La propuesta

1742 Words
CHARLENE Una semana después ya estábamos en nuestro destino, en verdad agradecía que Holly estuviera conmigo en este arduo proceso, se que con James hubiera sido aún más difícil para mí buscar algún trabajo, además de que ella lo cuidaba y le ponían atención, yo me podía concentrar para buscar un buen empleo. El agente me dijo que la casa había sido vista por varias parejas, me había dado el monto estimado para la compra de la propiedad, se me hizo lo justo, además de que ese dinero me serviría para poder rentar algo aquí, solo esperaba que se decidieran pronto a comprarla, no quería esperar mucho ya que el dinero me hacía falta, aunque Holly trajo consigo algo de sus ahorros, yo no quería avisar tanto de ella, con que me cuidara a James para mi era más que suficiente. Estuve durante una semana dejando curriculums por todas partes, pero hasta ahora nadie había llamado, eso en parte me preocupaba, los gastos eran muchos y el ingreso poco, se que tal vez no lo hacían por que no tenia la experiencia necesaria, pero no quería desanimarme. Llegue al pequeño apartamento que estábamos rentando, me dolían los pies, la cabeza, el cuerpo, el corazón y la mente, tal vez debí quedarme un tiempo en la casa que estaba intentando vender, buscar un trabajo y ahorrar, y entonces si salir de ahí, pero ya había dado el paso y nada me haría cambiar de opinión, mucho menos el dinero, yo no quería regresar a esa casa. - ¿Aún nada? – preguntó Holly con James en brazos. - No, no se donde más buscar, tal vez tenga que ir a algún bar para trabajar de mesera o bailarina – dije bromeando, Holly se persigno. - Mi Dios lo quiera Lene, no, tu no puedes rebajarte tanto. - ¿Entonces dime donde más puedo buscar? - Porque no descansas estos días, aun hay un poco de dinero, ya después veremos, por lo mientras, descansa, date un baño y si quieres, yo también puedo salir a buscar algún trabajo. - ¿Pero y James? - Pues obvio tu lo cuidarías, tal vez yo tenga más suerte. - Eso me hace parecer como tu puta – dije riendo – no, ni lo sueñes, dejaré pasar estos dos días y en cuanto inicie la siguiente semana, volveré a buscar, de lo que sea. - Esta bien, como quieras, prefiero quedarme a cuidar a este angelito. El fin de semana solo vimos algunas series, traté de despejarme y en no pensar en nada, o seguiría preocupándome por nada, ya el lunes por la mañana buscaría algo. Me levante temprano y salí de casa, no sin antes despedirme de mi bebé, decidí que lo mejor sería presentarme en persona en algunos lugares donde ofrecían empleo, se que era un poco arriesgado y jamás pensé que me iría tan mal, quería llorar de la impotencia, así que estuve caminando sin rumbo, hacia un calor sofocante, estaba sudando en exceso, así que mi imagen impecable se había ido a la mierda. Llegué hasta un pequeño restaurante, que a leguas se veía que necesitaba modernizarse, me senté y en seguida una señora salió para atenderme, mire hacia dentro y habían unas cuantas personas sentadas, solo le pedí un vaso de limonada, cuando estaba por irme me percate que había un letrero solicitando mesera. Me limpie el sudor con una servilleta y mire mi reflejo, entonces entre al lugar, por dentro se veía acogedor, tal vez ese era su encanto y yo no me había dado cuenta, busque a la señora que me atendió, cuando la vi, pregunté por el empleo, me llevo a una pequeña oficina y se presentó. - Me llamo Luisa – dijo sonriente – puedes tomar asiento, quiero hacerte unas cuantas preguntas. - Gracias, yo me llamo Charlene Lowell. - Eres muy inteligente como para estar buscando trabajo en un lugar como este. - La verdad es que yo tampoco lo buscaba, pero de verdad necesito el trabajo, jamás he trabajado, hasta hace poco estaba casada y viviendo la mayor mentira de mi vida con el padre de mi bebé, pero donde he intentado que me acepten, me han negado el trabajo debido a mi inexperiencia, se lo prometo que aprenderé rápido. - ¿Quién cuida a tu bebé? – preguntó con el celo fruncido. - Mi mejor amiga Holly, ella también renunció a su trabajo para acompañarme y hacerme las cosas un poco más sencillas, pero el dinero se nos está terminando y bueno con mi bebe y la renta, ya sabe todo eso, necesito un ingreso pronto, ojala me dé la oportunidad de demostrarle que puedo hacer bien el trabajo que se me asigne – se quedo pensativa, así que pensé que me diría que no. - ¿Por qué no vienes mañana con tu amiga y tu bebé?, les haré una propuesta, pero necesito que las dos estén de acuerdo, ¿pueden venir mañana temprano? – dijo amablemente. - ¡Oh! Por supuesto, yo le diré a Holly, seguro estará