Capítulo Tres - Libertad Controlada

1065 Words
Capítulo Tres - Libertad Controlada.  Marzo 21 del 2021 Samara Rusia.  Caeli Mancini D' Lombardi.  Al final no logré quitarle la idea de salir de la cabeza a Yakov, pero al menos logre que la salida se postergara. Gracias a mi bebé, a pesar de que no fue un día agradable, al menos evité estar en compañía directa con ese hombre. Nunca ni siquiera lo veré como el padre de mi bebé. Él no merece ni siquiera eso, solo es un monstruo, uno que lastima a sus víctimas haciéndoles los presas de sus mayores temores y haciéndolos pasar por momentos demasiado desagradables o simplemente torturarlos antes de matarlos, para que sufran. Es un maldito sádico. No quiero imaginarme de lo que es capaz de hacer. Por ello también muchas veces me olvido de la necesidad que tengo de escapar de aquí. Porque no quiero pensar que podría hacerle daño a mi hija o a alguien que yo ame.  Eso solo es una de las pruebas de que debe tener alguna enfermedad mental muy grave. Porque, ¿es imposible que una persona haga eso bajo su propia voluntad y estando en sus cinco sentidos?  Es cierto que Adrik también ha asesinado y a muchas personas. Pero muchas de ellas se lo merecían. No digo que mi madre haya sido una de ellas -pero a pesar de que la amaba, creo que lo mejor hubiera sido si nunca le hubiera robado a Adrik, quizás ahora estaríamos juntas y no tendríamos que ver con estas personas- No me arrepiento de mi matrimonio con Adrik, ni culpo a mi madre de esto. Solo quiero pensar los posibles escenarios para el resto de mi vida. Es decir ha pasado más de un año ya.  Es completamente normal, que comience a pensar que no podré salir de aquí. Y si a eso le sumo el hecho de que llevo en mi vientre un hijo de mi secuestrador, mi futuro no tiene buena pinta. Sí, soy descendiente de una familia bastante influyente dentro de la mafia, pero, ¿de qué me sirve eso, si no puedo deshacerme ni siquiera de un estúpido trato entre familias? Y mucho menos me sirve si mi único familia, es decir mi tía. No quiere saber nada de mí, ni de mi existencia.  Viéndolo así no tiene ninguna ventaja ser hija de una familia como la de mi supuesto verdadero padre. Si no he terminado de creerle a Yakov, él puede estar mintiendome, así que no me arriesgaré a creerle por completo. No tiene sentido que mi madre no me haya querido decir mis verdaderos orígenes. No tiene ningún sentido en absoluto.  -Señora Caeli -llama uno de los cuatro guardias que hay fuera de mi habitación. De inmediato miro hacia donde está. No sé su nombre, porque ni siquiera me interesa aprenderme el nombre de estas personas. Puesto a que algún momento me iré de aquí y no es nada necesario hacerlo.  - ¿Qué necesita? -pregunto directamente, aunque sé porqué vino o mejor dicho por quién.  -El señor pidió que me siguiera hasta la salida de la mansión, porque ya está lista, ¿cierto? -cuestiona y lo único que puedo hacer es asentir.  -Así es... -susurro, tomo a Irina de su cuna, lleva puesto un conjunto de color naranja combinado con rojo. Y su corto cabello está sujeto con vinchas. Tomo la pequeña bolsa de mano que he decidido usar y salgo de la habitación. No recuerdo cuantos meses llevo sin ver el exterior de esta mansión. Pero haciendo cuentas debo de tener el mismo tiempo que de embarazo.  -Sígame señora -asiento, caminando detrás de ese hombre, cuando siento pasos detrás de mí, me volteo encontrandome con dos más de los guardias que custodian mi habitación.  - ¿A dónde vamos? -pregunto, sin embargo él sigue como si no me escuchara -, le hice una pregunta, no pienso seguir caminando si no me contesta -claramente puedo ir como suspira.  -Señora Caeli, solo estoy siguiendo órdenes, no tiene porqué sospechar de nosotros, somos solo simple sirvientes y de saber que somos fieles a nuestro señor, su esposo -cierro mis ojos con fuerza. -Ese hombre no es mi esposo, no es nada mío -aclaro molesta. - ¿No tendrá un hijo de él? -asiento -. Entonces es su esposo.  -No, estoy legalmente casada con otro hombre, así que...  -Eres mía en este lugar, Caeli. No se te permite ni siquiera pensar en otro hombre que no sea yo -ruedo los ojos cuando escucho su voz.  -Realmente esperaba tener suerte de no verte hoy -respondo sin querer mirarlo, pero aun así sé que está detrás de mí y su sola presencia me asfixia.  -Caeli, ten cuidado con lo que dices. Está casa es mía y aquí se hace lo que yo digo, ¿entiendes? -respiro profundamente y me obligo a asentir, aunque en el fondo solo quiero golpearlo y hacerle sentir lo que yo.  -Exacto esta casa es tuya, no yo -me defiendo. Sin embargo, mi pulso se acelera cuando veo que los guardias nos dejan solos y a pesar de que solo estamos en un pasillo, sé que lo hice quedar mal frente a sus hombres y sé que eso tiene serias consecuencias. -Voy a pasarlo por esta vez esto porque estás embarazada y no hay nadie que desea más que yo que el bebé nazca completamente sano -me tranquilizo al oír eso.  - ¿A dónde me llevas? -pregunto caminando ahora detrás de él.  -A donde vamos querrás decir, hermosa Caeli -sonríe mirándome de reojo.  - ¿Vendrás conmigo? Creí que ya había dicho que deseaba salir sin sentir a tu sombra detrás de mí o la de tus guardias -suspiro cansada. Desde que salimos de mi habitación hemos estado caminando bastante. No he caminado así desde hace meses -, más lento...  - ¿Qué? -se voltea y sonríe cuando nota mi caminar -. Lo olvidé, lo lamento -esta es la primera vez que se disculpa por algo desde que lo conozco.  - ¿Estas disculpándote, de verdad? -asiente, sin embargo cuando hace ademán de querer acercar más, me alejo sin permitírselo.  -Si, tú salud es importe. Te recuerdo que cargas a mi hijo en tu vientre -me mira fijamente y es algo demasiado incómodo para mí. Sus ojos no son de la clase que transmite seguridad y calor. Los suyos solo transmiten oscuridad y maldad.  -... 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD