-Diablos. - Dice Ojitos, él jefe toma de mi mano llevándome con él, los otros dos cubriéndonos y disparando, no sé a dónde nos dirigimos, solo sé que corro lo más que puedo, las balas pasando a unos centímetros, agacho mi cabeza del miedo, las cortezas de los árboles caen en mis brazos y cuerpo como espinas al volar por todos lados de cada impacto de balas que le atraviesan. -Melanie, quédate aquí no te muevas. - No sé qué me dice solo lo que hago es llorar y llorar. -Tienes que tranquilizarte. - Me regaña, pongo mis manos en mi cara tapándoseme, veo caer hombres y mujeres al suelo sangrentados, él se aleja dejándome sola y le tomo el brazo tan fuerte para que no se vaya. -No me dejes sola. - Le suplicó ahogada en llanto. -No te dejare sola, pero necesito que me ayudes y te quedes aq