Larissa mostró preocupación a sus dos hijos, sintiendo una mezcla de orgullo y miedo por la decisión que Rupert había tomado. Acarició suavemente las mejillas de su hijo mayor, deseando que nunca más Luka pudiera lastimarlos. - No puedo permitir que Luka te vuelva a lastimar, cielo. - dijo Larissa con voz temblorosa. - No a mis hijos, no más", agregó mientras miraba con gran ternura a Pavel. - Yo he decidido sacrificarme por la familia, madre. – respondió Rupert con alta seguridad y determinación. Beso las palmas de Larissa. Aunque la rabia lo consumía por dentro por ver a Larissa golpeada en la mejilla, trató de actuar lo más normal posible. – yo los liberaré. - Desmembrarlo, descuartizarlo o decapitarlo. – dijo Pavel recorriendo parte de la recámara y demostrando su gran frustración,