Adeline Sentí el miedo recorrer mi espalda, la muerte me estaba rozando la nuca. Malek había perdido mucha sangre, su herida era profunda y había rozado la vena aorta. En la ambulancia había perdido el conocimiento y sus signos vitales eran muy lentos. - ¡Por favor Malek!- dije con angustia. -Señorita guarde la calma- me dijo el paramédico. Cuando llegamos a urgencias un pitido escalofriante se sintió. Malek había entrado en paro. Me sacaron de la ambulancia y tras de mí entraron 1 médico y dos enfermeras. Lo estaban reanimando, la escena era terrorífica. Mientras yo la veía con mi cuerpo frío y tembloroso, grabé como fuego cada momento en mi mente. Y le rogué a Dios que no se llevara. Aún nos falta tanto…casi no hemos tenido tiempo. Rompí en llanto en medio de la acera. 3 m