de acuerdo – sonreí, estaba tan feliz, que no pensé mucho en sus palabras, me despedí de Luisa y salí de ahí, directo hacia el departamento. Llegué súper emocionada y le conté todo a Holly, ella por supuesto que al principio estaba dudosa pero después me creyó todo, nos acostamos temprano, porque mañana sería un día muy importante, esto definiría si podía quedarme aquí o por el contrario tendría que regresar a mi antigua casa, cruce los dedos, ojalá que todo vaya perfecto. La mañana llego rápido, me dice y vestí rápidamente, a James solo lo vestí presentable, la noche anterior lo había bañado y Holly estaba casi lista, como no teníamos auto tuvimos que tomar un taxi, otro gasto más que no teníamos contemplado. - ¿Por qué crees que nos haya querido ver a las dos junto a James? - No lo sé, tal vez pensó que le mentí, ¿me veo como una mentirosa? - Claro que no, pero… bueno no diré nada hasta llegar y ver lo que la señora tiene que decirnos. - Pero… - ¿Y si es una vendedora de órganos?, ¿o si quiere secuestrar a James? - Holly no digas tonterías, es una anciana y… - Esta bien, será mejor que me calle, solo era un pensamiento… ligero. - ¿Ligero?, como no El resto del camino ocurrió en silencio, James aún estaba dormido así que no lo desperté, o se pondría de llorón y era lo menos que necesitaba, bajamos y al parecer Luisa ya nos estaba esperando, nos recibió con una enorme sonrisa, y con un desayuno que se veía realmente delicioso. - Tu debes ser Holly y el pequeño en tus brazos es James, ¿cierto?, por un momento llegue a pensar que no vendrían. - Así es – contesté – bueno es mi última oportunidad para quedarme aquí y no regresar con la cola entre las patas – las tres reímos. - ¿Por qué no nos sentamos a desayunar mientras les platico la propuesta que tengo para ambas? - No era necesario que nos recibiera así – le resto importancia alzando una mano. - No tengo problema con preparar esto, además es una nueva receta y quiero que me digan que tal esta, a veces la memoria de un viejo falla. Tomamos asiento y comenzamos a comer, primero en silencio hasta que Luisa lo rompió, y estaba deliciosa la comida. - Quería que estuvieran las dos juntas ya que es una decisión que tienen que tomar en conjunto, la paga no será mucha, pero les puedo proporcionar un lugar donde vivir y también – volteo a verme – si te parece bien, yo te podría ayudar en el cuidado de tu pequeño – casi me atraganto con la comida. - ¿Pero y usted que gana con eso? – preguntó Holly dubitativa. - La compañía de ustedes tres, mi casa está detrás de esa puerta – la señaló, ayer no la vi cuando pase, pero supongo que estaba muy distraída – si quieren pueden pasar a echar un vistazo. - No hace falta – dije pero cuando mire a Holly se veía dudosa - ¿Holly, tu quieres ir a ver? - ¿Puedo? – Luisa comenzó a reír - Claro que sí, aquí te esperamos, esta llave abre la puerta – le tendió una llave y se adentro. - ¿Puedo hacerle… una pregunta? - Se lo que preguntaras, pero adelante. - ¿Por qué hace todo esto?, podría robarle – rio un poco – o… matarla y… - Se que no lo harás – dijo divertida – como les dije solo quiero su compañía, no tengo familia a quien dejarle todo esto, tengo una pequeña fortuna que… - Espere – dije alzando la mano – pero… yo no podría aceptar nada de eso, ¿qué le hace creer que soy una persona honesta? - Por qué yo era igual que tú a tu edad, además se que tu pequeño es quien te esta dando esa fuerza para hacer todo lo que estas haciendo y harás en un futuro. - Gracias yo… no se que decirle, creo que necesito hablar con… - en eso llego Holly con una sonrisa de oreja a oreja. - Aceptamos el trabajo – dijo muy decidida y yo la mire como si tuviera cuernos en la cabeza. - Holly… - Se lo que dije pero es una hermosa casa la que está detrás de esa puerta, se que James amara jugar en ese jardín y podemos comprar algunos juegos para que se divierta y… - Para tu carro Holly, ni siquiera hemos hablado y… - Yo las dejo para que puedan hacerlo – Luisa se levantó y entró a lo que supongo es la cocina. - ¿Holly, que te pasa?, primero no querías hacer nada de esto y ahora, hasta decides por mi. - Mira lo he pensado bien, la casa es pequeña pero el jardín es hermoso, además oíste lo que dijo, la paga no es mucha, si después encontramos algo mejor lo podemos dejar. - Tienes razón, pero… - Pero nada Lene, anda vamos a darle la buena noticia a Luisa. Luisa al escucharnos se puso contenta, yo aún tenía un poco de duda, pero al ver el entusiasmo de Holly lo dejé a un lado, por lo menos ya no pasaríamos carencias.
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