Al salir de la habitación de Rupert y caminar por los pasillos silenciosos del elegante hogar, Camila se encontró con una escena inesperada. El doctor Milán, estaba acompañado por la enfermera principal, quien la detuvo en seco con una mirada desafiante. - Ella dice que es la esposa del amo Rupert. – acusó la enfermera mientras señalaba con sus dedos temblorosos a Camila. El doctor Milán se acercó unos pasos con expresión serena y comprensiva. Le dijo a la enfermera con voz calmada mientras firmaba una orden en un pequeño bloque de notas. - No te mintió, te dijo la verdad. – luego, le entregó el papel entre sus manos. – tu contrato terminó, puedes volver al hospital. Al parecer Rupert ya encontró una enfermera. - Ella no sabrá cuidarlo. - Puede aprender. - respondió Milán con amabi