Cumplimiento Obligatorio

1417 Words
Jensen llevaba varios días sin dormir desde que se enteró que Eishla había sido prisionera por manos de los hombres de Conrad en la ciudad amurallada de Setonia. Se torturaba pensando en cómo sería que le darían muerte si él no actuaba rápido, por lo que no tomó mucho en cuenta la decisión que había implementado al confiar en Jelenia, la última persona con la que su amada vampira volvería a su lado aunque eso le garantizase su eternidad sobre la tierra. Quiso respirar aliviado cuando vio que su hermana volvía sana y salva, pero al ver que no venía con su más preciado encargo, se maldijo por lo bajo por haber confiado en su querida pariente, y hasta lamentó no haber confiado en su lacayo más fiel, Mitch, que con gusto y era capaz de almorzarse a par de humanos con tal de cumplir con su rey. — Miiiiiiii-itch… ¿Por qué no me detuviste cuando le di tan importante misión a la loca de mi hermana, Mitch? — Recriminaba Jensen amargamente después de haberse bebido todo un arsenal de vino de uvas. — Perdóneme por dejar que se desarrollara libremente, mi rey. Estaba tan desesperado que mejor no quise intervenir, pero también lamento no haberlo hecho. — Contestó el mano derecha del rey vampiro educadamente. Mitch había sido el vampiro que más le había sobrevivido al mal genio de Jensen, ya que algunos de los que habían estafo antes en ese puesto se enervaban con él; lo enfrentaban, o titubeaban a sus mínimos gestos, por lo que aquel líder no lo pensaba mucho a la hora de abrirle a cualquiera la garganta, y llevarlo al sol para incinerarlo, porqué sí. Mas este último sabia como lidiar o ponerse por debajo de su amo sin necesidad de contrariarlo. Por otro lado, en la noche después de haber sido liberadas por los humanos y perseguidas por sus congéneres, Eishla, Niurka y Zascha por fin llegaron a su dulce cueva. — ¡Luci, querida! ¿Qué sería de mí sin tu hermoso aleteo sobre mí? ¡Cuánto aprecio yo a esta emplumada! — Besuqueaba Zascha a su lechuza casi llevándola al hastío. — Mira, cocinera de cuarta… — Llamó Eishla la atención de Zascha, — Todavía tenemos el pendiente de que nos tienes que explicar por qué nosotras pudimos comunicarnos telepáticamente estando tan lejos la una de la otra, no se me ha olvidado. — Advirtió la mujer. — Debemos estar agradecidas que estamos bien, niña… Deja de estar buscándole la quinta pata al gato. Todo tiene su explicación bajo el sol, pero ahora no es el momento ni tampoco hay sol para dar explicaciones, así que tranquilízate un poco, ¿Quieres? — Instó Zascha para persuadir a Eishla. Ya le iba Eishla a la hechicera encima cuando fue detenida por su mejor amiga halándola de un brazo para retenerla. — Deja tranquila a la loca esa, no sea que le dé por echarle una de sus pócimas raras a alguna bebida que luego quiera darte. Más bien, investiguemos cuál es el interés del desquiciado de Jensen por mandarte a rescatar. — Propuso Niurka. — ¿Y a ti quien te dijo que fue Jensen quien mandó a rescatarme? ¿Por cuál motivo se movería ese crápula a hacer tal cosa? Su hermanita estaba ahí por otra cosa, seguramente como está tan interesada en el rey de los humanos, ella misma salió a pedir nuestro rescate por su propia cuenta. — Razonaba Eishla. — Pero si no fuera que una carta sellada por el rey, seguramente tu humano no hubiera sido tan lanzado de salir al encuentro de la loca. — Ella pudo haber tomado el sello del loco de su hermano, y encima escribir ella misma el contenido de la carta para pedir lo que se le diera la gana, ¿No crees, Gordis? — Retó Eishla a la aludida pellizcándole un buche (cachete). Niurka odiaba esa clase de gestos por parte de Eishla, por eso esta otra se lo hacía, también con eso le estaba demostrando a su compañera de hábitat que estaba totalmente en contra de su moción, por lo que ambas decidieron estar distantes en las primeras horas de la noche. Sin embargo, Eishla sabía que las