Capítulo 6. Max le hace la vida imposible a Daniela.
Daniela llegó al departamento que compartía con su amiga cerca de las doce de la noche, Verónica estaba preocupa por ella, al principio pensó en llamarla por teléfono, luego se imaginó que quizás estaría con los empleados de la empresa conociéndose, algunas empresas acostumbraban a invitar a cenar a todos los empleados para conocer a la “nueva empleada” aunque pensando que ella solo era un reemplazo por maternidad luego lo dudó, y cuando la comenzó a llamar el teléfono de Daniela estaba apagado.
Verónica no sabía que hacer, con su pierna enyesada no sabía si debía presentarse en la empresa y preguntar por su amiga, pero sabía que si lo hacía podría meterla en graves problemas, pues podrían darse cuenta de que en realidad quien debería estar trabajando ahí era ella Verónica Paz y no su encantadora amiga psicóloga Daniela Franco, además, que ya no era horario laboral.
-- Por Dios, Daniela estaba tan preocupada – le dijo Verónica cuando la vio cerrar la puerta de su departamento, ella corrió con las muletas para revisar si su amiga estaba bien, y si no le había pasado nada malo.
-- Es casi la media noche, ¿no me digas que te has quedado a trabajar hasta esta hora? – le pregunta al notar que no huele a licor, Daniela le sonríe tranquila,
-- Todo está bien Vero. Estuve conociendo la empresa es todo – le responde, no iba a comentarle el terrible jefe que tiene y mucho menos el trabajo de última hora que le envió.
-- ¿Hasta la media noche? – le pregunta su amiga mirando su reloj,
-- Estaba preocupada, te estuve llamando a tu teléfono ¿Por qué lo tienes apagado? – Verónica estaba molesta, la actitud de Daniela la estaba comenzando a irritar,
-- Lo siento, olvide llevar el cargador. Y la verdad es que me perdí. Tomé una conexión que no era y terminé al otro lado de la ciudad, pero ya estoy acá. Estoy bien amiga, y mañana debo llegar temprano, tu jefe tiene un directorio y debo entregarle unos informes antes de que comience – le dice Daniela, mencionando a Maximiliano Rossell como si fuese el jefe de Verónica y no el suyo.
Verónica solo sonríe avergonzada al oír el comentario, se da cuenta que había exagerado al preocuparse tanto por su amiga, ambas eran mayores de edad, ella le pregunta si comió algo y al escuchar que no tiene hambre, solo se despide y regresa a su habitación.
A la mañana siguiente
Daniela fue la primera en llegar a la oficina, abrió su cajón y sacó los informes, caminó hasta la oficina del CEO, entró sin tocar imaginando que nadie estaría ahí, pensó colocarlos en su escritorio y salir, pero al entrar con ellos se encontró con la mirada azul penetrante de Maximiliano frente a ella.
Como cada día, Maximiliano Rossell ya estaba allí, como siempre el CEO estaba revisando su correo electrónico cuando sintió que la puerta de su oficina se abría, y al levantar la mirada el rostro de su nueva secretaria se cruzó con el de él.
-- Lo siento, pensé que no había nadie – se disculpa Daniela, su jefe no decía nada solo la miraba con seriedad. Ella caminó unos pasos más hasta llegar a su escritorio,
-- Señor Rossell acá están los informes que me pidió – le dijo y colocó las ocho copias anilladas sobre el mismo, Maximiliano bajó la vista y tomó uno de los documentos, revisando rápidamente la primera página. No dijo nada, pero sus ojos mostraban una leve sorpresa. No había esperado que ella cumpliera con todas sus exigencias, y mucho menos que lo hiciera con tanta perfección.
-- Bien – le dijo finalmente, sin levantar la vista hacia ella,
-- Eso será todo por ahora señorita Franco, cuando comience el directorio le pediré que vaya conmigo para tomar nota – Daniela asintió y se dio la vuelta para salir de la oficina, pero antes de cerrar la puerta, Max habló nuevamente.
