Mi cabeza estaba dando vueltas, me removí un poco en la cama, la luz me estaba dando en toda la cara, maldije para mis adentros, noté cómo al lado mío había alguien, abrí un ojo y me di cuenta de que era Cameron, levanté las sábanas y me di cuenta que solo llevaba las bragas, ¿Que pasó anoche?
—Buenos días muñequita, te ibas a ir sin despedirte siquiera.
—¿Qué pasó anoche, como llegué hasta aquí? —alargué el brazo para coger mi móvil, cuando lo tenía en mi mano lo desbloquee y me di cuenta que tenía tres llamadas perdidas de Jason, y otra de Bhia, y a parte de eso un mensaje de esta el cual no abrí. Me levanté de la cama y me tapé con la sábana para que no me viera desnuda.
—En coche—dijo obvio.
—No me digas, pensé que había llegado volando, que sarcástico estás por las mañanas.¿Me vas a decir de una vez que pasó?
—Si tanto te preocupa saber si nos acostamos la respuesta es no, puedes estar tranquila.
A lo lejos divisé mi vestido n***o , por lo que fui a por el, lo cogí de la mesa del escritorios, que aún seguía sin saber por que estaba ahí y pro que yo estaba en bragas si no paso nada, cuando fui a la aseo para ponérmelo me di cuenta que estaba sucio de algo blanco, por lo que en ese momento me arrepentí de ponermelo, pero el problema era que ahora no tenía nada para ponerme.
—Me quieres explicar por qué el vestido está manchado—se levantó de la cama para acercarse a donde estaba yo, retrocedí unos cuantos pasos ya que no quería tener contacto con él—¿Vas a decirme algo o se lo pregunto a la Interpol? —soltó una carcajada.
—Es cocaína.
Mi cerebro se colapsó al escuchar esa palabra¿De verdad había consumido esa droga? j***r ahora si que estaba en serios problemas.
—Por favor dime que no es cierto¿Yo consumí esa droga?
—¿Prefieres que te mienta o que te sea sincero?
—j***r no—me pasé mi mano por mi pelo y luego por mi cara, estaba frustrada, esto se me había ido de las mans pr completo, miré la hora y me di cuenta que ya llegaba tarde a la Universidad—¡Tu sabes la gente que muere por esa mierda y encima te mata neuronas!¿Quién me la dio? ¿Fuiste tú?
—Chloe relájate, no consumiste ni la mitad de la cocaína, no te va a pasar nada y menos vas a tener adicción a esa mieda¿vale? —puso mi cabeza en su pecho para intentar relajarme—Me gustaría que esta noche vinieras conmigo a un lugar¿Podrás?
—¿Es una cita? —bromeé.
—Llámalo como quieras, pero quiero llevarte a un lugar que es muy especial para mi, te pasaré a buscar.
—Esta noche te digo algo, me tengo que ir, llego tarde a la Universidad.
Al final decidí frotar la mancha con el agua , el vestido quedó peor de lo que estaba, por lo que tendría que tirarlo a la basura al llegar a casa.
*********
Nada más entrar a la casa me di cuenta que no había nada en ella, se que Bhia tiene que tener un cabreo de la hostia conmigo por no haberles ayudado a recoger la casa, pero ahora mismo me importaba bien poco. Me fui a la habitación para cambiarme ya que no podía ir así a la Universidad, antes de nada me metí en la ducha y me di un enjuague rápido para poder estar presentable, en terminar me enrollé en la toalla y decidí ponerme un vestido largo color marrón claro con unas zapatillas, en terminar me di cuenta que era ya demasiado tarde, por lo que tomé la decisión de faltar a clase e ir al buffet del padre de Matthew.Pero antes de salir de casa decidí dejarle una nota a Bhia.
“Lo siento, se que incumplí la norma, pero es que ayer tuve un pequeño percance, espero que me perdones, te quiero”
Dejé el papel en la encimera para salir de casa e montar en un taxi y poner rumbo al buffet, no le había dicho nada a Matthew porque quería que fuera una sorpresa, se que en parte no le va a hacer gracia saber que me he saltado las clases para venir al buffet. Tras un buen rato en el taxi por fin llegamos al bufete de abogados, pagué al taxista y fui directa a dentro, nada más entrar una chica no más mayor que yo me atendió.
