-Bueno..." Me encojo de hombros, avergonzada. Con el ordenador.
¿A qué hora has llegado?
-Ahora mismo.
-¿Y cómo te ha ido el día?
Se apoya en el marco de la puerta y dice:
-Bueno, hoy he vestido a la chica más pesada que he conocido en mi vida.
-¿Cómo es eso?
-Quiere que la transforme de arriba abajo, pero luego no le gusta nada de lo que le recomiendo y ni siquiera se lo prueba.
Sonrío y pregunto:
-¿Es eso normal?
-A veces. Sobre todo con personas que nunca han cambiado de estilo.
Hay gente que tiene miedo a cambiar.
-Lo entiendo.
-Tú, por otro lado, eres un verdadero profesional. ¡Mira cómo estabas la semana pasada!
Sonrío tímidamente y, al instante, se me ocurre una idea. Dudo y echo un vistazo furtivo al armario.
-Tal vez podrías ayudarme a comprar algo de ropa.
-Bueno,
