Capítulo 37. No señor, Daniela, ella esta bien. Es solo que… Las sesiones de terapia comenzaron de inmediato. Max se entregó por completo, llevando su cuerpo al límite y exigiendo de sí mismo más de lo que jamás había hecho. Las palabras de Joel lo guiaban, mientras que el dolor físico lo hacía más consciente de sus propias metas, volver a caminar, recuperar su independencia y, eventualmente, viajar al otro lado del mundo para buscar a ocupaba de lleno su mente y se había metido por completo en su corazón, Daniela. Al final de la sesión, Maximiliano terminó exhausto, apenas era capaz de mantenerse despierto mientras Ana lo llevaba de regreso a casa. Sin embargo, estaba satisfecho consigo mismo. Sabía que había dado un paso importante, no solo en su recuperación física, sino también en su