—Hola, ¿en qué puedo ayudarte?
—Estaba buscando a Matthew, le comenté hace unos días que me pasaría por aquí para hablar con su padre¿Está por aquí?
—En estos momentos el señor no está, pero no se preocupe que ahora mismo llamo a Matthew para hacerle saber que ha venido—espero a que el dijera mi nombre.
—Oh, lo siento , soy Chloe.
La chica marcó un número en el teléfono y esperó a que Matheew le contestara, tenía tantos nervios encima que empecé a morderme las uñas, en cualquier momento me quedaría sin ellas.
—Ahora mismo baja Mathew, puede sentarse si quiere—me dio una sonrisa amable.
Me senté en los sillones grises apagados para esperarle, mientras le esperaba decidí mirar los mensajes, había uno de Jason.
Jason: Tenemos que hablar, esta tarde iré a Chicago, es importante, por favor.
¿Qué era eso tan importante de lo que me tenía que hablar Jason? Cuando iba a marcar su número Matheew apareció bajando las escaleras con esa sonrisa perfecta.
—¿Y a qué se debe tu visita? ¿No deberías estar en clases ahora mismo?
—Es una larga historia,¿Podemos ir a tu despacho, por favor?
—Claro—puso su mano en mi espalda.
Tras subir las escaleras por fin llegamos a su despacho, me senté en una de las sillas negras que había, este me tendió un café.
—Tienes los ojos rojos¿No has dormido bien?
—No quiero hablar de eso, solo he venido para ver cuándo podría empezar las prácticas.
—¿Me estás diciendo que te has saltado las clases para eso? j***r Chloe podrías haberme enviado un mensaje y luego me hubiera pasado por tu casa y haber hablado de eso, no me gusta que pierdas clases.
—No me va a pasar nada por perderme unas cuantas horas de clase, es que anoche salí de fiesta y pues hice cosas que en mi vida había hecho.
—¿Y una de ellas es drogarte? —se acercó a mí y puso su mano en mi barbilla para levantarla y que le mirara a los ojos—Chloe no todo en esta vida se olvida con alcohol y drogas, ten cuidado con esas sustancias.
—No tomé casi nada, pero es que no me acuerdo tampoco de nada, ese es el problema.
—Deberías volver a casa, ahí no estás bien.
—No pasó ahí, sino en un pub, la verdad es que no se ni por que te estoy contando esto, será mejor que me vaya—me levanté de la silla para salir del despacho, este hizo lo mismo.
—Chloe no quiero que sientas que te estoy regañando porque no es así, ya eres lo suficientemente mayor como para hacer lo que quieras con tu vida, solo te estoy diciendo que tengas cuidado, nada más¿lo harás? —asentí con la cabeza—Pásate mañana por mi casa y te doy el horario de tus prácticas, por favor no hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
—Te estás volviendo aburrido—bromeé, sonriendo.
—Que poco me conoces preciosa, cuando quieras te demuestro que no lo soy—me guiñó un ojo.
Entrecierro los ojos y salgo de ahí para volver otra vez a casa y adelantar un poco de materia, mientras caminaba por las calles decidí llamar a Jason para hablar con él ya que anoche no pude.
—¿Me vas a decir que pasa? —dije al otro lado de la línea—Me estás preocupando.
—Esta tarde hablaremos, te tengo que colgar, adiós princesita.
