Jackson se despertó durante la madrugada.
Birdy dormía. Pensó sobre lo que le había dicho.
Los recuerdos venían a él golpeándolo como una bola de demolición de la que no tenía escapatoria.
Flashback
《Tobey, su medio hermano menor conducía, habían cenado y bebido en un bar, se habían reconciliado, sus madres solían odiarse, ahora cada una había muerto, su padre murió días atrás, Jackson solo lo tenía a él, pero Tobey tenía una esposa, pronto sería padre.
—¿Sabes que me emociona mucho poder ser CEO de la empresa? Digo, no quiero quitarte el puesto, pero...
—Vale, lo entiendo, fundaré mi empresa pronto y te quedarás con la de papá.
Los ojos de Tobey se abrieron enormes
—¿De verdad? ¿Por qué eres tan generoso conmigo?
—Sé que a papá le faltó darte muchas cosas y...
—Papá siempre te prefería a ti, siempre me comparaba contigo, yo no tuve nada, Jackson, tú tuviste todo, su atención, su amor, incluso el dinero, ahora solo eres compasivo dándome la mitad de todo cuando él no me dejó nada, es un maldito, debe estar en el infierno.
—¡Tobey! Cálmate, vas muy rápido —dijo al sentir que manejaba aprisa.
—¿Acaso no merecía el mismo amor que tú, Jackson? Él me hizo a un lado, todo fue por ti.
Tobey aceleró saltó un semáforo, las alarmas se activaron en Jackson.
—¡Basta, Tobey! Cálmate, yo no tengo culpa de eso.
—¿No? ¿Aun así no me dejarás a cargo de lo que me pertenece? Seguirás siendo el CEO, el número uno siempre... eres un imbecil, te odio.
Jackson se asustó.
—Está bien, quieres la maldita empresa te la daré, pero detente.
Tobey estaba furioso lo miró, saltó el siguiente semáforo.
—¡No quiero limosnas! —exclamó
De pronto, un golpe contra el parabrisas se escuchó, vieron ese cuerpo ser lanzado a metros de ellos.
Tobey por fin frenó.
—¿Qué hice? ¡No quiero ir a prisión! Mi hija, no conoceré a mi bebé.
Jackson salió del auto, miró al joven, se acercó tenía ojos abiertos, estaba muerto, llovía .
—¡Hermano, por favor, sálvame! Tú eres importante en Nueva York, eres un CEO de Lusiak Corporativo, ¡Sálvame, hermano! Di que fuiste tú —exclamó de rodillas abrazándose a sus piernas》
Por la mañana.
Cuando Madison bajó, Jackson ya la esperaba ver su cara fue difícil para ella, luego de todo lo que pasó.
Ambos fueron hasta el colegio, el camino fue silencioso, cuando él quiso hablar ella lo detuvo.
—Jackson, no quiero perder el tiempo hablando contigo, ¿te das cuenta de que estoy en una difícil situación?
Él la miró con dolor, odiaba cuando era dura con él, asintió.
Ambos salieron del auto, al llegar al auditorio ya la esperaban, el comité de padres y maestros la esperaron con tiempo de anticipación.
Madison estaba nerviosa, él pudo verlo, tomó su mano.
—Tú puedes con esto y más.
Ella miró a Jackson, estaban tan cerca que sintió de pronto ganas de besarlo, fue como si su mente la traicionara, hundió la mirada, y alejó su mano, todo era visto por Sabrina, pero no lo notaron.
—No necesito de tus buenos ánimos —sentenció y subió al podio
Madison subió y habló con los presentes.
—¿Jackson?
Jackson se giró a mirar a la mujer.
—Hola, ¿Qué sucede?
—Te vi tan cercano a Madison Cruise, ¿acaso hay algo más entre ustedes?
—¿Algo más? —exclamó con duda
—Sí, tal vez, ¿son amantes?
—¡No! No —dijo muy nervioso—. ¡Qué cosas dices! No.
Sabrina sonrió.
—Y yo haciéndome películas en la cabeza, lo siento, he pensado en ti, ¿Por qué no salimos la siguiente noche?
Jackson se quedó perplejo, no lo esperaba.
—Yo… es que, no estoy en mi mejor momento y…
—Vamos, solo como amigos.
—Está bien.
Ella sonrió feliz.
Madison bajó del podio, había convencido a la junta de padres y al comité de profesores de la seguridad en el colegio.
Al salir de ahí, estaba por ir a casa, cuando escuchó a Jackson y a Sabrina hablar.
—Entonces, te veo en ese bar a las nueve de la noche.
Madison fingió no escuchar, ella se fue y él esperaba a Madison para irse.
Ella entró a su oficina, sintió una rabia en su interior, no podía creer que ese par estuviera flirteando a sus espaldas.
Cuando salió, Jackson y ella fueron a casa.
En la mansión.
Jackson planeaba la forma de poder decirle a Madison que saldría.
—¿Y por qué debes pedirle permiso a Chernóbil? Si ella no te da lo que necesitas, tienes derecho de ir a buscarlo.
Más tarde, Jackson subió a la alcoba y tocó, estaba nervioso.
Abrió la puerta y ella le lanzó una mirada fulminante
—¿Y? —espetó.
—Birdy y yo saldremos, vendré más tarde.
Madison bajó la mirada, luego esbozó una sonrisita que le pareció cínica.
—Que te aproveche —sentenció y esas palabras le llamaron la atención, pero Jack no dijo nada, salió de ahí.
Birdy y el fueron al bar, pero apenas al entrar se separaron.
Jack tomó una mesa al fondo y de inmediato vio llegar a Sabrina. Ella le dio un beso en la mejilla y se sentó en una silla frente a él, pidió un cóctel de frutas y platicaron con buen ánimo.
Birdy comía una hamburguesa y bebía cerveza, no platicaba con nadie, pero cantaba en voz alta, cuando de pronto, sus ojos se abrieron grandes al ver a esa mujer.
—¡Chernobil? —exclamó
La mujer casi saltó de un susto, pero recuperó su temple.
—¿Qué quieres?
—¿Tú aquí?
—¿Y qué? vine a beber una copa.
Birdy se echó a reír.
—¡Ay sí, como no! Que te crea quien no te conozca, viniste a espiar al Jacksonville, vale, allá lo hallas, mira si va a bailar, seguro de que saca los pasos prohibidos.
—¿Pasos prohibidos? —exclamó Madison.
Birdy dejó su hamburguesa, limpió la grasa de sus dedos con una servilleta y se levantó como resorte tomó la mano de Madison y la llevó hasta la pista.
—¡No! ¿Qué haces?
—Es para que tengas mejor vista —dijo y guiñó el ojo.
Ambos bailaron, Birdy supo que Madison no era hábil bailando y cuando estuvieron cerca de ellos, Birdy sintió que Madison lo empujó hasta ellos, así ella golpeó la espalda de Jackson.
Primero una vez, pero Jack fiel a su carácter no dijo, ni hizo nada, al notarlo, la ruda Madison dio otro empujón, esta vez lo golpeó con fuerzas, usando su codo, el hombre harto, se giró a ver.
—¡Oops, eso le pasa por meterse en mi camino, Jacksonville! —exclamó con sorna, mientras los ojos de Jack la miraban incrédulos por verla ahí