-- Daniela –
-- ¿Sí, señor Rossell? – giro ella levemente,
-- Hiciste un buen trabajo, sigue así – Daniela sonrió, sintiendo una pequeña victoria y salió de la oficina para comenzar a rezar.
-- ¡Tomar nota! – exclamo en voz baja, nunca había tomado notas para ella misma, como lo haría en un directorio. Esta vez estaba jodida…
Los empleados comenzaron a llegar y observaban a Daniela esperanzados de que haya podido cumplir con el trabajo solicitado el día anterior,
-- Hola Daniela, ¿Cómo te fue con el pedido del jefe? – le preguntó Javier y ella levantó el pulgar en señal de triunfo, Javier le sonrío también devolviéndole la señal de triunfo con los pulgares arriba para que todos los demás pudieran verlo, de pronto la puerta de presidencia comenzó a abrirse haciendo que el hombre desaparezca al segundo.
Maximiliano se acercó lentamente al escritorio de Daniela, sobre sus muslos llevaba las carpetas anilladas mientras sus fríos ojos azules como el hielo, la estudiaban detenidamente. Ella se esforzaba por mantener la compostura observando como la silla de ruedas se detenía justo frente a ella.
-- Señorita Franco necesito que venga conmigo a la reunión del directorio – le comunicó Max con un tono de voz autoritario, consiguiendo que ella se levante de su silla de inmediato.
-- Si señor –
-- Toma nota de todo lo que se discuta en la reunión, luego lo transcribes al acta – le ordenó, el corazón de Daniela dio un vuelco. No tenía idea de cómo tomar notas en una reunión de negocios, mucho menos transcribir y hacer un acta. Pero no podía permitirse mostrar debilidad.
-- Claro, señor Rossell – le respondió ella, intentando sonar segura.
Maximiliano asintió y se giró hacia el pasillo que los conduciría al directorio. Daniela lo siguió, sintiendo la presión de la mirada de todos sobre ella. La muchacha caminaba detrás de él, pensando frenéticamente en cómo iba a salir librada de esta situación.
Al entrar en la sala de reuniones, los miembros del directorio ya estaban sentados, esperando al CEO. Max ocupó su lugar en la cabecera de la mesa y le indicó a Daniela que se sentara a su lado,
-- Señorita Franco, este es su lugar – la pobre miró la silla a un lado de él y caminó en silencio.
Ella sacó un block de notas y un bolígrafo, intentó recordar algunas técnicas de toma de notas que había visto en internet mientras Verónica le explicaba algo sobre secretariado, aunque nunca las había visto antes, y menos las había aplicado cuando estaba en la universidad esperaba salir victoriosa de esta situación.
La reunión comenzó, y Max no perdió el tiempo en hacerla sentir incómoda.
-- Señorita Franco asegúrese de tomar nota de cada detalle – le dijo en voz alta, llamando la atención de todos. Daniela sonrió forzadamente y asintió. Mientras los directores comenzaban a discutir temas financieros y estrategias de negocio, ella hizo lo mejor que pudo para seguirles el ritmo, escribiendo lo más rápido posible. Sin embargo, no podía evitar sentirse perdida, había olvidado por completo lo que su amiga le enseño y los garabatos comenzaron a aparecer en su hoja sin darse cuenta.
Después de la reunión, Max se dirigió a su oficina sin decir una palabra. Daniela lo siguió, sintiendo que el peor momento estaba por venir, todo su block estaba lleno de garabatos que ni ella misma entendía.
-- ¿Puedo ver tus notas? – le preguntó el CEO, extendiendo la mano una vez que llegaron a su oficina, Daniela dudó por un segundo antes de entregarle sus apuntes, pero al final estiro su mano y se los entregó. Max los tomó y empezó a leer, mientras fruncía las cejas al no entender nada de lo que decía en él.
-- ¿Qué significa esto? – le preguntó con desdén,
-- Esto es inaceptable, Daniela. Apenas puedo entender lo que has escrito en este papel – le dice.