Cap 1

2939 Words
Capítulo 1. —Relájate— pidió una de mis mejores amigas, Ely, al mirarme tan nerviosa —Ya verás que esta noche te darán la noticia de que fuiste admitida a la universidad. La miré mordiendo mis uñas, un gesto que solamente hacia cuando me sentía muy nerviosa; habíamos acabado el último año de instituto, por fin y ahora quedaba esperar lo más difícil: pasar a la universidad. —¿Y si no lo consigo? — pregunté con mucho miedo —No tengo plan B, si no me aprueban no sé qué más podría hacer. —Hellen —, su voz sonó un poco frustrada y yo pasé las palmas de mis manos por mis muslos, justo sobre el pantalón para secar el sudor que los nervios me habían provocado —Eres una chica muy inteligente, estoy segura de que si pasaste y en unos cuantos años serás una de las arquitecturas más reconocidas del mundo. Cerré mis ojos rezando para que sus palabras fueran ciertas, quería, anhelaba y soñaba con ser una arquitecta reconocida y eso no iba a suceder si no me aceptan en la universidad. Yale… ¿Porqué tuve que ir por todo lo alto? Yo, había sido la única de mi promoción que había aplicado a Yale, una de las mejores universidades del país y también había sido la única alumna que solamente había aplicado a una universidad. No tenía más opciones, era Yale o quedarme trabajando durante este año en la ferretería de mi padre. En el instituto había dedicado gran parte de mi tiempo a ser parte del equipo de natación y gracias a ello había logrado ganar en varias competencias a nivel nacional de intercolegiados y pude tener la oportunidad de aplicar para una beca completa a Yale, nunca fui la mejor alumna, pero al menos me destacaba en lo básico y en deportes y si todo salía bien, podría ser parte de Yale con una beca. Papá siempre me había enseñado a qué debía ir a por todo o simplemente no valía la pena y si yo quería ir a Yale, ¿Para que enviar solicitud a otras universidades? Así que ese fue mi pensamiento, un poco ilógico ahora que tenía mucho miedo, quizás sí debí haber al menos intentado presentar un examen a otra universidad, pero si seguía a mi corazón eso no era lo que yo deseaba y entonces me sentía entre la espada y la pared rogando por ser admitida o de lo contrario caería en un precipicio sin fin. —Solo queda esperar — suspiré dramáticamente y me dejé caer sobre su cama. Hace una media hora habíamos llegado del entrenamiento, Ely también hacia parte del equipo de natación, pero en la rama de nado sincronizado y una que otra vez en clavadismo, yo por el contrario sobresalía mucho en la parte individual, aquella de estilo libre. Luego de unas cuantas horas de entrenamiento habíamos ido a comer a nuestra cafetería favorita y allí, Jake, nuestro mejor amigo, nos había enviado un mensaje en el cual decía que las universidades ya habían empezado a enviar mensajes de aceptación y que él ya había sido aprobado para estudiar en Universidad de Nevada, las Vegas o UNLV, sabíamos que iría a Nevada porque su familia es de allí y él había aplicado a todas las universidades del lugar en donde podría estudiar cine, lo único malo es que estaría al otro lado del país, pero tenía que ser así para su futuro. —Extrañaré mucho a Jake — comenté tras haber pensado en él —Espero si pueda visitarnos en vacaciones. —Tú también te irás — dijo pinchándome en el estómago —Yo seré la única de nosotros que se quedará acá. Sí, a Ely también ya le había llegado el mensaje de aceptación por parte de la universidad, estudiaría ingeniería ambiental en la Universidad de Columbia, que justo queda acá en New York por lo que será la única que no deberá alejarse de su casa. Que a ella también le haya llegado el correo de aceptación me hacía sentir aún más nerviosa, porque si a mí no me había llegado aún eso podía significar que ni siquiera me había aceptado y yo, sinceramente no