Ese mismo día, las tres hermanas muy deprimidas en el recibidor de la casa, oyen a su madre quejarse, decía que tenía mucho dolor y suben rápidamente las escaleras. Estando ellas allí ven a su madre con mucha tristeza y ella les dice con voz quejumbrosa: —¡¿Clarissa, ya estás aquí, cuéntame que ha sucedido, que paso con ese hombre? ¿Qué noticias me tienes de él?! — y se levanta de la cama, se sienta, y con los pies comienza a buscar sus pantuflas. En ese instante también dice: —¡auch me duele todo mi cuerpo, pero bueno chicas, vayamos al hospital a ver como esta su padre! — las gemelas empiezan a llorar. Clarissa con ojos llorosos, la cara muy seria, y su voz en tono muy grave dice: —¡mama deja de fingir, lo sabemos todo. Fui al oncológico y la enfermera que te atendió en el hospital Mary, me dijo que te quedaban 2 meses de vida. Ella se negaba a decirme las cosas, pero le insistí así que me lo conto todo con detalles por lo que estas pasando ¿Cómo ibas a ocultar tan semejante situación madre?! — ella muy asustada y mirándola fijamente le dice —¡si hija me quedan dos meses de vida, es la realidad que me aqueja ahora, y todo fue por mi culpa, por no chequearme anualmente. ¡Creía que este mal nunca llegaría a mi cuerpo, pero si lo hizo, así que bueno, estaré solo dos meses con ustedes! —
Sally la gemela mayor salta hacia los brazos de su madre y llorando le dice: —¡NO MAMÁ, TU VAS A DURAR POR MUCHOS AÑOS MÁS, NO TE ECHES A MORIR TAN PRONTO, TODO VA ESTAR BIEN ¿SÍ?, tú eres una mujer muy vivaz, en estos momentos te necesitamos más que nunca, por lo tanto, te vas a recuperar muy pronto. Ese tratamiento va a funcionar y también el de papá, ¡y seremos una familia muy feliz como siempre lo hemos sido! — su madre con la mirada vacía le dice cortamente: —¡Si hijas mías, yo estaré para ustedes y volveremos hacer como antes! — y todas se abrazan al mismo tiempo.
Luego, todas se alistan para ir a ver a su padre al hospital, porque ya les tocaba verlo. Estando en el hospital, Clarissa recibe una llamada del oficial Josh y él le pregunta que como estaba —¡hola Clarissa ¿Cómo estás? Me preguntaba si estabas bien, ¡y como tus hermanas tomaron la noticia de lo que le pasa a tu madre! — ella le dice: —¡hola oficial, pues no estoy como quisiera estar, pero si, ya mis hermanas saben lo de mi madre y pues todas estamos devastadas, en estos momentos estoy en el hospital para ver a mi padre, todavía sigue igual, la semana que viene pues vamos a realizarle los tratamientos de terapia, para que en dos años pueda tener un 50% de movilidad en su cuerpo. Pero muchas gracias por llamar señor agente, dígame, ¡ ¿encontró algo acerca de los hombres?! —
El agente Josh muy nervioso le dice: —¡no aun no, solamente quería saber cómo estabas y si necesitabas alguna cosa! — Clarissa frunce el ceño y comienza a sospechar que el agente tiene como otras intenciones aparte de lo del caso, y le dice en un tono muy seco: —¡mmmm no, no necesito nada, avíseme si sabe algo por favor de esos hombres, en estos momentos estoy un poco ocupada. Adiós oficial Josh voy a colgar el teléfono! — y cuelga el teléfono rápidamente. El agente Josh se da pequeños golpes en la frente cerrando los ojos en señal de vergüenza y se dice así mismo: —¡que idiota eres Josh, debiste por lo menos aguantarte hasta mañana, espero que Clarissa no se moleste por mi intromisión, QUE IDIOTA SOY! — y sale a fumarse un cigarrillo.
