Malek Llegue a la mansión echo una furia, el agua de lluvia se había evaporado prácticamente toda gracias a mi cuerpo caliente. Bajé al sótano e hice ejercicio en el gimnasio privado de la mansión, la única forma de botar toda la presión era llevando al límite mi cuerpo y eso a mí se me daba bien. Luego de 1 hora me detuve exhausto tenía ganas de vomitar, sudé hasta más no poder y mis músculos estaban duros como piedra. Encontré algo de calma. Me duché con agua fría. Y me encerré en mi despacho. Tomé decididamente el vaso y me serví una buena cantidad de Whisky con hielo. Lo bebí prácticamente de un sorbo y volví a llenar el vaso. Me dejé caer en el berger de cuero e hice una llamada. -Quiero que frenes todos los negocios de mi madre en Ottawa -Pero señor su madre se pondrá furi