¿A quién quiero engañar? Va sobrada en todos los aspectos. Miro más abajo, paso por el vientre y al llegar a las caderas contraigo el rostro: se distinguen cuatro moretones. Me incorporo para mirarle el otro lado y, horrorizado, confirmo que sucede lo mismo. Marcas de dedos. Nos recuerdo hacia el final de la noche, ella de rodillas en la cama y yo de pie detrás de ella. Cómo la agarraba de las caderas, cómo me acogía ella en su interior… Noto que se me va toda la sangre al paquete y se me pone dura otra vez. Megan se estira en sueños y se gira dandome su retarguardia. Me quedo sin aire. Me cago en la puta. Tiene los pliegues irritados por restregarle la barba. Están rojos y le ha salido un sarpullido. Tiene pinta de doler. Asqueado conmigo mismo, vuelvo a tumbarme. Se me fue la pinz