Luego de que Josh estrechó la mano de Petrova, se sintió más aliviado, al menos su banda se pondría feliz con la noticia que los llevaba, y en cuanto a Rose, bueno a Josh no le quedó más que confiar en la palabra de aquel joven. Sin embargo, él se prometió estar atento y vigilarlo lo que más pudiera, si veía a su hermana derramar una sola lágrima por Máximo, se las tendría que ver con él. Petrova lo escoltó hacia la escalera que llevaba hasta la azotea otra vez. Se acercó al guardaespaldas y le dijo. -Él señor Al Saud y su banda son nuestros invitados. Por favor trátenlos como tal. El guardia quién conocía de sobra a Máximo Petrova y también conocía el parentesco que tenía con el dueño de la Mansión, se puso firme en su lugar. -Por supuesto señor Petrova Máximo al escuchar su apelli