probabilidades que le estaba planteando Niurka eran unas muy altas si las consideraba, pero ella no quería tan siquiera sopesar esa posible realidad, más fácil era para ella creer que tendría una vida color rosa al lado del humano que amaba, y no al lado de un vampiro al que ella consideraba ruin y cobarde, aun se tratara del rey de los de su especie. Todas las chicas salieron a hacer sus diligencias por donde quiera que fueran a hacerlo; Zascha salió a recoger sus hierbas y hojas típicas para sus brebajes y ungüentos, Niurka se dispuso a distraerse caminando por los alrededores porque sí, pues a pesar de no haber descansado en todo el día, no tenía sueño ni cansancio, mientras que Eishla se dispuso a recoger información de cualquier transeúnte vampiro que estuviera deambulando por los predios del bosque. En eso, sólo una de ellas estaba teniendo éxito en sus expediciones, ya que Zascha estaba dando con cada una de las plantas que tenía en su lista. En cuanto a Eishla, no daba con ningún transeúnte de acuerdo a su plan, no obstante, Niurka encontró más de lo que hubiera querido. — Es que no es cuestión de que queramos o no, el rey impuso que encontráramos a la dichosa Eishla, o no podríamos volver al castillo. — Decía un tipo que al parecer era uno de los guardias de la corona vampírica. — ¿Es que acaso el rey no se da cuenta que esa mujer es una plebeya que no combina con su estirpe? Además, el único que no quiere aceptar su situación es él, porque ella también lo ha hecho, y se está dando la tarea de rechazarlo cada vez que tiene la oportunidad. Nuestro rey es un fantoche… Los comentarios de aquellos hombres llamaron la atención de Niurka que caminaba sin pensar en todo y en nada. Observó a los tipos y se dio cuenta que no los había visto antes, pero no le sorprendía que ellos supieran de la situación entre el rey vampiro y su mejor amiga, ya que él había hecho de su amor por ella un circo mediático. Ashton estaba dándole vueltas al asunto de la visita de la princesa vampira hasta sus fronteras frente a los portones de sus murallas, pero no era por su parentesco físico con Eishla, que la verdad llamaba mucho la atención suya. Mas sus pensamientos alrededor de la noble era con relación a la motivación que ella tuvo para ir hasta allí. >> ¿Qué se supone que vino a hacer en realidad esa mujer hasta aquí? ¿Será que ella y mi…? — Pausó Ashton y carraspeó en son de autocorregirse, — ¿Y Eishla son familia? Aunque según ella y sus amigas, esa mujer fue quien le mandó a preparar la pócima para que ella me atacara. Y si no hubiera sido porque ella misma despertó, la hubiera despachado, así que ella no está muy interesada en el bienestar de la que fue mi prisionera, al menos que… — Seguía aquel hombre cavilando en sus pensamientos. Niurka estaba sumamente nerviosa. No sabía si conectar telepáticamente con Eishla o salir a avisarle de que estaban buscándola, además no estaba segura de cuantos hombres debían estar tras el rastro de su amiga, por lo que se fue rápidamente a ver si daba con ella antes de que abandonara la cueva en la que vivían. Lamentablemente para la más rellenita de las tres vampiras que habitaban aquellas grietas, la más delgada de ellas no estaba por allí, y tampoco pudo conectar telepáticamente con ella; era como si la tuviera bloqueada. De repente se escucharon unos gritos a lo lejos, lo que parecía ser que Eishla estaba siendo asediada por más de un vampiro en su contra, haciendo que Niurka abandonara su hábitat para ir al socorro de su amiga. Tanto Zascha como Niurka llegaron hasta donde las dos creían que habían escuchado a su amiga gritar y forcejear, pero cuando llegaron sólo vieron los vestigios de una pelea en la que claramente había rastros de fluido rojo por doquier y varios arañazos en uno que otro árbol, lo que les indicó a las chicas que Eishla había sido llevada a la fuerza.

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