CAPITULO 7 AMELIA -Es hermosos ver casados enamorados! ¡De mente abierta! -dice una voz masculina a un lado de nosotros, interrumpiéndonos, haciéndonos parar, y calmándonos los humos. Nos soltamos del beso, tomando una pequeña distancia, controlando muy discretamente la respiración, mis labios los siento hinchados, y me cosquillean por ganas de más, habiéndoles quitado un antojo que disfrutan. El ministro me mira fijamente, su mirada me dice, ¡quiero más! ¡¡Definitivamente creo que el Martini tiene algo más!!por qué estoy alucinando, el me odia, me ha besado así solo por la misión!! Llevo de nuevo la copa a mi boca, la cual no he soltado todo este tiempo, bebo todo lo que tiene, dejándola en una bandeja