Perfecto, y ahora me deja con otra preocupación más. Mientras caminaba por las calles vi una tienda de ropa, por lo que decidí entrar para darme un capricho ya que hacía tiempo que no me iba de compra, recorrí toda la tienda de arriba abajo y no vi nada pro lo que decidí salir e ir a tomarme algo, últimamente el alcohol había sido mi acompañante durante este viaje para poder olvidarme un poco de todo, Matheew en el fondo tenía razón, no todo se arregla con alcohol o con drogas, pero ahora mismo mi única salida era esa, pro más que me dijera que había olvidado a Blake no era cierto, aún seguía queriéndolo, y pueden pasar mis chicos por mi cama, o puedo liarme con mil, pero ninguno me hará olvidar, por ese motivo recurro al alcohol y a la fiesta. Entré en el bar y pedí un chupito de tequila y otro de ron, el chico me pidió el DNI ya que no se fiaba de que fuera mayor de edad, tras entregárselo este me dio el visto bueno y me sirvió lo que le había pedido, pensé que habiendo venido aquí todo mejoraría, pero me he dado cuenta que todo va a peor, mi vida se ha ido a la mierda, literalmente, o es la sensación que tenía yo ahora mismo. Me tomé los chupitos de un trago y volví a pedir otro, el chico se negó a ponerme otro, pero le obligué a que lo hiciera, tenía que quitarme este dolor. Tras ingerir el último chupito me levanté de la silla e intenté andar, iba de lado a lado, las lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas¿Que había hecho mal para acabar así? Si me hubieran dicho que el desamor era así de jodido no me hubiera enamorado nunca. Me limpié las lágrimas con las dos manos y levanté mi cabeza para aparentar que estaba bien cuando en el fondo estaba hecha una mierda, tras caminar unas cuantas horas por la calle decidí pedir un taxi para que me llevara al piso de las chicas. Quizás me he precipitado tomando la decisión de irme con ellas, pero a lo mejor ellas me harán bien para olvidarme de esta mierda de vida. Tras un buen rato de trayecto bajé del taxi y entré a la casa, nada más entrar me vi a Bhia sentada en el sofá, tenía una cara de estar más cabreada que una mona y era entendible, el primer día ya había desobedecido la primera norma.
—¿Puedo explicarme al menos, antes de que me des ningún sermón? —dije gangosa.
—¿Has bebido? j***r Chloe—se levantó del sofá y fue a por un poco de agua—No estoy cabreada contigo, se que te fuiste con Cameron , me lo explicó todo, no tienes que explicarme nada.
—¿Entonces no estás molesta conmigo? Pensé que lo estabas.
—Estoy molesta con otro asunto, esta mañana he tenido problemas, pero ya está todo solucionado, ¿Me vas a contar por qué estás así?
—No quiero hablar de mí, es complicado.
—Te voy a decir algo—se sentó a mi lado extendiéndome el vaso de agua—Nos conocemos prácticamente desde hace dos días y se que no me conoces de nada y yo tampoco, pero estoy aquí y puedes confiar en mí.
—Hace poco me rompieron el corazón, y no he sido capaz de superarlo, pensé que viniendo aquí todo iría a mejor, que me olvidaría de él, y de la mierda de vida, pero me he dado cuenta que no puedo, y mi única manera de olvidarme de todo es mediante el alcohol y por lo visto las drogas.
—Aún tienes los ojos rojos y las pupilas dilatadas¿Cuanto tomaste?
—Según Cameron no tomé ni la mitad, pero siendo sincera no me acuerdo de nada.
—¿Y puedo saber el motivo de la ruptura?
—Estaba enamorado de su secretaria, o eso quiso hacerme ver, ahora que lo pienso hacen muy buena pareja, y tienen muchas cosas en común, todo lo contrario a mi, yo soy una niñata huérfana que lo único que hace es estudiar y poco más, soy un cero a la izquierda en su vida y no le aportó nada—me acuesto encima de ella y esta empieza a tocarme el pelo—Esta noche tengo una cita con Cameron, pero no creo que vaya, no estoy de ánimos, solo quiero ir de fiesta, y beber y olvidarme un poco¿Vendrías conmigo?
—Chloe deberías descansar, eso no te hace bien.
—Pues ya me iré yo sola, no necesito que me acompañes.
Me levanté del sofá y fui a mi habitación para acostarme un poco y que se me bajara todo el alcohol, al cerrar los ojos pude ver a mis padres, que difícil era esta vida sin ellos. El teléfono me sonó haciendo abrir los ojos, cuando lo cogí de la mesita de noche me di cuenta que era un mensaje de Jason.