quería quedarme todo un año trabajando con mi padre, lo amo, pero de jefe es muy estricto y yo solo quiero estudiar. —Me voy a casa— dije levantándome de la cama y yendo a besar su mejilla a modo de despedida. —Me avisas para celebrar, ya sabes que el domingo haremos una fiesta de fin de curso— rodé mis ojos riendo. —Hace un mes nos graduamos y cada fin de semana hacemos o vamos a una fiesta — ella también río conmigo encogiéndose de hombros. —Ya somos universitarias, esa es nuestra vida ahora — hice una mueca, yo aún no tenía decidido nada. —Si antes de la fiesta me llega el mensaje de aceptación iré a la fiesta — prometí, ella comenzó a dar saltos de alegría. —Te peinaré y maquillaré como una diosa, trae tu mejor vestido que nos vamos de fiesta. Le sonríe y con un gesto de mano salí de su habitación, bajé por las escaleras rumbo a la salida y en el camino me encontré con Louis, el hermano menor de Ely. —Mocoso— le saqué la lengua y el hizo lo mismo, luego reímos y le despeiné el cabello —por favor no crezcas más. —Cumpliré nueve años. —Lo sé y después de los diez ya serás un niño tonto como todos los hombres — él abrió la boca sin saber que responder. —Ya déjalo Hellen, se traumará — pidió la mamá de Ely y Louis entre risas. —Vale, pero sabes que es verdad. Nos vemos pronto. —Cuídate— dijo ella y yo salí de la casa de mi mejor amiga. Mientras caminaba saqué mi teléfono y conecté mis audífonos y me fui escuchando Maroon 5 durante el trayecto a casa, no estaba muy lejos así que solo tres canciones duró mi recorrido. Abrí la puerta de casa y no me sorprendió que no hubiera nadie, mi hermano seguramente seguía en clase, mi padre estaba en la ferretería y mi madre muy seguramente estaba también allí, ella era la gerente del lugar. Mis padres siempre estaban juntos, eran almas gemelas y se amaban tanto que me encantaba escuchar seguido como se conocieron y se enamoraron, quería que a mí me pasara algo igual, pero tal y como les pasó a ellos quería que todo fluyera tal y como el destino lo quisiera, eso estaba haciendo yo y a mis diecinueve apenas y si había dado un solo beso hace unos cuantos años, pero tan solo un beso de solo una presión de labios, no fue nada memorable y de igual forma seguía siendo virgen, ¿Me afectaba en algo? Para nada. Yo disfrutaba mi vida, no me hacía falta y esperaba que llegara el indicado para darle mi primera vez o todas las primeras veces que me quisiera dar; suspiré profundamente, algún día tendría ese amor de ensueño. • ────── ✾ ────── • —¡Hija, llegamos! — escuché que gritó la voz de mamá. Me levanté de mi cama y apagué el televisor, ya seguiría viendo la serie en otro momento, bajé las escaleras y llegué a la cocina, en la encimera había una bolsa con comida china. —Hola— saludé a mi familia. —¿Ya tienes alguna noticia? — preguntó papá besando mi frente, negué con mi cabeza desanimada —Mañana llegará, no te preocupes. —Eso espero — dije mostrándole una sonrisa, papá es una persona muy sensible y si veía que yo me sentía mal, él también estaría triste. —Anímate cielo, tu mereces lo más bonito del mundo y eso por esta nueva etapa de tu vida se llama Yale— mamá me sonrió tan dulcemente que le creí. Las mamás siempre tenían la razón y mamá nunca había fallado en nada de lo que decía. —¿Me darán el cuarto de Hellen cuando ya no viva acá? — preguntó mi hermano. —¡Claro que no! — exclamé en un pequeño grito —Tu ya tienes un cuarto, ¿Para qué necesitas el mío? —Es más grande. —Y tiene una ventana que da al techo para que una escapada sea más fácil— comentó papá, miré a mi hermano enarcando una ceja. —¿Escaparse? — preguntó mamá en medio de un jadeó —Eso si que no, te quedas en tu cuarto y mantendremos el cuarto de Hellen con seguro hasta que vuelva. —Tengo quince años, ¿Qué esperan que haga a esta edad? — preguntó él, le