When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Elio se giró para mirar a esas personas. —¿Los conoces? —exclamó mirando a Luna. Ella estaba pálida, casi como si hubiese visto a un fantasma. —Señor Rodrigo Ramos, bienvenido. El hombre estaba sorprendido, pero cambió su mueca a una sonrisa nerviosa, se dieron la mano. —¿Y bien, de dónde se conocen? —exclamó Elio, porque sabía perfectamente que algo más pasaba ahí, quería saberlo. —¿Ella es… su prometida? —exclamó Mabel con un miedo en su interior. Luna la mirò con ojos feroces, pero también tenía un gesto altivo que le hacía saber que Mabel sufriría con esto. —Sì, ella es Luna Valencia, mi futura esposa. Mabel abrió ojos enormes, hizo en sus manos un puño y apretó los dientes con rabia contenida. —¿Se conocen? —Somos hermanas —dijo Mabel Elio frunció el ceño, confuso. —Herm