MI COMPLEMENTO PERFECTO

CHARLENE Conocí a Cárter Lowell desde que éramos muy pequeños, debo admitir que jamás me cayó bien, desde que lo conocí no hacía más que presumir de todo, cuando estudiamos juntos fue aún peor, me molestaba las 24 horas al día, los 365 días del año, lo odiaba por que siempre lo veía con una chica diferente, tontas ellas que se dejaban engañar, seguro solo las utilizaba esa noche y al siguiente día ya estaba tras otro culo, ¡Dios! Como lo odiaba. Una tarde se acercó a mí, ni siquiera sabía cuál era su razón, estaba por levantarme de mi lugar, le dije a Holly, mi mejor amiga desde que tengo uso de razón que nos fuéramos de ahí, pero a ella pareció divertirle mi situación. -          Por qué no esperamos para saber lo que quiere, tal vez… por fin se haya decidido – dijo con su sonrisa lobuna – sabes que le gustas, no se por qué le rehúyes. -          Tu sabes que lo odio – dije malhumorada al verlo cada vez mas cerca – no entiendo que mierda quiere, siempre que esta con alguna chica me guiña el ojo y me sonríe como diciendo, tu serás la siguiente, si supiera cuanto lo desprecio, mantendría su distancia como hasta ahora. -          No seas tan dura con el, no le rompas su pobre corazón. -          Te aseguro que el ha roto más de los que puedo contar con mis dedos y tus dedos juntos. En eso llego hasta donde nos encontrábamos, nos sonrió, debía admitir que tenía una sonrisa bonita, y que no auguraba nada bueno, sus ojos eran azules, tenía el cabello rubio, medio ondulado, era alto para tener solo 16 años, tengo que dejar muy en claro que si, era guapo, pero tipos como el solo buscaban una cosa de ti, para después botarte y seguir con su siguiente víctima. -          Hola Charlene, hola Holly – mi amiga lo saludo como si fueran los grandes amigos de toda la vida, yo solo asentí con mi cabeza a modo de saludo. -          Me preguntaba si… -          No, gracias, es muy amable de tu parte, pero no pienso salir contigo, ni… - comenzó a reír, ¿este imbécil porque se ríe?, frunci el ceño. -          Perdón, pero yo no he venido a eso, solo quería preguntar si alguna de las dos podría pasarme el apunte de hoy, llegué un poco tarde porque mi madre tuvo un accidente y saben que el profesor me odia así que… -          ¡Oh, claro! – dijo Holly, sacando su libreta y entregándosela, yo solo quería que me tragar a la tierra ahí mismo. -          Gracias, aunque para compensar la confusión, de verdad me gustaría invitarte a salir Charlene. -          Yo no… - mierda, ¿Por qué estoy tartamudeando? – no, lo siento, no puedo. -          Puedes… ¿el viernes tal vez? – Holly me dio un codazo. -          Esta bien, el viernes. -          Bien nos vemos el viernes, pasó por ti a las 8. Era miércoles cuando mi estúpida bocota tuvo que decir todo eso y dejarme en vergüenza total, bueno en fin, como sea, ya lo hecho esta hecho y no puedo regresar el tiempo, así que, solo tengo dos días para prepararme mentalmente y rechazar todas sus insinuaciones. -          Eres una tonta – dijo Holly riendo – casi me meo de la risa, al ver tu cara. -          Callate idiota, debiste ayudarme en vez de… -          Lo hice Char, por eso le preste mi cuaderno y no dije nasa frente a él, aunque no te quito la mirada de encima. -          No importa, yo no estoy interesada en el. Tengo que admitir que estaba nerviosa por la cita, pero nada me haría flaquear, mucho menos ahora que ya estaba en la entrada de mi casa, tocando el timbre, les dije a mis padres que saldría con el, se sorprendieron bastante, ya que sabían perfecto que me caía de la patada, pero les aclare la situación y me desearon suerte, ¿surte?, ¿es en serio? Me sorprendió gratamente su actitud, no había intentado nada en todo el tiempo que llevábamos platicando. -          Puedo preguntar, ¿por qué me odias? -          No te odio Cárter, simplemente no me gusta tu actitud hacia las mujeres. -          ¿Qué actitud? – dijo sorprendido. -          Tengo oídos Cárter, y he escuchado… cosas. -          ¿Cosas? – dijo riendo - ¿qué tipo de cosas? -          Como qué te acuestas con tus citas y al siguiente día pasas a la siguiente, y no lo niegues, yo te he visto. -          No me acuesto con ellas – rio y negó con la cabeza – bueno al menos no con todas ellas, simplemente me aburren. -          ¿Ósea que ya te aburrí? -          No, no me malinterpretes, me aburren las chicas tontas, que no tienen tema de conversación, se creen la última soda del desierto o simplemente son vanidosas a morir, no puedo con eso. -          ¿Por qué me guiñabas el ojo, cada que te veía. -          ¿Por qué me veías tú? -          Bueno por qué lo primero que escuchaba al pisar la escuela, eran los chismes sobre ti y la nueva chica a tu lado, te toca contestar mi pregunta. -          Por qué tú me veías diferente. -          Define diferente -          No me veías como todas las chicas lo hacen, me veías como si… te diera asco. -          Tengo que admitir que es cierto, me causaba cierta repulsión escuchar todo eso sobre ti – comenzó a reír. -          Eres tan bonita cuando haces esa cara. -          ¿Qué cara? -          Esa, como si estuvieras pensando en algo, pero a la vez ya lo sabes, no lo sé. -          Bueno chico s*x symbol, necesito ir a casa o mis padres no dudarán en llamar a la policía. -          Bien, entonces vamos, no quiero más chismes sobre mí. Me llevo a casa, no hacía falta que me dejara frente a mi puerta, ya que era mi vecino, pero se sintió bien el que lo hiciera. -          Gracias, me divertí esta noche. -          Yo también lo hice, hacía mucho que no lo hacía. -          Bueno, hasta mañana. -          ¿Crees que podamos repetirlo? -          ¿Repetir que? – dije distraída. -          La cita, quiero… otra cita contigo. -          ¡Oh!, pues… si estaría bien, me divertí, pensé que te abalanzarías sobre mí ante la primera oportunidad. -          Fue bueno que no lo hiciera entonces – reímos. Nos despedimos y se fue a su casa, de verdad me había divertido a su lado, seguro que cuando le contara a Holly estaría extasiada por la información y sobre todo porque me haría tragar mis propias palabras, pero bueno, esta noche no dormiría con la idea equivocada de él, Carter Lowell era todo un encanto, y sabía que Holly no podía aguantar hasta mañana, así que espere su llamada pacientemente, sonó mi móvil y reí, bueno, aquí vamos.