Marcos se levantó, sintió la sangre caliente correr por su labio.
—¿No se lo has dicho a tu esposita? Pues yo sí se lo diré.
Elio tomó del cuello a Marcos hasta dejarlo sin aire, Mayte intervino.
—¡Elio vas a matarlo!
Elio lo soltó, Marcos cayó de rodillas, tosiendo con fuerzas.
—No te acerques a Luna, Marcos, o juro que voy a matarte con mis propias manos, no te acerques ni a Luna, ni a Aly, ¿has entendido?
—¡Más te vale decirle la verdad por ti mismo, Elio! O seré yo quien lo haga, y no te gustará.
Marcos le mirò burla, Elio le dio un nuevo golpe que hizo que Mayte gritara con los nervios de punta.
Marcos escupió un hilo de sangre.
—Tienes todo este mes para pensarlo, y estoy siendo tan condescendiente contigo, primo, de lo contrario, yo iré a decir la verdad, y ella te abandon