Jason: Estoy en la puerta.
Tras leer ese mensaje me levanté corriendo de la cama y bajé corriendo las escaleras, mi pecho se iba a salir en cualquier momento.
—¡Se puede saber a dónde vas con tanta prisa!
No le hice caso solo fui directa a la puerta para abrirla y verle ahí, me subí encima de el como un Koala, j***r como lo echaba de menos, no era lo mismo verle por una pantalla que en persona, estaba más cambiado y más guapo.
—No sabes lo que te he echado de menos—le dije susurrando.
—Hueles alcohol, princesita—me bajó con cuidado.
Le cogí de la mano y lo entré adentro para ir a mi habitación, sé que en cuanto Jason se fuera de la casa habrían preguntas por parte de Bhia pero no me importaba en absoluto, ahora mismo solo quería disfrutar de la presencia de Jason.
—¿Me vas a decir por qué hueles a alcohol? j***r Chloe por que tienes los ojos tan dilatados—me agarró de la cara para verme mejor los ojos—No me jodas princesita¿Te has drogado? Si Blake se enterase de que te está drogando mataría a quien te la dio.
—Pero no se va a entrar, y él ya no es nadie para decirme lo que he de hacer o dejar de hacer, si quiero drogarme lo haré.¿A qué has venido, a darme un sermón? —mi actitud había cambiado de un momento a otro.
—No te reconozco princesita, pensé que este cambio te vendría mejor, pero veo que no.
—¡Me vas a decir de una puta vez a qué has venido! —le vuelvo a preguntar—No necesito que me digas algo que ya sé, ¿acaso crees que no soy consciente de ello? Si has venido a regañarme ahorratelo, no necesito más sermones por hoy.
—Será mejor que me vaya y te deje sola, necesitas descansar, ha sido un error haber venido.
Nada más escuchar eso salir de su boca mis ojos empezaron a cristalizarse, la estaba cagando y mucho.
—No te vayas por favor—dije acercándome a él—¿Puedo contarte algo? —asintió con la cabeza—No soy capaz de olvidarle, sé que el lo ha hecho y que está muy enamorado de Catherin, pero yo no puedo hacerlo, y pensarás que soy una idiota por seguir pensando en el pero…—tenía sus ojos puestos en mi.
—No pienso que lo seas, es normal, será mejor que descanses, mañana será un día duro—me da un beso en la frente.
—¿De qué estás hablando? ¿Por qué has dicho eso?
—Nos vemos, princesita.
Se levantó de la cama y se fue dejándome ahí con miles de preguntas. Me fui a la cama y me tiré encima de ella quedando boca abajo, después de estar así unos segundos decidí vestirme e ir a casa de Matthew, la cita con Cameron fue muy tentadora pero si iba sería perder el tiempo, entre el y yo no iba a pasar nada, en terminar de vestirme con lo más básico decidí bajar las escaleras para ir a por un poco de agua ya que estaba sedienta.
—¿No tienes nada que decir? —Bhia se puso a mi lado—Creo que merezco al menos una explicación¿Y por qué tan arreglada? Si vas a salir por favor ten cuidado¿si?
—En cuanto a tu primera pregunta, él es mi mejor amigo, no hay nada más allá de eso y en cuanto a lo otro, iré a casa de Matthew, necesito un poco de relax y con el lo tengo, tranquila que no me iré de fiesta, gracias por preocuparte por mi—le abrazó con cuidado.
—Eres como un grano en el culo, pero se te coge cariño, rubia.
Dejé el vaso en el lavavajillas y me despedí de Bhia para salir por la puerta, cuando iba a salir me vi a Adriana entrando a casa, esta estaba llorando, por lo visto no soy la única en la casa a quien le han roto el corazón. Le doy un abrazo de consuelo y le digo que mañana hablamos, camino unas cuantas calles hasta encontrar un taxi y montar en uno de ellos y darle la dirección de la casa de Matthew.