pellizque la nariz entre risas. —Cualquier cosa que no involucre tener que escapar, siempre te damos permiso en todo. —Lo sé, pero es más emocionante de esa forma, ¿O no Hellen? Mis padres me miraron sorprendidos, mamá puso sus manos en sus caderas y esperó una respuesta de mi parte. —¿Qué? ¿En serio lo dudan? — pregunté un poco ofendida —Saben que mis únicos amigos son Jake y Ely y no me saldría por la ventana para ir a verlos. Ojalá mi vida fuera emocionante como para vivir algo así, pero lamento matar sus ilusiones, no lo he hecho nunca. —Lo sabemos — confesó mamá riendo —Tu nunca harías eso ni aunque tuvieras a una persona por quien hacerlo. Me encogí de hombros, eso era cierto. Cenamos entre risas y momentos agradables, luego de ello fui a mi habitación y abrí mi laptop, esperaba que al abrir mi cuenta del correo electrónico tuviera un nuevo mensaje. Cruce mis dedos esperando a que la página cargara, cuando lo hizo cerré mis ojos con fuerza, tome unas cuantas respiraciones profundas antes de armarme de valor y abrir los ojos. Cuando lo hice di click en el mensaje y comencé a leer. «Felicidades, nos complace informarle que ha sido aceptada en la carrera de arquitectura…» Comencé a gritar en mi habitación a la vez que daba unos cuantos saltos, no tardó en que nos padres y mi hermano llegaran a mi cuarto antes mis gritos. —¿Qué ha pasado?— preguntó Mamá con su cabello envuelto de manera desordenada en una moña alta. —¡Iré a Yale! Los rostros de mis padres se iluminaron en una amplia sonrisa, papá fue el primero que llegó para abrazarme dulcemente, mamá pocos segundos después llegó y se unió al abrazo mientras soltaba un par de lágrimas. —Sabía que lo ibas a conseguir, nunca dude de ti— dijo acariciando mi rostro y secando un par de lágrimas que yo también había soltado, la sensibilidad la había heredado de ella, no había duda. —Mi niña ya es toda una universitaria, ¿En qué momento fue que te me creciste? —Oh mi pequeña nena— papá tomó mi rostro entre sus manos —Eres una de mis bendiciones más grande, sabía que pasarías a Yale pero no quería soltarte aún, eres mi bebé, ¿Qué voy a hacer sin ti? —Vendré a visitarlos seguidos— prometí —No queda muy lejos la universidad y ustedes también podrán ir cuando quieran. —¿Quieres decirle algo a tu hermana? — preguntó mamá a mi hermano con una sonrisa, él hizo una mueca —Vamos, no seas tímido. —Esto… eh, felicidades, te lo mereces — mamá sonrió aún más grande e hizo un movimiento con su mano para que siguiera hablando —Y espero si me den este cuarto. —Max — dijo mamá con voz dura —¿Algo más que le quieras decir? —No — se encogió de hombros y yo reí, mamá suspiró frustrada —Vale, que eres mi modelo a seguir y te admiro. —Esos son mis hijos — papá me acercó a mi hermano —Ahora un abrazo. —Prefiero evitar el contacto físico — dije. No me gustaban mucho los abrazos de mi hermano porque de chiquito siempre aprovechaba para morderme o hacerme alguna maldad. —Ya creció, ya no muerde— dijo mamá. Mi hermano abrió sus brazos sonriendo y yo reí, lo abracé rápidamente. —Sé que casi nunca lo digo, pero los amo— les dije con lágrimas en los ojos —Porque siempre creyeron en mi, aunque yo misma no lo hacía. —También te amamos cariño. Ahora ve a dormir, ya es tarde y no quiero que te den ojeras, tenemos que ir a comprar varias cositas para que vayas a la universidad. —Esta bien. —Felicidades de nuevo— comentó papá dándome un último abrazo y cerrando la puerta de mi habitación. Suspiré bastante feliz y emocionada… Yale, mi Yale, mi futuro, pronto tendría un cartón que diría Hellen Becker Smith: Arquitecta. Universidad de Yale. Ay, ya quiero comenzar esa nueva etapa de mi vida, necesito saber y conocer que me depara el futuro, me aventé a mi cama de espalda, la sonrisa no se borraba de mi rostro, ¿Cómo sería mi compañera