron también e incluso Danny se animó y se interesó, esperando expectante lo que estaba a punto de decir.

- Me voy a la ciudad con Arlet, fingiendo que soy una bailarina.