Me despierto, Sofía aún duerme, apenas pude cerrar los ojos de tanto pensar. Salgo a mi habitación, me arreglo y bajo a la cocina a supervisar su desayuno. —Buenos días, señor, su desayuno está listo. —Gracias Carmen, ¿qué le hiciste de comer a Sofía? —Ensalada de frutas con su respectivo café y una galleta, porque si no, siente que no se despierta. —Mm, no debería tomar café. —Señor, la idea es que la señora coma, pero cada tres a cuatro horas para que el azúcar no se le baje, no quitarle los alimentos. —Lo sé. Está bien, pero sin abusar. Voy al despacho a revisar unos papeles. Al entrar compruebo unos documentos de la empresa, otros de Autos-Let, necesito concretar el negocio con Let-tecnología, esos dueños están mal si no quieren hacer negocios con nosotros. Llamo a Hazli, quier