Camila se encontró en la amplia cocina de la mansión, decidió preparar una sopa especial para Rupert. Los empleados que la rodeaban no se atrevieron a corregirla. La determinación en sus ojos y la destreza con la que manejaba los utensilios sorprendieron a todos. Con meticulosidad, seleccionó los ingredientes más frescos y cortó las verduras con precisión, cuidando cada detalle. El aroma de la sopa empezaba a inundar la cocina, provocando el estómago de los presentes. Camila tenía una habilidad innata para combinar sabores, y su creación prometía ser exquisita. Finalmente, la sopa estuvo lista. Con delicadeza, la agregó en un plato sopero, asegurándose de que cada cucharada fue una experiencia reconfortante para Rupert. No obstante, antes de dirigirse hacia la habitación de Rupert, reco