En el hospital, el doctor llama a Clarissa y le dice que pueden entrar a ver su padre, que ya había despertado. El las quedo mirando a las 4, las reconocía, pero no podía hablar, ni mover ningún musculo de su cuerpo. Así que el señor George al verlas lloraba, pero no podía emitir ningún sonido, solo las lágrimas caían en su rostro mirándolas fijamente. Su esposa Sussane, al ver esto comenzó a llorar por el estado como había quedado su esposo, Clarissa y todas sus hermanas también estaban muy triste al ver a su padre, ese hombre tan vivaz, estar casi como un vegetal, por culpa de su ex amigo Tobias Smith. El medico les dijo: —¡bueno, la semana que viene sus heridas ya estarán cerradas, así que vamos a proceder con el tratamiento! — la señora Sussane saco de la cartera la tarjeta de crédito y p**o 50 mil dólares; el primer año del tratamiento. —¡bueno doctor, voy a apagar un año de tratamiento, el otro año pues se lo pagará mi hija, ella será la encargada de todo lo relacionado con su papá, yo tengo Cáncer, voy también hacer mi tratamiento para sobrevivir y estar sana para cuidar de mi esposo, para que mis hijas hagan su vida! — el doctor miró fijo a la señora Sussane y le dijo: —¡usted y su esposo mejoraran. Estos pacientes con esta enfermedad duran bastante, quédese tranquila y haga su tratamiento, ¡yo me comunicaré con su hija! — Clarissa esperó que su madre terminara de cancelar el tratamiento y le dijo: —¡oye mamá, yo me hare cargo de todo, tu ve a descansar con las chicas, dentro de dos semanas abriremos la tienda, por ahora está cerrada por duelo, luego la abriré y venderemos mucho! —
Su madre agarra su mano y con una sonrisa corta le dice: —¡si hija mía todo va estar bien, todas estaremos bien! — Pasó un mes, y el señor Patrick hacia su tratamiento y mejoraba un poco, ya por lo menos sonreía, el procedimiento que decía el medico estaba haciendo efecto, pero, por otro lado, la señora Sussane empeoraba cada vez más. Su enfermedad se volvía más y más aguda, perdió 25 kilogramos en un mes y al mes siguiente murió. Como lo dijo el médico oncólogo, solo duro dos meses, aquella señora alegre ya no existía y las chicas y todos sus amigos le hicieron un funeral. El señor Patrick no comprendía nada de esta situación por su condición. La señora Sussane Patrick había muerto, pero todavía estaba en el corazón de sus hijas.
Las 3 estaban devastadas, su madre era su amiga y confidente y todo lo que tenían en aquellos días, ya que su padre ni siquiera podía hablarles. Ese día en el funeral, le dijeron un adiós a su madre, lanzándole rosas de color rosado a su tumba. Fue un día muy duro y triste para las hermanas Patrick. La nueva realidad de ellas era, su padre cuadripléjico y su madre muerta. Clarissa debía ser fuerte, ya que se convirtió en la figura de autoridad de sus pequeñas hermanas. Afrontándose así, a una dura realidad —¡DEBO SER FUERTE PARA MI FAMILIA, LOS SACARÉ ADELANTE CUESTE LO QUE ME CUESTE! — se dijo a sí misma la chica de 23 años.
Después del funeral, las gemelas y Clarissa llegan a casa. Clarissa tuvo la idea de que las tres durmieran juntas en su habitación. En ese instante, las chicas, buscan colchones para dormir agrupadas en la habitación de su hermana mayor, ya que las tres se sentían muy solas y desamparadas. Clarissa les dijo—¡oigan chicas, traigan los colchones de sus camas, para que durmamos las tres aquí, y no nos sintamos solas, si alguna quiere llorar, pues nos abrazaremos. Esto que estamos pasando es muy fuerte, por lo tanto, no estamos muy normal que digamos. Miren que, dentro de un año, es que tendremos a papá aquí en casa, entonces durmamos juntas hermanitas! —
Luego cada una de las gemelas fue por su colchón, y acomodaron la habitación para dormir las tres. Esa noche se quedaron dormidas, porque estaban muy cansadas tanto físicamente, como mentalmente. Su padre estaba en el hospital, donde tendría que pasar un año por todas sus terapias. Los médicos dijeron que luego de un año él podría ir con ellas a casa y tratar de hacer una vida normal. En la condición que estaba su padre, ellas no podían cuidarlo, solo varios profesionales. De igual manera, ellas estaban un poco tranquilas, porque el seguro de vida más lo que p**o la señora Sussane antes de morir, serviría para cuidarlo todo ese año.
Al día siguiente, Clarissa se levanta, para hacerle de comer a sus hermanas. Por todo lo que estaban pasando, el colegio decidió llevarles un profesor semanal para que les diera las clases de toda la semana. Luego los fines de semana tomaban los exámenes de todas las materias que veían. Ambas chicas a pesar de todo tenían muy buenas calificaciones y no perdieron ese año escolar.
