Antov, del otro lado de la línea, sintió pena por Aitana.
― Estamos por la avenida Independencia, a la altura de El Gran General, a las afueras del restaurante, cuando esté cerca notará que el sitio está rodeado de oficiales. La espero, hay mucho de que conversar. ―Respondió Antov, el cual estaba realmente preocupado por la situación que acababa de acontecer.
Para Antov, algo estaba mal y no cuadraba, debía alertar a Aitana, pero desconfiaba de que ella le creyera algo, pues desde que el Sr. Luis murió, Aitana solo creía en su esposo, aun cuando este era el principal mentiroso, pero necesitaba conversarlo con Aitana en privado, tal vez ella podría entender la gravedad de la situación en la que estaba metida.
Aitana no podía comprender qué acababa de suceder, er
