«Igor:
Cuando esta carta llegue a tus manos yo permaneceré aquí, no me pidas volver a escapar, porque no lo haré jamás, no contigo, sé que Aretta está embarazada, lo he escuchado de la voz de Stephen, y sé por lo que veo en sus ojos que no miente.
Todo este tiempo te he defendido de todos mis amigos, de mi familia, incluso hasta de mis malos pensamientos, pero no ha valido la pena, ¿No es tan triste esto?
Siempre quise pensar que aún seguías siendo el mismo adolescente que corría conmigo por el bosque, supongo que en algún momento nos perdimos, ¿Quién eres? No te reconozco, me avergüenza decirles que yo te conocí, porque nadie lo creerá.
Deseaba una vida feliz a tu lado, cuando miro el ahora, solo puedo encontrar que somos dos destinos quemados, dos extraños que condujeron cada quien,
