CINCO AÑOS DESPUÉS.
Hoy me estoy preparando para una entrevista en el bufete de abogados ‘Por Excelencia’. Finalmente después de 5 años de buscar una oportunidad, la acabo de obtener.
Estoy muy emocionada, no he podido ejercer mi carrera porque no han querido darme la oportunidad en algunas empresas.
Al fin obtendré una oportunidad en la empresa más prestigiosa del país a nivel nacional e internacional.
Al rededor de las 10:00 am, llegué a la empresa, estaba un poco nerviosa. Mi entrevista era a las 10:30 am de la mañana.
Había puesto todas mis esperanzas en este trabajo, espera que finalmente pudiera hacer lo que verdaderamente me apasiona.
Finalmente llegó la hora de mi entrevista. Una mujer me guió hasta la sala de reuniones. Allí había una señora mayor que se encargaría de conversar conmigo.
—Buenos días, usted ha sido la más puntual en mucho tiempo— Dijo aquella señora.
—Mi madre siempre me enseñó que hay que ser responsable ante todo— Le respondí mientras tomaba asiento.
—Veo que te has graduado de leyes, pero no tienes experiencia.
—¡Así es! Las empresas no suelen dar oportunidades a las personas que no tienen experiencia.
—Así es, pero hoy tú suerte cambiará. Serás la secretaria del jefe, del dueño de la empresa, te veo apta para ese puesto.
—Pensé que podía trabajar con clientes, resolviendo problemas— Dije un poco decepcionada.
—Fernanda no tienes experiencia, esto te ayudará a forjar tu camino, créeme que con el jefe que tendrás aprenderás— Respondió, ella era muy amable.
—Si es todo lo qué hay, lo acepto, tengo la esperanza de algún día poder ejercer mi carrera, y como usted dice me servirá de experiencia— Le respondí con una rápida resignación.
—Muy bien, es una buena decisión. Ahora mismo iremos a la oficina del jefe para que lo conozcas, te daremos un uniforme conforme a nuestra empresa que tendrás que usar todos los días— Dijo aquella señora, que muy amablemente me trató muy bien.
—¿Cuáles serán mis días libres?.
—Eso es un detalle, no siempre podrás tener un día libre, el jefe te va a indicar el día que te toque, pero lo bueno de todo esto es que la paga es muy buena— Respondió.
La señora de muy amablemente me llevó a conocer la empresa. Hasta que finalmente fuimos a la oficina más importante, a la de mi próximo jefe.
—Espera aquí afuera, veré si puede recibirte hoy— Dijo la señora.
Ella entró a la oficina mientras yo me quedaba esperando fuera. Estaba en una de las empresas de leyes más prestigiosas de toda Argentina.
Finalmente mi sueño se había hecho realidad, aunque no era el trabajo que esperaba pero trabajaría duro para conseguir ser una gran abogada.
—Fernanda, el señor Fox no puede recibirnos hoy, sin embargo puedes venir mañana a trabajar, y podrás hablar con él— Finalmente dijo.
Salí muy emocionada de la empresa, realmente había sido contratada, por un momento dudé de que sería así.
Llamé a mi madre por teléfono y le di las buenas nuevas, todo estaría mejor para ambas.
Tomé un taxi y fui a la tienda de Brenda para contarle lo bien que me había ido, a la primera había sido contratada, en unas horas estaría allí trabajando..
Al llegar a la tienda, me dirijo a la oficina de Brenda que está dentro de su tienda, es su oficina de gerencia.
—Si estás aquí es porque es una mala noticia, ¿Ay Fernanda qué pasó?— Preguntó preocupada mientras se levantaba de su silla.
—No pasa nada, solo vengo a darte una buena noticia, finalmente mañana empiezo a trabajar y no te imaginas donde— Le dije rápidamente para calmarla.
—Entonces es algo muy bueno, me alivia saberlo, ¿donde trabajarás?— Preguntó olvidando la preocupación.
—Trabajaré en la empresa de leyes más grandes del país— Le respondí muy emocionada.
—Ya cuéntamelo todo por favor— Respondió.
—Trabajaré para la empresa ‘Por excelencia’—
Estaba muy emocionada, no podía dejar de contarle esto a mi mejor amiga. Aunque ella había estudiado leyes, no era que le interesaba tanto trabajar, su madre siempre decía que un título era importante, y por eso lo hizo.
Al día siguiente.
Finalmente la espera había sido larga pero tenía la certeza que sería buena y que la esperaba valdría la pena.
Al rededor de las siete de la mañana, estaba bajando del taxi, me detuve unos segundos para mirar la gran estructura del edificio.
Había tardado cinco años en ser aceptada en esta prestigiosa empresa de leyes. Estaba muy orgullosa por mi logro.
Entró a la oficina con un poco de timidez, me dirijo a la oficina de mi nuevo jefe para presentarme ante él.
Nadie me acompaña, solo yo me enfrento a este momento. La manía me empiezan a sudar un poco por los nervios, la paso por mi falta para limpiarlas.
Toco el timbre unas cuantas veces, la puerta no abría, sin embargo unos minutos después, la puerta se abrió.
Entré lentamente a la oficina, aquel hombre tenía su cabeza hacia abajo, firmaba algunos documentos.
—Buenos días señor, yo soy Fernanda, soy su nueva secretaria señor— Dije un poco nerviosa.
—Buenos días Fernanda, en su escritorio tiene todos los documentos necesarios para hacer el trabajo, necesito que redacte unos contratos de ventas y lo traiga a la mayor brevedad posible— Dijo sin levantar la mirada, ni siquiera dejó de escribir para conocer el rostro de su nueva secretaria.
—Por su puesto señor, en un momento regresó— Le respondí un poco incómoda.
Salí de la oficina de mi jefe, mi oficina quedaba Justo del lado de afuera de su oficina.
El escritorio es lo suficientemente grande para todos los documentos que requiere presidencia. Tenía un arduo trabajo que hacer con la digitación de unos contratos, así que puse manos a la obra.