Capítulo 6A LA hora del almuerzo se hallaban doce invitados presentes y el Duque de Saint Briére era uno de ellos. Una vez más, éste se dedicó a galantear con Lillian, quien parecía haberse sobrepuesto ya a su furia anterior.
Le hablaba con voz suave y dolida a Lord Kiniston; pero a la vez, y de una manera deliberada, coqueteaba abiertamente con el Duque.
Alicia sentíase agradecida por haberle tocado sentarse junto a Willy, quien la mantuvo entretenida con historias acerca del comportamiento difícil de los franceses para con el Ejército de Ocupación. Parecía estar convencido de que gracias a la actitud conciliadora del Duque de Wellington, se había mantenido todo bajo control. Resultaba obvio que era un ardiente admirador de Su Excelencia.
Una vez terminada, el almuerzo el grupo se desh
