En la junta se dio a conocer los últimos balances financieros del trimestre y la única voz escuchada era la del jefe de finanzas. Rupert mantenía la mirada fija en la presentación, su concentración era absoluta y profunda. Calculaba y meditaba cada paso, mientras que la mirada de Pavel reflejaba el aburrimiento. Él tenía otra meta en su profesión, pero Luka jamás iba a permitirle seguirla, sería visto como una deshonra para la familia Romanov y probablemente lo hubiera desaparecido. Pavel había decidido entrar en el mundo de los negocios sin pasión, pero con conocimientos que lo mantenían a flote. No iba a dejar a Rupert con toda la pesada carga, él lo necesitaba. Pavel no solo era su hermano, también era su mano derecha y mejor amigo. Al terminar la explicación, todos aplaudieron a exc