[CRUZ]
Me encuentro en este pequeño consultorio esperando por el doctor de Mel mientras que veo los carteles informativos que hay en la pared y me doy cuenta de que él es un médico especialista en trastornos alimenticios. No dejo de cuestionarme si Denzel y Alizée están al tanto de esto, tampoco puedo evitar cuestionarme como llego Mel a esta situación.
—Disculpe la demora— Escucho que dice alguien mientras la puerta se abre y al voltear, veo a un doctor de cabello n***o y ojos café que tal vez tenga un poco más de 40 años.
—No se preocupe, soy el hermano de Emely Kuffner— Me presento y él estrecha mi mano.
—Un gusto conocerlo finalmente— Dice y sus palabras me llaman la atención.
Él con un ademan me ofrece asiento y mientras que va del otro lado de su escritorio, yo me siento de este otro lado —¿Acaso me conoce?— Averiguo.
—Personalmente no, pero Emely me ha hablado de usted— Indica y lo miro con dudas.
«¿Le ha hablado de mí?» Me cuestiono por dentro mientras que muchas teorías se pasan por mi cabeza.
—No lo sabía, pero no entiendo ¿Qué tengo que ver yo con las citas médicas de Emely?— Presiono.
El doctor se acerca un poco más a su escritorio y apoya sus manos sobre este —Emely se niega a hablar con su familia, y yo tampoco debería hacerlo, pero usted puede ayudarla mucho— Indica y lo miro confundido.
—Sigo sin entender— Sentencio.
—Emely sufre de bulimia, y se debe a la depresión que sufre— Explica finalmente y sus palabras me preocupan.
—¿Depresión? Es una chica que lo tiene todo. Venimos de una buena familia, ha ido a los mejores colegios, está rodeada de gente, es una de las modelos más famosas del mundo… es que no entiendo, incluso tiene al hombre que quiera— Digo completamente sobrepasado por la situación.
—Su psiquiatra y yo hemos hablado mucho de esto. Puede que sí, que ella tenga todo eso que usted dice, pero la raíz del problema es otro. Lo que ocurrió esta noche fue algo que suele suceder cuando una persona con depresión toca fondo. Por lo que han puesto en el reporte, alguien le dio esas pastillas, y por lo que acabo de hablar con ella, las tomo porque quería olvidarse de que usted había llegado de regreso— Me dice.
—¿Yo soy la raíz del problema que tiene Mel?— Pregunto en un susurro.
Él me mira un poco más serio —Emely es una paciente muy especial para mí, ¿lo sabe?— Comenta y hace una pausa —Estoy rompiendo con muchas reglas al hablar de esto con usted, pero también las rompí con ella— Continua y dice esto último en un susurro.
—¿De qué me habla?— Inquiero firme.
—Estoy completamente enamorado de ella, pero desafortunadamente ella lo quiere solo a usted, y por eso se hace daño, porque sabe que no lo puede tener— Sentencia y no sé qué parte de todo lo que me acaba de decir me afecta más.
—No es ético que este enamorado de su paciente— Suelto sabiendo que esto es tan solo una pequeña parte del problema.
—¿Y cree que es algo bueno que ella se haga daño cada vez que ve fotos suyas con su novia? Usted no tiene idea de lo que esa chica está pasando. He hecho de todo para sacarla de esta situación, he incluso callado lo que siento para que no se aleje de mí, pero mire lo que ha hecho su regreso— Me reclama.
—Escuche, yo no la drogue, yo tampoco la enamore. Ni siquiera sabía lo que ella sentía por mi hasta hoy— Digo molesto.
—¿Sabe que esa mujer lleva desde los 15 años enamorada de usted? Ha conocido a todas sus novias, la he escuchado decirme lo fea que se sentía cada vez que usted llegaba con alguien diferente—
—Debería dejar de tratar a mi hermana, está cruzando todos los limites— Amenazo.
—Y usted no merece que una mujer como ella se haga tanto daño— Rebate haciendo que respire profundo.
—Usted no tiene idea de nada, no se meta en asuntos que no le incumben— Concluyo y de verdad que ya no quiero, ni puedo escucharlo más.
Simplemente me levanto y salgo de este consultorio preguntando a las enfermeras donde esta Emely y una vez que me indican el camino, voy hacia su cuarto y entro —Cruz— Pronuncia ella débilmente y con sorpresa al verme entrar a la habitación.
—¿Se puede saber porque rayos has dejado que te drogaran? ¿No te das cuenta de que te pudieron haber violado? ¿Qué podrías haberte muerto?— Le reclamo con rabia.
—Cruz— Repite en un susurro.
—Sé que todo esto es una mierda, ¿de acuerdo? Yo no elegí que tus padres me aceptaran como suyo, tampoco pedí que nos criaran como hermanos… no quería nada de todo esto— Expreso lleno de frustración.
—Cruz, ¿Qué ocurre?— Indaga débilmente.
—Que todo esto es mi culpa, que no debí haber vuelto… ¿Cómo puedes hacerte tanto daño?— Menciono y siento que mi cuerpo no resiste toda esta tensión que llevo por dentro.
Tan solo me siento en el borde de la cama —Yo no elegí sentir todo esto por ti…— Susurra —Estoy loca de amor por ti Cruz, siento que me muero cuando estas lejos… me duele verte con otras mujeres. Me ahogo con solo pensar que las besas, que les haces el amor. No sé me pasa, ¿entiendes? Es algo que está aquí y no se va— Expresa llevando su mano a la altura de su corazón.
—No puedo Mel, no me puedo enamorar de ti— Digo en un susurro con lo mucho que me cuesta pronunciar estas palabras.
—Claro que puedes, es solo que tienes miedo— Insiste y niego para levantarme de aquí, pero ella me toma del brazo y me jala hacia ella para después darme un beso que yo intento rechazar, pero es tarde cuando escucho la voz de mi padre gritando mi nombre y al voltearme lo veo tomándose el pecho.
—¡Papá!— Exclamo, y es tarde cuando se desploma al suelo