ADELINE El despertar fue glorioso y extraño ¿estaba de novia con Malek? Aún no me lo creía. Me estiré lo que más pude y tomé mi pelo en una cola de caballo. Ordené mis ideas sobre mi trabajo en la cabeza mientras caminaba hacia el baño para tomar una ducha. Mi celular vibró, dejé la toalla encima de la cama y me senté en ella para leer el mensaje. -Buenos días novia mía- el vacío matutino de mi estómago se llenó con esa frase. -Bueno días señor Malek Al Saud de “Jensen”- reí -jajajaja, ¿Desayunaste? - ahí estaba “don” control. -Casi, casi… -¿Qué tal unos croissant? -Me encantaría, pero no conozco ningún lugar suficientemente bueno en Connecticut – traté de rebuscar en mi mente, pero no, no lo había. -Yo se de uno, pero voy entrando ahora a una video conferencia. ¿Paso por ti