Clarissa estaba un poco preocupada por la tienda. Ya tenían 3 semanas que no abrían por lo del luto. Asimismo, un encargado de la tienda abrió ese día, y la llamó diciéndole, que una persona del banco fue para allá, y le había dejado una carta. —¡hola señorita Clarissa como está, mire, la llamaba para decirle, que unos hombres del banco vinieron para acá y le dejaron un sobre, que querían hablar con el señor George, pero yo les dije que él estaba en el hospital, y que no podía atenderles, solo su hija. Por consiguiente, ellos me dijeron que usted fuera para el banco lo más pronto posible, como representante del señor George. Yo me les ofrecí para ir, pero ellos me dijeron que tenía que ser un familiar. Bueno, esto significa que usted tiene que ir para allá, ¡muy pronto! —
Clarissa muy preocupada le dice: —¡mmmmm está bien, que querrán los del banco ahora! — y ella recordó inmediatamente —¡oh dios mío, seguro es el préstamo de 1 millón de dólares! — ella continuo con la llamada y le dijo al encargado —¡oye Louis, ¿será que puedo ir hoy mismo?! — el encargado le dice: —¡siiiii señorita Clarissa, puede ir hoy mismo si quiere, ellos me dijeron que lo más pronto posible. Otra cosa señorita, cuando salga del banco puede venir para acá, ¡es que necesito que firme algunas cosas si puede! — Clarissa muy distraída le dice —¡si está bien, cuando salga de allá pues paso por la tienda. ¡Adiós nos vemos! — y cuelga el teléfono.
Ella termina de hacerle el desayuno a las gemelas, se dirige a la habitación y las llama: —¡chicas levántense, vengan a comer, les hice unos sándwiches y los tosté, si no se los comen ahorita, se van a poner feos! — Claire se levantó y fue a lavar sus dientes. Sally no quería levantarse, decía que no quería comer, que estaba muy deprimida. Clarissa se acerca a ella y toca su brazo suavemente y le dice: —¡Sally debes estar saludable, sé que la situación que estamos viviendo, no es la más favorable pero las tres debemos estar fuertes y muy bien para apoyarnos mutuamente ¿no crees?, imagínate si te llegas a enfermar, Claire y yo estaremos devastadas, 3 miembros de nuestra familia de 5 están mal, ya una fallecida, y otros dos enfermos, ¿te gustaría que eso nos suceda?! —
Sally suelta una lagrima y le dice: —¡no hermanita, no quiero que eso nos suceda! — y se levanta y va a al baño de su habitación y se lava los dientes. luego Clarissa va detrás de ella y la abraza por detrás y le dice —¡te quiero mucho hermana. Te espero abajo, el desayuno está muy rico, ¡le eché miel a tus sándwiches como a ti te gusta! — Sally ve a Clarissa por el espejo del lavamanos y le sonríe, mientras tiene el cepillo de dientes en su boca. Clarissa baja y espera a sus hermanas en el mesón de la cocina, con una taza de café. Ellas dos se sientan y Clarissa les sonríe, pero no les cuenta que va para el banco.
Ellas ven que Clarissa come con mucho afán y Claire con la boca llena de comida le dice: —¡¿vas a salir?! — Clarissa termina de comer y les dice: —¡si chicas, voy a la tienda, Louis me llamó y me dijo que fuera urgente a firmar unas cosas. Seguro mercancía que había llegado. Suerte que papá le dejo un poder a mamá si algo sucedería. Mamá ese poder me lo traspaso a mí. ¡Ustedes saben que ella sabía que se iría de este mundo! — y cambia su semblante mientras recuerda a su madre. Luego sus ojos se llenan de lágrimas y se las limpia. Y les dice a sus hermanas: —¡bueno no importa, mamá había sufrido mucho por estos dos meses, de tal modo, que ahora está descansando, y desde el cielo nos cuidará. ¡Bueno hermanas me voy rápido! — y le da un beso a cada una y corre hacia su habitación para ducharse y vestirse. —¡chicas me voy cuídense. No le abran a ningún extraño, solo a conocidos ok, ¡adiós! — las dos hermanas estando aun en la cocina le gritan a Clarissa que sale corriendo—¡ADIOS, MUCHO CUIDADO CLARI! —
Clarissa enciende su auto y va directo hacia la tienda de su padre, para buscar la carta que le habían dejado y dice en voz alta conduciendo: —¡mmmm primero voy a ir a la tienda, allí está la carta que me dejo el banco. Luego, firmo las cosas que me dijo Louis y voy para allá. Me intriga saber que dice esa carta, sé que es sobre el préstamo, pero bueno, ¡quizás saben la situación de papá y dejen mucho plazo para pagar quien sabe! — pasan 20 minutos, y Clarissa llega a la tienda, la cual quedaba un tanto cerca de su casa.