de cuarto? ¿Y mis compañeros de carrera? ¿Los del equipo de natación? Dios ¡Que ganas de empezar pronto! Tomé mi celular y llamé a mis amigos por videollamada, el primero en responder fue Jake, sus ojos estaban un poco entrecerrados y como siempre usaba los lentes de marco blanco, su sonrisa fue lo primero que me mostró antes de que Ely se uniera a la videollamada. —¿Iremos a la fiesta? — preguntó ella emocionada. —Espera, antes de que respondas a eso tengo una pregunta muy importante que hacer, va para ti Ely— dijo Jake, sonreí de medio lado, ya sabía lo que vendría al ver a mi amiga. —Soy toda oídos señor Jake— ella lo miró fijamente. —¿Qué te pasó en el rostro? — sus ojos se pusieron en blanco. —Es una mascarilla para estar siempre fabulosa— respondió ella meneando su cabello. —O sea que no eres hermosa naturalmente— reí fuerte. —Ridículo. —Así me amas, ahora sí bebé Hellen, felicidades. — hice una mueca. —Pero si no les he contado nada— comenté. —Amiga, tú no nos llamarías a media noche si no fuera porque pasaste a la universidad, sabíamos que lo lograríamos, eres la mujer más inteligente, hermosa y mejor amiga del mundo, te lo mereces. —Gracias chicos, los quiero mucho. Al parecer yo era la única que dudaba de mis capacidades. —Literalmente— confirmó Jake, Ely asintió dándole la razón. —No te olvides que serás la encargada de construir los planos de mi casa cuando viva en LA, quiero que… —Tenga varios cuartos y pasadizos secretos— completamos Ely y yo al tiempo, Jake sonrió en grande. —Por eso son mis mejores amigas, solo ustedes sabrán cómo entrar a esos lugares, por si algún día me pasa algo seguramente morí allí escondido. —No quisiera encontrarme tu c*****r, eso sería horrible. —Oye, que mala eres. Sabes que muerto también me vería igual de sexy. —Súper sexy con insectos saliendo de todos los huecos de tu cuerpo — hice una mueca de asco — Pondré cámaras de sensor de movimiento, serán una buena opción para poder entrar y no encontrar un animal mas grande. —Bah, a mi no me daría asco verlo así — Ely se encogió de hombros —Es el ciclo de la vida, todos pasaremos por eso. —Por favor me hacen una cremación, no quiero que se me suba ningún insecto —pedí sacudiéndome en un escalofrío. —Seguramente para el día en que mueras ya habrás perdido tu fobia a los insectos —comentó Ely. —Ya no hablemos más de insectos, ¿A qué hora es la fiesta? —Como a las diez de la noche — respondió Ely. —Bien, porque debo hacer unas cosas ese día temprano, pero pasaré a buscarlas, saben que amo llegar con ustedes a mis lados. —Amas llamar la atención. —Seré famoso, estoy practicando de una vez. —Recuerda siempre decir nuestros nombres cuando recibas premios —Ely envío un beso —Debo ir a lavarme esto, ya siento el rostro tieso. Los quiero. —También te queremos —cuando Ely se fue Jake suspiró —¿Si sabes lo muy orgulloso que estoy de ti? —Como lo estoy yo de ti— respondí sonriendo. —Baby, te conozco desde los diez años, he crecido contigo y sé cuánto te has esmerado por entrar a Yale, eres una soñadora de metas claras, lo que quieres lo logras y eso es lo que más me gusta de ti. —Me harás llorar — ya sentía mis ojos aguados, Jake río. —Suelta lágrimas de felicidad Hellen, porque eres una puta ama, vas por todo a como dé lugar y eso querida amiga es admirable, recuerda eso en cada decisión que tomes de tu vida. —Lo haré, gracias por tus palabras Jake, las aprecio de verdad y sabes que yo también me siento muy orgullosa de ti, sé que en unos cuantos años estaré en mi casa viendo una de tus películas. —Dios te escuche, bebé. —Nos vemos entonces el domingo, te quiero. —Te quiero más. Terminé la llamada y puse mi celular contra el pecho, pronto estaría durmiendo en otra cama y no veía la hora de que llegara ese momento.
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